El sistema del diezmo es una oportunidad que tenemos de experimentar confiar en DIOS. Al devolver el diezmo, agradecemos lo que Él nos ha dado, y confiamos en que Él nunca nos dejará desamparados. Así será hasta que JESÚS regrese. Hay un problema entre muchos creyentes, en relación al diezmo. No es una relación comercial. No es devolviendo el diezmo que estamos buscando bendiciones en forma de riqueza, como predican muchos por ahí. El diezmo hoy se ha convertido en el centro de la teología de la prosperidad, y eso es un gran equívoco. Por lo demás, en el gobierno de Dios, en todos los lugares de ese Universo, no se negocia, sino aquí en la Tierra, a causa del pecado.