En los días de Jeremías había un dilema, o una contradicción: ¿por qué un siervo de Dios tiene que sufrir, que sea justo, y los malvados prosperan sin molestias? Es la condición de este mundo injusto. Un gran ejemplo de la injusticia fue el caso de Job. Pero también tenemos los mártires. Y sin duda, el más grande de todos los casos de injusticia fue lo que le hicieron a Jesús. Este mundo influenciado por Satanás no es un lugar para corregir, y las personas inocentes ellos son los que mayormente sufren a causa de la maldad de los impíos.
