Jonathan Gallagher Lección 4. La personalidad del Espíritu Santo (1T 2017—El Espíritu Santo y la Espiritualidad)

La personalidad del Espíritu Santo (1T 2017—El Espíritu Santo y la
Espiritualidad)

Textos bíblicos: Juan 16:13, 14; Romanos 8:14-16; Romanos 15:13; Juan 14:6; Juan
17:17; Romanos 5:5; Juan 14:26.

Citas
• Escriban esto en letras mayúsculas: EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PERSONA. No es el entusiasmo. No es el valor. NO es energía. No es la personificación de todas las buenas cualidades como Jack Frost es la personificación del clima frío.
En realidad, el Espíritu Santo no es la personificación de nada… Tiene individualidad. Él es un ser y no otra cosa. Tiene la voluntad e inteligencia. El escucha. Tiene conocimiento y simpatía, y la capacidad de amar, ver y pensar. El Espíritu Santo puede oír, hablar, desear, llorar y regocijarse. Él es una persona. A W Tozer
• Cada vez que decimos: “Creo en el Espíritu Santo,” nos referimos a que hay un
Dios vivo capaz y dispuesto a entrar en la personalidad humana y cambiarla. J B Phillips
• No hay que referirse al Espíritu como un “eso”; por el contrario debemos siempre referirnos al Espíritu como un “Él,” porque el Espíritu Santo es una persona. Él nos habla, Él nos ordena, Él intercede por nosotros, Él nos escucha, y Él nos guía. Billy Graham
• El Espíritu Santo no es una influencia ni tampoco una impresión; tampoco es una paz, ni una la alegría, ni cualquier otra cosa… El Espíritu Santo es una persona, una persona divina eternamente. A. T. Jones
• El Espíritu Santo tiene su propia personalidad. R. T. Kendall

Para debatir
¿Por qué es tan importante la personalidad del Espíritu Santo? ¿Cómo impacta esto la forma como nos relacionamos con él? Al pensar de Dios, ¿dejamos de un lado al Espíritu? ¿Cómo vemos la divinidad del Espíritu en la práctica? ¿Por qué a menudo vemos al Espíritu sólo como un asistente del Padre y del Hijo? ¿Qué dice esto de nuestra imagen de Dios?

Resumen bíblico
“Sin embargo, cuando el Espíritu de verdad venga, él les enseñará́ toda la verdad. El no habla por su propia cuenta, sino que solo dice lo que escucha, y les dirá́ lo que va a suceder. El me trae gloria porque él les enseña todo lo que recibe de mí.” Juan 16:13, 14 FBV. El Espíritu Santo es el que guía y testifica como persona (Romanos 8:14-16). Él provee el poder y la esperanza (Romanos 15:13). Juan 14:6 nos dice que Jesús es el camino, la verdad y la vida, pero es el Espíritu Santo el que nos lleva a toda verdad (Juan 16:13). El amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
(Romanos 5:5). “Pero cuando el Padre envíe al Consolador, el Espíritu Santo, en mi lugar, él les enseñará́ todas las cosas y les recordará todo lo que yo les dije.” Juan 14:26 FBV.

Comentario
Una encuesta realizada por el Grupo Barna en 1997 puso de manifiesto que el 61% de los residentes de los Estados Unidos estaba de acuerdo con la afirmación de que el Espíritu Santo es “un símbolo de la presencia o el poder de Dios, pero no es una entidad viviente.” Teniendo en cuenta el alto nivel de creencia cristiana en los EE.UU., tal conclusión es sorprendente. Sin embargo sí refleja la confusión generalizada sobre el Espíritu Santo y su papel en la vida cristiana. Los malentendidos sobre la naturaleza y el carácter del Espíritu son extensas, y esta lección nos ofrece una buena oportunidad para hacer correcciones muy necesarias.
Cuando Dios dijo: “hagamos al hombre a nuestra imagen,” ya la “pluralidad” de Dios quedó establecida. El Espíritu Santo está identificado allí mismo, en el comienzo del relato del Génesis, y ha estado íntimamente involucrado con nosotros y con la historia de este mundo, ya que siempre esto se le haya reconocido o no.
Uno de los principales problemas es que podemos concebir al Padre y al Hijo, pero un Espíritu invisible es solo eso: es etéreo, místico e insustancial. Por lo tanto, es difícil tener una idea concreta de tal personalidad. Así, aunque puede haber pocos símbolos, no se explican tales símbolos, y no nos queda más que tratar de entender qué aspectos se supone que deben transmitir.
1 Corintios 12: 1-11 nos habla de la obra y la influencia del Espíritu Santo, sus dones y su influencia unificadora. ¿Cómo interpretaríamos esto, lo que significa, y cómo podemos aplicar esto? Sin duda alguna, en el contexto de la divinidad del Espíritu Santo, tal actividad sería imposible si el Espíritu no fuera divino. En muchos sentidos la naturaleza del Espíritu Santo se da por sentada en toda la Escritura, por lo cual no hay necesidad de “probar” su divinidad. Sin embargo, aunque algunos sostengan que el Espíritu es un tipo de “emanación” de Dios, o simplemente una descripción de su poder, la actividad del Espíritu, incluso para resucitar a Jesús de entre los muertos, por ejemplo,
las palabras usadas en la Escritura para referirse al Espíritu hablan de una personalidad. Él habla, enseña, da testimonio, guía, oye, prohíbe e intercede; siente tristeza, se siente insultado, blasfemado, engañado, o rechazado. Tiene una mente, conocimiento, voluntad, afecto… En todo esto vemos la naturaleza misma de una persona.
Por último, como ejemplo, podemos leer un versículo que ilustra el papel del Espíritu Santo en la Trinidad: “Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” 2 Corintios 13:14 FBV. ¿Establece este versículo las diferentes esferas de acción de los miembros de la Trinidad, o es sólo un comentario de Pablo? ¿Estaba Pablo estableciendo una teología específica? Por encima de todo esto, ¿de qué manera la personalidad del Espíritu Santo tiene un impacto en la gran controversia?

Comentarios de Elena de White
Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos. Manuscrito 66, 1899. [Extracto de un discurso dado a los alumnos del Colegio de Avondale, Australia.] {El Evangelismo, p. 447} El Espíritu Santo siempre conduce a la palabra escrita. El Espíritu Santo es una persona… {20MR 69} Mediante la obra del Espíritu Santo había de introducirse un nuevo principio de poder mental y espiritual en el hombre, para que, mediante la asociación con la divinidad, llegara a ser uno con Dios. {Alza tus Ojos, p. 189} Sin embargo, cuando el Espíritu Santo habita en el creyente, la humanidad puede colaborar con la divinidad. {Recibiréis poder, p. 139} El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo estaban trabajando en favor del hombre.
Todo poder en el universo celestial se puso en marcha para llevar adelante el plan de redención. {Review and Herald, 7 de Enero de 1902, párrafo 7} No es esencial que sepamos y podamos definir exactamente lo que es el Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu Santo es el Consolador, y el Consolador es el Espíritu Santo, “el Espíritu de verdad, que el Padre enviará en mi nombre.” {Manuscript Releases, p. 179}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2017
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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