Según la lección de esta semana, que los discípulos de Jesús discutían entre sí por el poder, ellos querían ser más importantes que el otro, tener más poder que el otro, pero cuando Jesús ascendió de los cielos, comenzaron a orar durante diez días y las cosas habían cambiado, desde entonces los discípulos se habían preparado para trabajar, ellos se preocuparon por la responsabilidad de la salvación de las almas.
Hoy en día, en la iglesia, hay hermanos que son deshonestos en los negocios, faltan a la verdad, envidioso, y les gusta formar pequeños grupos de favoritismo ya sea afuera o dentro de la iglesia, que forman grupos que luchan entre sí.
Peor aun cuando los líderes de la iglesia actúan como si ellos no conocieran la palabra de Dios, no son guiados por el amor, ellos no son buenos en el trabajo, son malos estudiantes, les gusta criticar a las de más, su testimonio en la sociedad es malo, entonces otra persona no querrá con confiar en la religión, muchos hasta no querrán confiar en Jesús, eso es lo que Satanás busca de todos nosotros y no debe ser así como cristianos tenemos que actuar como Jesús hizo cuando estuvo aquí en la tierra.
