En el último viaje que Jesús hizo hacia Jerusalén, él tenía una carga grande, él sabía que era su última oportunidad para hacer saber o enseñar el evangelio, en donde tenía que ser un mensaje poderoso el cual sería capaz de tumbar pensamientos duros, justo en ese tiempo los fariseos y los aduseos, estaban decididos a eliminar a Jesús, esos tiempos fueron difíciles para Jesús eran tiempos de guerra. En esta lección vemos que Jesús entró montado en un asno, pero posiblemente antes él nunca había entrado montado en asno, sino que siempre lo hacía a pie, pero esta vez, era diferente, él quería hacerlo, porque él quería hacer una declaración. Al entrar en Jerusalén la gente estaba feliz, pero por otro lado los sacerdotes estaban mirando ellos no estaban contentos con lo que estaba ocurriendo.
Es posible que Jesús en ese momento estaba contemplando en su mente, el dolor y el sufrimiento que se venía, y él deseaba transformar el sufrimiento en la cruz, y así definir la cruz en el contexto del éxito. Es más posiblemente que Jesús estaría pensando que habría una fiesta en el cielo una vez que haya el éxito y el triunfo. Pero esta celebración no les agradó para nada a los sacerdotes, entonces ellos pidieron a Jesús a que callara a esa gente, sin embargo, Jesús respondió diciendo, aunque ellos callaren las piedras celebraran.
Y lo que hizo cuando entro al templo, no le gustó nada a Jesús lo que estaba ocurriendo en su templo, el echó fuera los vendedores y a los compradores, porque él quería que su casa sea solo de adoración a su padre. Y sano también a los enfermos, pero esto no les gusto para nada a los sacerdotes, ya que esto era una fuente de ingreso económico.
