Leccion 5. Palabras sabias para las familias (2T 2019—Las etapas familiares)
Textos bíblicos: Prov. 5:3–14; Mateo 19:5; 1 Cor. 7:3, 4; Prov. 13:22; 14:26; 17:22; 23:13;
31:10–31; Prov. 3:5, 6.
Citas
● La sabiduría está en pie en la esquina del camino y nos llama públicamente, pero la consideramos falsa y despreciamos a sus seguidores. Khalil Gibran
● La honestidad es el primer capítulo en el libro de la sabiduría. Thomas Jefferson
● Hay tres métodos por los cuales podemos adquirir sabiduría: Primero, por medio de la reflexión, que es el más noble; Segundo, por medio de la imitación, que es el más fácil; Y tercero por experiencia, que es el más amargo. Confucio
● Cuidado con el falso conocimiento; es más peligroso que la ignorancia. George Bernard Shaw
● La única sabiduría verdadera consiste en saber que no sabes nada. Sócrates
● Procura por todos los medios casarte. Si consigues una buena esposa, serás feliz; si consigues una mala esposa, te convertirás en un filósofo. Sócrates
Para debatir
¿Por qué el temor del Señor es apenas el principio de la sabiduría? ¿Por qué debemos buscar la sabiduría, especialmente en lo que a nuestras familias se refiere? ¿Cómo pueden ayudarnos estos proverbios escritos en la Biblia? En el contexto de la gran controversia, ¿qué es la verdadera sabiduría? ¿Cómo asociamos esto con el Dios de la sabiduría?
Resumen bíblico
Prov. 5:3–14 nos advierte sobre la mujer adúltera. Jesús nos recuerda el fundamento para el matrimonio en Mateo 19:5; 1 Cor. 7:3, 4 nos habla de los deberes matrimoniales mutuos. Nuestra responsabilidad hacia las generaciones posteriores se enfatiza en Prov. 13:22. Nuestro compromiso con Dios influye en nuestros hijos (Prov. 14:26). Un corazón alegre es buena medicina (Prov. 17:22). La disciplina es necesaria (Prov. 23:13). Una esposa verdaderamente comprometida no tiene precio (Prov. 31: 10–31). Lo mejor es siempre confiar en el Señor (Prov. 3: 5, 6).
Comentario
El libro de Proverbios contiene una gran cantidad de consejos prácticos, dirigidos especialmente a las familias y las relaciones. El objetivo es “para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes.”(Prov. 1: 2-4 NIV).
Los proverbios son comunes en todas las culturas. Son dichos concisos que resumen una situación particular. Por supuesto, los proverbios de la vida diaria pueden ir en contradicción: “Muchas manos hacen el trabajo ligero” contrario a “Demasiados cocineros arruinan el caldo.”
A veces, estos dichos comunes pueden parecer profundos, pero en realidad son solo obviedades: “Es lo que es.” Luego están aquellos proverbios que realmente no aportan nada o simplemente son confusos. Tuve una tía que hablaba en proverbios, y a menudo parecían más como adivinanzas. Eran declaraciones tan obvias como “cada gorrión tiene su nido” o “no hay un árbol sin ramas,” lo cual no fue gran aporte a mi sabiduría de la infancia… Pero también decía algunos que hasta el día de hoy no he podido resolver: “Un pez en un campo no come pasto.” “Mañanas brumosas, felices bostezos.” “Las manzanas no saben que no son peras.” “Las castañas y avellanas no hacen a los hermanos.” “Los zorros y los conejos comparten buenos hábitos.” Intentaría y trataría de encontrar algún significado profundo, pero al final tuve que admitir mi derrota. Algunas “observaciones sabias” no lo son en absoluto.
Pero cuando se trata del libro bíblico de Proverbios, aunque algunos puedan requerir un pensamiento profundo, están allí para ayudarnos a obtener algo de sabiduría para ayudarnos en la vida. Más que nada, estamos buscando un significado espiritual y un propósito que pueda ayudarnos en la práctica de vivir una vida cristiana. Si bien la filosofía puede ser interesante, la sabiduría que se encuentra en Proverbios está diseñada esencialmente para uso práctico.
El pasaje de Proverbios 31, que valora a una esposa diciendo que “su valor sobrepasa el de los rubíes”, plantea algunas preguntas. Por ejemplo, ¿está la mujer siendo valorada solamente por su productividad? ¿No se nos dice que valoremos a las personas por lo que son y no por lo que pueden hacer por nosotros? ¿O estamos tratando de tomar comentarios de una sociedad y aplicarlos indiscriminadamente a otra sociedad? Aquí vemos cómo la Biblia habla a través de las culturas, pero debe entenderse teniendo en cuenta su contexto cultural inmediato. Al tratar de hablar con palabras sabias, y al aceptar que las Escrituras nos proporcionan sabiduría, también debemos entender que es la mente la que produce la sabiduría, y no el seguimiento de los lemas y fórmulas (por ejemplo, la forma en que repetimos el Padre nuestro).
Cuando de sabiduría se trata, nuestra fe se basa en nuestras ideas acerca de Dios y cómo él se relaciona con nosotros. Esta sabiduría de la que estamos hablando durante este trimestre, se trata sobre cómo llevamos nuestras creencias a la práctica. Esta es la razón por la que nuestros conceptos fundamentales deben ser los correctos; de lo contrario, nuestras acciones no reflejarán correctamente a nuestro amoroso Padre. Este proceso se describe a través del término “fe inteligente.” Es lo opuesto a la fe ciega, ya que requiere que nuestra confianza esté basada en la evidencia. Dios nos llama a experimentar, a “probar y ver” que confiar en él es la mejor de todas las opciones posibles. Las sabias palabras que seguimos provienen del reconocimiento de que Dios es verdaderamente digno de confianza, que es nuestro amigo y que el bien es inherentemente bueno. Nuestras propias palabras no son sabias. Solo a medida que caminamos por el camino de la rectitud podremos identificarnos
con Dios, y reconocer que su camino es la única manera en que quisiéramos vivir.
Comentarios de Elena de White
Hay mucha sabiduría en los mundanos; pero con toda sabiduría, no contemplan la belleza y majestad, la justicia y sabiduría, la bondad y santidad del Creador de todos los mundos. El Señor camina entre los hombres mediante sus providencias, pero sus pasos majestuosos no se oyen, su presencia no se discierne, su mano no se reconoce. La obra de los discípulos de Cristo es brillar como luces, manifestando al mundo el carácter de Dios. Han de captar los crecientes rayos de luz de la Palabra de Dios y reflejarlos a los hombres entenebrecidos en la oscuridad de la incomprensión de Dios. Los siervos de Cristo deben representar debidamente el carácter de Dios y de Cristo a los hombres. {A Fin de Conocerle, p. 99}
La fe de nuestro Señor Jesucristo es una fe inteligente… Cristo haría que sus seguidores usaran su intelecto en asuntos espirituales como en transacciones comerciales, sopesando conscientemente las pruebas independientemente de los resultados. Él desea que ellos piensen profundamente. {ST July 28, 1898}
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2019
Traducción: Shelly Barrios De Ávila
Muy buenas explicaciones faciles de comprender BENDICIONES