Leccion 2. Testigos cautivantes: El poder del testimonio personal (3T 2020—Haciendo amigos para Dios)
Textos Bíblicos: Marcos 5:15–20, Marcos 16:1–11, Hechos 4:1–20, 1 Juan 1:1–3, Gálatas 2:20,
Hechos 26:1–32.
Citas
• Cuando un cristiano predica las buenas nuevas sobre Jesús, está predicando traición en el reino del diablo. Doug Barnett
• El evangelio es para botes salvavidas, no para botes de exhibición; y el hombre debe decidir en cuál quiere trabajar. Vance Havner
• No quiero decir que creo en Dios. Más bien, quiero vivir mi vida como si creyera en Dios porque eso toma las palabras que elijo no decir y las grita sin siquiera yo decirlas. Craig D. Lounsbrough
• Si encomiendas tu prueba a Dios, Él la transforma en un testimonio; si le das tu desorden, él lo convierte en un mensaje, y si le das tu miseria, él la transforma en un ministerio. Rick Warren
• A veces, una sola frase de testimonio puede poner en marcha eventos que afectan la vida de alguien por la eternidad. Dieter F. Uchtdorf
• La maenera como vives tu vida es un testimonio de lo que crees acerca de Dios. Henry Blackaby
Para debatir
¿Por qué debemos enfatizar en que todos testifiquen? ¿Cuál es la mejor manera de presentar este deber? ¿Es la testificación una actividad en la que participamos, o es un reflejo de quiénes somos? ¿Qué pasa si no participamos todos de la testificación? ¿Existe “una medida para todos” cuando de testificar se trata? ¿De qué manera somos parte de la gran controversia en lo que decimos y hacemos?
Resumen bíblico
Marcos 5: 15-20 registra la conclusión de la curación del hombre endemoniado cuando está sentado vestido, y en su sano juicio. Dice que él fue y compartió su testimonio personal, dando lugar a excelentes resultados. La primera evangelista fue María Magdalena, quien llevó el mensaje del evangelio a los otros discípulos (Marcos 16: 1–11). Pedro y Juan fueron arrestados por predicar acerca de la resurrección de Jesús (Hechos 4: 1–20). 1 Juan 1: 1–3 es el testimonio personal de Juan
referente al evangelio. Gálatas 2:20 VBL dice: “He sido justificado con Cristo, de modo que ya no
soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí. La vida que ahora vivo en este cuerpo, la vivo
confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí”. Finalmente Hechos 26: 1–32 relata
el testimonio personal de Pablo ante el rey Agripa.
Comentario
El mejor testigo de nuestra fe es nuestra propia historia. Al compartir lo que Dios ha hecho por nosotros en nuestra vida, estamos presentando un mensaje convincente. La gente podrá decir: “Bueno, eso funcionó para usted, pero no funcionaría para mí”, pero no pueden negar lo que significó para usted. Como cristianos, cada uno de nosotros es un embajador de Cristo. Si es así, ¿qué debemos hacer y qué debemos decir? Si bien estamos en este mundo, ¿cómo es que “no somos de este mundo? ¿Significa esto algún tipo de desconexión arrogante con el mundo en el que vivimos? ¿Cuál es entonces la aplicación práctica? Porque la teoría puede parecer clara, pero en la práctica…
Algunos critican nuestra participación en organizaciones humanas. ¿Pero acaso no estamos llamados a dar testimonio de Dios y de la verdad en todas partes? Más importante aún, ¿cómo llegarán a conocer al Dios que amamos y admiramos los que están allá afuera de nuestra comunidad? No es solo una cuestión de evangelismo tradicional, sino de cómo vivimos nuestras vidas ante el universo que nos observa.
