Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2016
“Algunas lecciones de Job”
Lección 14: Para el 31 de diciembre de 2016
El sábado enseñaré…
Enseña a tu clase a:
Saber las principales lecciones aprendidas por el estudio del libro de Job.
Sentir aprecio por las similitudes entre Job y Jesús (así como las diferencias) mientras viven por fe (en Jesús) y no por vista.
Hacer: Aprender a vivir por fe a pesar de sus sufrimientos.
Bosquejo de la Lección
- Saber: Las lecciones aprendidas
- Si tuvieras que reducir el mensaje del libro de Job a una breve oración, ¿cuál sería?
- ¿Cuál es la lección más importante que aprendiste del estudio del libro de Job este trimestre?
- Sentir: Job y Jesús
- ¿Cuáles son algunas de las semejanzas más notables entre Job y Jesús? ¿Cómo te sientes con respecto a estas semejanzas?
- ¿De qué forma el vivir por fe y no por vista se desarrolló en la vida de Job?
- Hacer: Poner nuestros sufrimientos en perspectiva
- ¿De qué modo cambió tu perspectiva del sufrimiento después de estudiar el libro de Job?
- ¿De qué forma los sufrimientos que experimentaste en tu vida te han llevado más cerca de Dios?
Resumen
El libro de Job es tan complejo y multifacético que es difícil condensar todas sus percepciones en un trimestre de lecciones. Sin embargo, lo que resalta al final de nuestro estudio es el mensaje cristocéntrico del libro. Vez tras vez, nos señala al Redentor, la salvación y una vida de fe.
CICLO DE APRENDIZAJE
Texto destacado: Hebreos 4:15.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La historia de Job es de alcance universal. La información cronológica y el ambiente histórico vagos del libro comunican un mensaje acerca de lo común que es el sufrimiento humano. Es una historia que se desarrolla constantemente alrededor de todo el mundo y en todas las culturas. La historia de Job siempre es nuestra historia. Pero aun los sufrimientos de Job, por crueles que fueron, no se acercan a los sufrimientos de Cristo. Por medio de su sufrimiento, nuestros sufrimientos se resuelven en la redención.
PASO 1: ¡Motiva!
Solo para los maestros: Hay un antagonismo creciente entre los mundos cristiano y musulmán. Muy a menudo, nuestras ideas sobre el Islam están distorsionadas por las noticias políticas que nos llegan cada día. Por medio de la globalización y las migraciones mundiales, es probable que vivamos en proximidad de creyentes musulmanes. Sería interesante descubrir si hay musulmanes en las comunidades cercanas a tu iglesia.
Diálogo inicial: Es interesante ver cómo Job desempeña un rol importante, no solo en el Antiguo Testamento -y por medio de este en el judaísmo y el cristianismo-, sino también en el Corán y, por extensión, en el Islam. Aíub (Job) en el Islam es considerado un profeta, rico pero humilde, y su historia es similar a la del Job del Antiguo Testamento, aunque no hay registro de largos discursos entre él y sus amigos. Es una historia de pérdidas materiales y personales, enfermedad física y restauración final. La restauración viene después de muchos años cuando Dios le dice que golpee el suelo con su pie, haciendo que brote un manantial de la tierra. Job bebe y es restaurado (Corán 38:41, 42).
El Corán también proporciona una genealogía para Job que lo conecta con Abraham, mediante la descendencia de Esaú y de Isaac (Ishaq) (Corán 6:84). Una de las virtudes principales que se enfatizan en la descripción de Job es su paciencia al soportar sus pruebas. Satanás también desempeña un rol importante en la narración musulmana de Job. Él oye a escondidas que Dios habla con los ángeles de la justicia de Job y, en consecuencia, hace planes para apartarlo de Dios, pero finalmente fracasa. Algunos eruditos musulmanes comentan la cercanía de los textos hebreos y árabes. ¿De qué modo la historia de Job en el Corán impactan tu comprensión de cómo otras culturas experimentan el sufrimiento?
PASO 2: ¡Explora!
Solo para los maestros: Al terminar este trimestre, estamos en un Momento en que podemos repasar las lecciones más importantes del libro de Job. Posiblemente, cada miembro de la clase tenga ideas ligeramente diferentes de lo que es más notable para él. Sin embargo, está el mensaje común del sufrimiento que hemos mencionado varias veces. El diálogo final debería volver a este tema, concentrándose en cómo nuestra cosmovisión impacta la forma en que reaccionamos ante el sufrimiento.
Comentario de la Biblia
La universalidad del sufrimiento es contrarrestada por la universalidad de la redención. Esta lección es probablemente una de las más importantes que se pueden aprender del libro de Job. Así como Job ha llegado a ser el símbolo del sufrimiento humano (muy a menudo escuchamos que alguien se refiere a él en relación con su propio sufrimiento), al mismo tiempo prefigura a Cristo, quien ha provisto la resolución final del sufrimiento en la tierra.
I. La cosmovisión bíblica
(Repasa, con tu clase, Job 1:6-12.)
Hay un conjunto interesante de textos paralelos en el Antiguo Testamento que demuestran diferencias entre nuestra cosmovisión moderna y la visión del mundo en la Biblia. En el contexto del censo de Israel que hizo David, en 2 Samuel 24:1, se afirma que Dios incitó a David a censar a Israel, mientras que en 1 Crónicas 21:1, Satanás impulsó a David a realizar el censo. ¿Es un error de los escribientes, o peor, una contradicción teológica en la Biblia? No, no lo es cuando lo entendemos dentro de la cosmovisión bíblica.
