Leccion 7. Venciendo al pecado (4 Trimestre de 2017: Salvación solo por fe – El libro de Romanos)
Textos bíblicos: Romanos 6; 1 Juan 1:8–2:1.
Citas
No hay justificación sin santificación, no hay perdón sin una renovación de la vida, no hay fe real de la cual no nazcan los frutos de la nueva obediencia. MartinLuther
Una doctrina rigurosa de la imputación no sólo es limitante, sino que termina siendo un perjuicio a la naturaleza de la gracia y la justificación. Convierte a laobra del evangelio en transacciones básicamente jurídicas. Desde la opinión de los romanos,
la justificación y la santificación son una tela sin costura. Es más que una cuestión de Dios mirándonos a través del manto de la justicia de Cristo. La justicia en realidad comienza a transformarnos.Thomas Howard La verdad es el santificador, y si no escuchamos o leemos la verdad, no creceremos en la santificación. Sólo progresamos en una vida sana a medida que progresamos en un entendimiento sano. Charles Spurgeon El crecimiento espiritual siempre implica entendimiento, apreciación, recepción y regocijo en la gracia de Dios. Sinclair B. Ferguson
Preguntas
¿Cuál es la relación entre el pecado y la gracia? ¿Cómo tenemos victoria sobre el pecado? ¿Cuál es el significado de morir al pecado? ¿Cómo deberíamos entender la metáfora de ser esclavos del pecado y esclavos de Dios? ¿Qué tipo de libertad es la que se describe aquí? ¿Cómo debemos reaccionar, seguir a Cristo como ejemplo o seguir a Cristo como salvador? ¿Cómo revela esto a Dios?
Para debatir
En este capítulo, se revela la forma como debemos pensar acercadel pecado. No es un asunto de pecar más a fin de que Dios pueda hacer más por nosotros (6:1, 15), esta idea perversa parece haber comenzado durante los inicios de la iglesia cristiana. Pablo rechaza firme y categóricamente tal concepto porque ya no estamos más controlados por el pecado, así que ¿cómo podemos darnos al pecado?Pablo usa la metáfora de estar sepultado con Cristo en el bautismo y levantado con él en resurrección como una forma de ilustrar la manera como morimos a la esclavitud del pecado, ahora “esclavizados” por Dios (6:3-14). Notemos que esta “esclavitud” para el bien y para Dios es para el Dios que nos libera, así que no debería ser tomado en el sentido literal de que somos esclavos sin elección, con una obediencia irracional siguiendo las exigencias de Dios (6:15-23). Sin embargo, para aquellos que operan desde una mentalidad de siervo, esto por lo menos se aplica: Si una vez erais esclavos del pecado, ahora sois esclavos de Dios ¡y debéis hacer lo que él os diga!
Comentario
Es importante notar aquí que la “victoria sobre el pecado” del título no ocurre al seguir a Cristo como ejemplo, sino al identificarnos con él en su poder. Es cuando somos simbólicamente sepultados y levantados que hay victoria, porque es suvictoria. Una y otra vez Pablo aclara que no operamos por nuestro propio poder, simplemente escogemos a
Dios y es él quien nos da el poder.
Criticamos a aquellos que tienen un paradigma más legal/forense de todo este concepto de la justicia imputada en el sentido de un ajuste de la situación legal. Esto, por supuesto surge de una mala lectura del libro de Romanos. Pero de igual manera es peligrosa la tendencia que veo que se está desarrollando acerca de una “perfección imputada,” o como se le ha llamado, la necesidad de que se nos infunda/imparta en carácter perfeccionado de Cristo en nosotros. O, en términos de una frase que se usa para ello, reproducir el carácter de Cristo en nuestras mentes.
Es preocupante ver tales supuestas adiciones al mensaje fundamental de la confianza restauradora. ¿Cómo reproduce Dios este carácter en nuestras mentes? ¿Es como copiar el contenido de un disco duro en otro? ¿O es posible que nuestras mentes sean
“reformateadas” antes de que se sobre-escriba la nueva información? Esto no suena como las acciones del Dios que conocemos. El peligro es similar en este concepto de la perfección imputada. ¿Estamos diciendo realmente que ésta se nos es “imputada”? ¿O “transfundida”? Este proceso mecánico ve al pecado como un objeto que necesita ser tratado con alguna medicina o proceso físico. Pero nosotros sabemos que el pecado es una relación. Es nuestra relación, nuestra actitud y nuestro pensamiento respecto a Dios el que necesita ser transformado, y eso sólo puede surgir de un cambio relacional, no por alguna imputación o infusión. ¿Qué me lleva de nuevo a la expiación, a la armonía con alguien con quien he perdido la relación? Es a través de una disposición de confiar, de restaurar la relación. No se logra por ningún proceso físico, o por la transferencia de información, ¡o
incluso de carácter!Desarrollamos el carácter de Cristo al confiar continuamente en él, no es algo que se coloca sobre nosotros como un nuevo traje.
El peligro está en que si no somos cuidadosos tal objetivación de la mecánica de la salvación,ello nos llevará a olvidar que Dios describe la expiación en términos de relación: amor, perdón, atracción, búsqueda, cuidado y salvación. El pecado no es un objeto.En consecuencia, la manera como Dios maneja el pecado no es como si lo fuera. Dios sabe que se trata de recuperar nuestra confianza a través de una demostración de quien él realmente es: Restaurar nuestra relación con él. Fuera de eso, cualquier otra cosaimplica volver a caer en los mismos conceptos basados en el pecado como un objeto,una penitencia impuesta que debe tratarse con todo ese idioma que hemos dejado atrás.
Comentarios de Elena de White
Sin embargo, es dolorosamente aparente que las verdades más elevadas de la
Palabra de Dios no son comprendidas por la mayoría de aquellos que profesan ser
seguidores de Cristo. No es la creencia en una teoría de la expiación lo que salvará el alma;
es la fe en el hecho de que Jesús murió por nuestras transgresiones, lo que ablanda y
subyuga el corazón. Cuando creemos que Cristo es nuestro Salvador personal, nos damos
cuenta de que Su amor tiene un poder que nos constriñe. Es cuando contemplamos a un
Redentor agonizante que podemos decir “É les mi confianza, mi santificación, mi justicia.”
[Revista La verdad Presente, enero 30 de 1890]
Debemos apropiarnos esa fe en Dios que él suscita en su palabra. No podemos tener
ninguna Victoria sin una FE plena, porque “sin fe es imposible agradar a Dios… Para el
ejercicio de una fe bien fundamentada debemos estudiar la palabra de Dios. La Biblia,
ysolamente la Biblia nos transmite un conocimiento correcto del carácter Divino y de su
voluntad con respecto a nuestras vidas. [Review and Herald, enero 10 de1888]
El gran asunto que se decidió en el conflicto no fue solamente entre Dios y el
hombre; cada criatura que Dios había creado estaba involucrada en el mismo. Los mundos
no caídos vieron que el carácter de Dios pudo ser vindicado sólo a través de este juicio y el
conflicto entre las dos fuerzas. Los atributos de Dios habían de ponerse en evidencia
[Revista, Mensajes para los jóvenes, abril 15 de 1897].
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2017
Traducción: Shelly Barrios De Ávila