“Porque Dios estaba en Cristo trayendo al mundo de regreso de la hostilidad a la amistad con él, sin contar sus pecados, y dándonos este mensaje para convertir a sus enemigos en sus amigos. De modo que somos embajadores de Cristo, como si él rogara por nosotros: “Por favor, vuelvan a él y sean sus amigos” 2 Corintios 5:19, 20 VBL. Somos embajadores de Cristo porque nos ha dado su mensaje de reconciliación. ¿Cómo explicamos qué es este mensaje y cómo lo demostramos a menos que participemos?
Sí, todos necesitamos participar. Pero esto no significa tener una mentalidad de cortador de galletas, en la que todos se ven obligados a hacer las cosas de la misma manera. Se nos da creatividad e individualidad, y necesitamos compartir la verdad en nuestras propias formas únicas. El problema con nuestro evangelismo es que a menudo tenemos una visión estereotipada de lo que debería suceder. En cambio, Dios nos dio a todos voces especiales para proclamar su verdad de la manera que esta más nos impacta. Testificar significa un enfoque muy personal, y aunque todos necesitamos ser activos en esto, no es para que otros nos digan cómo se debe hacer. Somos testigos de lo que Dios ha hecho por nosotros y de lo que él significa para nosotros. Algo distinto a esto equivale a proclamar noticias de segunda mano.
Tengo la sincera convicción de que no tenemos tanto un deber sino una oportunidad increíble de compartir con todas las personas de todos los niveles las maravillosas buenas noticias de Dios, y mostrarlo como Él realmente es, para revelar que no es como el enemigo lo ha descrito, y que Él nos salvará y nos sanará, al mismo tiempo que revelará su naturaleza al universo, en la medida que todos sus hijos entienden y aman su carácter.
Comentarios de Elena de White
Debemos ir a proclamar la bondad de Dios y a mostrar claramente cuál es su verdadero carácter. Debemos reflejar su gloria… Manifestemos el carácter de Dios ante los demás como lo hizo Moisés ante Israel, tanto en el espíritu como en la vida. Debemos recibir la luz de su rostro, lleno de compasión y amor, y reflejarla a las almas que perecen. {A fin de Conocerle, p. 368}
Si aquellos que nombran el nombre de Cristo conocieran el Libro que revela el carácter de Dios, no estarían en desacuerdo entre sí. Los que son uno con Cristo son uno con el otro. Esta unión es un testimonio vivo del poder del Evangelio de Cristo. Los que están unidos demuestran al mundo que Dios ha enviado a su Hijo para redimirlos. Son una manifestación de lo que la verdad puede hacer por la humanidad. Son testigos vivos del poder de la redención. El amor de Dios mora en sus corazones, como moraba en el corazón de Cristo, lo que los lleva a obedecer la santa ley de Dios. El carácter de Cristo es su gloria, y la gloria de los creyentes es la representación que dan del carácter de Cristo. Los incrédulos son condenados y convertidos cuando ven el Espíritu de Cristo revelado por sus hijos. {Signs of the Times, 3 de marzo de 1898 par. 12}
“Me seréis testigos.” Estas palabras de Jesús no han perdido nada de su fuerza. Nuestro
Salvador pide testigos fieles en estos tiempos de formalismo religioso; pero ¡cuán pocos, aun
entre los que profesan ser embajadores de Cristo, están listos para dar un testimonio fiel y
personal por su Maestro! Muchos son los que pueden decir lo que hicieron, osaron, sufrieron, y
disfrutaron los hombres grandes y buenos de las generaciones pasadas. Se vuelven elocuentes al
presentar el poder del Evangelio, que habilitó a otros para regocijarse en penosos conflictos y
para quedar firmes contra fieras tentaciones. Pero al par que son tan ardorosos en cuanto a
presentar a otros cristianos como testigos por Jesús, no parecen tener ninguna nueva ni oportuna
experiencia propia que relatar. {Obreros Evangélicos, p. 289}
Pablo enseñó que la religión es un positivo poder salvador, un principio proveniente
enteramente de Dios, una experiencia personal del poder renovador de Dios en el alma. {Los
Hechos de los Apóstoles, p. 360}
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila
