El cielo parece tener prisa. Aquellos acontecimientos estaban bien sincronizados en cuanto al tiempo ya los hechos. JESÚS resucitó, y fue aclamado como vencedor, regresó para dar las últimas instrucciones a sus seguidores durante cuarenta días. De ahí si se fue definitivamente prometiendo la venida del ESPÍRITU SANTO como su sustituto, que estaría con ellos en cualquier lugar del mundo, con todos al mismo tiempo. Pidió que se quedaran reunidos hasta que el ESPÍRITO viniera, y eso llevó diez días, el tiempo conforme a los rituales del santuario. En ese día JESÚS envió su ESPÍRITO y entonces la obra empezó a valer. Fue algo impresionante: ¿cómo hombres humildes e iletrados pueden hacer gran trabajo? Sólo con el poder de lo alto. Es así que será al final de los tiempos, cuando los siervos de Dios se unen en perfecta concordancia.
As. Metropolitana MX Lección 2. “El Pentecostés” Sábado 14 de Julio de 2018
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