Dios nos proporciona la mejor armadura posible para defendernos y derrotar a Satanás, el enemigo de Dios. El equipo de guerra que se nos ofrece incluye Su verdad, justicia, paz, fe y salvación.
Sólo la presencia de Dios asegurará la victoria al final. Nunca debemos perder la esperanza de que Dios triunfe en este conflicto cósmico, a pesar de nuestra preparación y esfuerzo a menudo inadecuados. Las tres personas de la Deidad están involucradas en suministrarnos lo que necesitamos. Debemos seguir en oración Sus órdenes de batalla y mantenernos firmes del lado del Señor.