Dentro de una cosmovisión teocéntrica, que pone a Dios en el correcto centro de todo lo que sucede en su universo, ambos textos describen la misma realidad, que es, en última instancia, que él está al control de todo lo que sucede en este mundo.
Este paradigma de poder se desarrolla perfectamente en el prólogo del libro de Job. Satanás no puede hacer nada a Job a menos que Dios le dé permiso para hacerlo. En todo el diálogo entre los dos, el control absoluto pertenece a Dios.
Sin embargo, nuestra cosmovisión moderna, considera la realidad en forma bastante diferente, principalmente a través de los ojos de la filosofía griega, que ha introducido en forma efectiva la idea del dualismo en la mayoría de los aspectos de la vida, lo que resulta en toda clase de dicotomías (pares de opuestos): el espíritu y el cuerpo, los mitos y la historia, lo espiritual y lo material, la fe y la ciencia, etc. La mayor parte de nuestro pensamiento moderno ha sido impactado por esta cosmovisión. La cosmovisión de Job no lo fue. De este modo, él dirigió su tristeza y dolor a Dios (Job 30:20, 21), aun cuando fue Satanás quien causó su sufrimiento. Una cosmovisión teocéntrica provee el consuelo que Job finalmente encontró al darse cuenta de que Dios está todavía, y siempre estará, al control, aun en medio de nuestro sufrimiento. Nuestra cosmovisión generalmente se exhibe en una situación de crisis. O se mantiene armado nuestro mundo, o hace que nuestros mundos se hagan pedazos. Solo una cosmovisión bíblica puede ayudarnos a superar estas crisis.
Considera: Si piensas acerca de tu propia vida, ¿qué tipo de cosmovisión percibes en las situaciones de crisis?
II. Percepciones de la realidad
(Repasa, con tu clase, Mat. 4:10; 13:10; Heb. 4:15; 11:10.)
Aunque hay cosas en común en la experiencia humana, como hemos visto en el tema del sufrimiento, las distintas culturas perciben la realidad de maneras diferentes. En la cultura occidental, ha habido una erosión constante de la percepción de la realidad de las fuerzas, tanto positivas como espirituales, que actúan detrás del ámbito visible (ver Dan. 10).
El libro de Job ciertamente provee algunas percepciones profundas del ámbito espiritual. El encuentro de Dios con Satanás al comienzo del libro demuestra cuán real fue entonces. Satanás tienta a Job a denunciar a Dios, y Job se resiste. Satanás tienta a Adán y Eva, y ellos caen. ¿Dónde está la diferencia? Las tentaciones de Satanás dirigidas a la humanidad a través de los siglos encuentran su culminación en sus tentaciones a Cristo en el desierto (Mat. 4:1-11). En los aspectos físico (pan), mental (poder), espiritual (adoración) y emocional, representan todas las tentaciones que pueden acosarnos. El símbolo máximo para nuestros sufrimientos es Jesús y no Job (Heb. 4:15). Él es quien entiende nuestro sufrimiento, así como nos provee de esperanza más allá del sufrimiento.
Considera: ¿Es posible considerar el sufrimiento como una forma de tentación? ¿Por qué sí, o por qué no? ¿Por qué Jesús es el símbolo máximo para nuestros sufrimientos?
III. Ninguna condenación
(Repasa, con tu clase, Juan 8:1-11.)
Hay algo muy personal entre cada persona que sufre y Dios, porque el sufrimiento nos lleva al borde de nuestra existencia, y es entonces cuando buscamos aferrarnos a una mano más fuerte que la nuestra para sacarnos de allí. Como espectadores del sufrimiento de otras personas, no debemos tratar de inmiscuirnos en esta experiencia, como hicieron los amigos de Job al tratar de convencerlo de su propia culpa.
El trato de Jesús con la mujer hallada en adulterio, clarifica una vez más cuál debería ser nuestra tarea: mostrar compasión; consolar, no condenar; y señalar a la única fuente de esperanza, Jesucristo (Rom. 8:1).
Considera: ¿Cuál es el poder de la compasión en las relaciones humanas?
PASO 3: ¡Aplica!
Solo para los maestros: Esta última lección debería terminar de algún modo con una decisión consciente de asimilar, de alguna manera tangible en nuestras vidas, lo que hemos aprendido de Job.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué es lo que más te ha conmovido en el estudio del libro de Job en este trimestre?
- ¿Qué puedes hacer en tu iglesia y tu comunidad para disminuir el sufrimiento humano?
PASO 4: ¡Crea!
Solo para los maestros: La historia de Job afecta a todos, porque todos vivimos con la realidad del sufrimiento. Nuestro conocimiento del libro necesita afectar a otros.
Actividades:
- Divide tu clase en grupos para visitar a personas de la iglesia a fin de compartir con ellas las lecciones más importantes que aprendieron en el libro de Job.
- Sugiere que la clase realice un almuerzo a la canasta, y que inviten a aquellas personas de la iglesia o la comunidad que estén sufriendo, a participar de este evento. Tal vez deseen realizar un servicio de comunión (o Cena del Señor) para quienes sufren, a fin de compartir con ellos los emblemas del Cristo sufriente.