Algunas preguntas deben merecer la meditación: ¿Qué ven otros en nuestro hogar? Lo que los demás miembros de la iglesia ven en nuestro hogar? ¿Y los de fuera? ¿Qué cosas llaman más atención? ¿Hay contradicciones con la fe que profesamos? ¿Nuestro hogar se está destacando como un reducto de felicidad? ¿En él la gente tiene deseo de estar porque allí se honra a DIOS con creatividad, naturalidad y fidelidad, o porque muchas cosas pasan como el mundo ordena? ¿Estamos siendo sabios y creativos para vivir en estilo cristiano auténtico? Este estilo, insistimos, ¿es algo muy agradable, atractivo y sano, motivador de felicidad permanente, lugar donde se forman vencedores?
Amén. Cuánta sabiduría divina! Cuántas enseñanzas para nuestra preparación y misión! Bendiciones y agradecimiento a este hermoso grupo!