Los versículos que siguen a nuestro texto de memoria que nos dice que nos regocijemos en el Señor son reveladores. Nos informan de cómo es este regocijo y de lo que puede hacer.
- Nuestra gentileza conmueve a la gente y les hace saber que Dios está cerca (Filipenses 4:5).
- Nuestras oraciones de agradecimiento alivian nuestra ansiedad (Filipenses 4:6).
- La paz que recibimos al alabar a Dios protege nuestros corazones y mentes con el amor de Cristo (Filipenses 4:7).
- La alabanza consiste en meditar en los atributos de Dios: Él es verdadero, noble, justo, puro, amable y de buena reputación (Filipenses 4:8).
Estos descriptores constituyen el marco de nuestra alabanza a Dios.