Imagínese si en el pueblo de Israel casi todos fueran como Daniel. ¡Qué poder tendrían sobre las demás naciones! No se contaminarian ni adorarian a otros dioses. Sería un éxito espiritual, un reino de sacerdotes, una influencia para el bien de todas las familias en la Tierra. ¿Podemos imaginar algo parecido a nuestra iglesia hoy?
Daniel y sus tres compañeros fueron llevados al palacio. No fueron los únicos judíos que tuvieron esa experiencia, sino que fueron los únicos que se mantuvieron fieles. De ello resultó que Daniel fue grande en Babilonia, y después, en el imperio de la Medo-Persia. Por eso la cuestión: ¿cómo sería Israel si al menos la mayoría fuera como esos cuatro muchachos? Nunca Babilonia los habría subyugado como pueblo. El templo no sería destruido. La nación sería un ejemplo de adoración. Otros pueblos vendrían para aprender adorar al verdadero DIOS. Ese es el poder que necesitamos, ser como Daniel, o lo que da en la misma, como JESÚS.
Muy hermoso la manera como fue hecho el comentario de esta leccion. Siempre he hallado dificil este tema.hoy dia lo entendi mejor. Dios los bendiga.
Muy agradecido