El profeta Jeremías fue perseguido por su propio pueblo, uno debe perseguir a alguien que hace mal, pero no a aquellos que hacen el bien para el pueblo de Dios. Y es más aun todavía si es una advertencia para evitar tragedias catástrofes. Solo Jeremías quería evitar esa tragedia final de Judá y fue perseguido.
Debemos darnos cuenta que esta también es una advertencia para nosotros de dos formas o maneras. Debemos tener cuidado en no convertirse en perseguidores de nuestros hermanos, y por otro lado es que debemos prepararnos para ser perseguidos por nuestros propios hermanos de la fe, pero es mejor ser perseguido que perseguir a nuestros hermanos de la iglesia.