Escuela Sabática Texas USA Lección 1: Parte de la familia de Dios – Sábado 7 de Enero de 2023

Cuando Dios llamó a Abram para que saliera de la idolatría, tenía la intención de que hiciera avanzar la obra de Dios y fuera una bendición para todas las naciones circundantes. También nosotros, como hijos de Dios, somos llamados por Él a hacer lo mismo. Así es como tenemos un tesoro en el cielo.

El mundo es un lugar muy inestable, como lo fue para Abraham, pero Jesús nos asegura que el tesoro celestial que guardamos en nuestros corazones siempre estará allí para nosotros. Véase Mateo 6:19-21.

El dinero, o cualquier tipo de tesoro terrenal, no durará; pero el tesoro dado por Dios, durará por la eternidad. No está mal ser rico en los bienes de este mundo, según las Escrituras, pero nuestra riqueza debe mantenerse en perspectiva. Dios debe seguir siendo lo primero y lo más importante en nuestras vidas. La riqueza material sólo puede sernos útil si la utilizamos para cubrir nuestras necesidades, la compartimos con los demás y la empleamos para promover la causa de Cristo.

“Si has renunciado a ti mismo y te has entregado a Cristo, eres miembro de la familia de Dios, y todo lo que hay en la casa del Padre es para ti. Todos los tesoros de Dios están abiertos para ti, tanto el mundo que ahora es como el que ha de venir. El ministerio de los ángeles, el don de su Espíritu, los trabajos de sus siervos, todo es para ti. El mundo, con todo lo que hay en él, es tuyo en la medida en que pueda hacerte bien”. ~Ellen G. White, Thoughts From the Mount of Blessing, p. 110

Como comprendió el rey David, es alabando y dando gracias a Dios por todas sus provisiones como estas verdades se mantienen ante nosotros. Al embarcarnos en un nuevo año, tengamos presentes estos pensamientos, mientras nos arreglamos para el Maestro.

Radio Adventista
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