Jonathan Gallagher Lección 8. “Uno de estos mis hermanos más pequeños” 3er Trimestre del 2019

Leccion 8. A uno de estos mis hermanos más pequeños (3T 2019 – A uno de estos mis
hermanos más pequeños)

Textos bíblicos: Mateo 5:2–16, 38–48; Rom. 12:20, 21; Luke 16:19–31; 12:13–21; Mateo 25:31–46.

Citas
● Mientras haya pobreza en este mundo, ningún hombre puede ser totalmente rico, incluso si tiene mil millones de dólares. Martin Luther King Jr.
● Cada vez que un hombre defiende un ideal, o actúa para mejorar la suerte de los demás, o se opone a la injusticia, envía una pequeña ola de esperanza y al cruzar un millón de centros diferentes de energía, construye esas ondas, una corriente que puede derribar los muros más poderosos de la opresión y la resistencia. Robert F. Kennedy
● ¿Acaso no destruyo a mis enemigos cuando los convierto en mis amigos? Abraham Lincoln
● La Biblia nos dice que amemos a nuestro prójimo y también que amemos a nuestros enemigos; probablemente porque a menudo son las mismas personas. G K. Chesterton
● La amabilidad es universal. A veces, ser amable permite que otros vean la bondad de la humanidad a través de ti. Siempre sé más amable de lo necesario. Germany Kent
● La paz no significa ausencia de conflictos. Las diferencias siempre estarán ahí. La paz significa resolver estas diferencias a través de medios pacíficos; a través del diálogo, la educación, el conocimiento, y por caminos humanos. Dalai Lama XIV

Para debatir
¿Qué principios encontramos en el corazón del Sermón del Monte? ¿Cómo nos ayuda Jesús a entender cómo relacionarnos con él haciendo el bien a nuestros semejantes? ¿Cuál era la motivación de las ovejas y de los cabritoss? ¿Cómo se desarrolla todo esto en nuestra experiencia diaria?
Resumen bíblico de la lección Mateo 5: 2–16 son las bienaventuranzas de Jesús que hablan particularmente a los pobres de espíritu, a los que lloran, a los que son perseguidos, etc. En los versículos 38– 48 estamos llamados a amar a nuestros enemigos y a crecer para madurar. Los cristianos En Rom. 12:20, 21 estamos llamados a darles comida y bebida a nuestros enemigos, se nos dice “No te dejes vencer por el mal. Mas bien vence el mal con el bien” (Rom. 12:21 VBL). Lucas 16: 19–31 es la parábola de Jesús, el hombre rico y Lázaro, mientras que Lucas 12: 13–21 nos habla del rico tonto que construyó graneros más grandes pero no era rico para con Dios. Mateo 25: 31–46 es la parábola de las ovejas y los cabritos, que nos muestra cómo debemos tratar “al menor de estos”.

Comentario
Jesús deja en claro quiénes son “los más pequeños.” Son sus “hermanos” (Mateo 25:40). De hecho, en el Evangelio de Mateo, así es como Jesús se refiere a sus discípulos (10:42; 18: 6, 10, 14). Entonces, si bien Jesús ciertamente se preocupa por todos los pobres del mundo, Mateo 25 está hablando principalmente de aquellos dentro de la comunidad de fe que han caído en tiempos difíciles. ¿Cómo podemos realmente llamarnos cristianos si no nos preocupamos por los que están dentro de nuestra comunidad, por no hablar de los que están fuera de ella?
Jesús también nos llama a hacer el bien a nuestros enemigos. Esto extiende aún más nuestra necesidad de compasión. Debemos cuidar no solo a quienes nos rodean, sino a quienes se oponen a nosotros. De esta manera, dice Jesús, realmente ejemplificamos el amor de Dios al mundo.
Al final solo hay dos grupos de personas: las ovejas y los cabritos. Las ovejas han hecho todo lo que pudieron por el Rey sin buscar ninguna recompensa. Se han preparado para el Rey venidero. Los cabritos no han hecho nada por su Rey y han confiado en sí mismas, sin hacer preparativos. Los cabritos, los impíos, quedan en el olvido, pero las ovejas, los justos que se prepararon, reciben la vida eterna. ¿Cuál es la esencia de esta historia? División, separación. La división final de lo bueno y lo malo. ¿Cuántas clases de personas hay en este momento? Sólo dos. ¿De qué manera es esto un “juicio”? Mira cuidadosamente. ¿Sobre qué base están separados? Por la forma en que han pensado y se han comportado. ¿Cuánto juega la recompensa final en la mente de las ovejas? Ninguna. ¿Qué pasa con los cabritos? Probablemente mucho, porque si se hubieran dado cuenta de que el vagabundo maloliente era Jesús, ¿lo habrían ayudado? ¡Ciertamente! Entonces, ¿qué es lo que realmente nos está diciendo? Algo acerca de lo que es la “religión real”. Si solo haces las cosas por un motivo egoísta específico, si solo estás en la iglesia para tratar de abrirte camino hacia el cielo, nunca lo lograrás. ¿Qué motivó a las ovejas? Solo un simple y automático deseo cristiano de ayudar a los demás. Ellas habían sido transformadas por Dios para ser como él. Su relación con Dios era tan cercana que tenían la misma actitud. El pecado no sólo fue perdonado, sino que también se eliminó el espíritu pecaminoso básico. ¿Qué pasa con los cabritos? Pensaron que lo habían hecho bastante bien. Pero solo en la superficie… En el fondo no habían sido transformados. Todavía pensaban en sí mismos, solo llevaban a cabo “actos religiosos” si pensaban que les traería algún beneficio. ¡Verdaderos fariseos! Esa era la diferencia: Sus motivaciones.

Comentarios de Elena de White
El universo celestial estaba asombrado por la paciencia y el amor de Dios. Para salvar a la humanidad caída, el Hijo de Dios tomó a la humanidad sobre sí mismo, dejando de lado su corona real y su manto real. Se hizo pobre, para que nosotros a través de su pobreza nos enriqueciéramos. Siendo uno con Dios, solo él era capaz de realizar el trabajo de redención, y consintió en una unión real con el hombre. {RH, 17 de julio de 1900}
“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” – Santiago 1:27 {Consejos para la Iglesia, p. 508} Las buenas obras son el fruto que Cristo quiere que llevemos; las palabras bondadosas, los hechos de benevolencia, de tierna consideración para con el pobre, el necesitado, el afligido. Cuando los corazones simpatizan con otros corazones agobiados por el desánimo y el pesar, cuando la mano se extiende para ayudar al necesitado, cuando se viste a los desnudos, y el forastero recibe la bienvenida a vuestra casa y a vuestro corazón, los ángeles llegan muy cerca, y semejante acción halla respuesta en el cielo. Todo acto de justicia, misericordia y benevolencia, produce melodía en el cielo. El Padre desde su trono contempla a los que realizan estos actos de misericordia, y los cuenta entre sus más preciados tesoros. “Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer.” Todo acto de misericordia hacia los necesitados, los que sufren, es considerado como hecho a Jesús. Cuando socorréis al pobre, simpatizáis con el afligido y el oprimido, y amparáis al huérfano, os colocáis en una relación más estrecha con Jesús. {Servicio Cristiano, p. 234}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2019
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

Radio Adventista
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