Jonathan Gallagher Lección 11. “Desde un torbellino ” (4T 2016—El libro de Job)

Desde un torbellino (4T 2016—El libro de Job)

Textos bíblicos: Job 38–39, Juan 1:29, Mateo 16:13, 1 Cor. 1:18–27, Job 40:1–4, 42:1–6,
Lucas 5:1–8.

Citas
• El discurso del Todopoderoso [en el libro de Job]… es un desfile de poder, carente de contenido moral… positivamente inmoral en todos los sentidos humanos. Kenneth Rexroth
• No es la luz lo que necesitamos, sino el fuego; no es una suave lluvia, sino un trueno. Necesitamos la tormenta, el torbellino, y el terremoto. Frederick Douglass
• Búscame en el torbellino o en la tormenta. Marcus Garvey
• Preguntar es realmente abrir la puerta a la tempestad. La respuesta puede aniquilar a la pregunta y al que pregunta. Anne Rice
• Si el Señor dice que des más de lo que tú crees que eres capaces de dar, debes saber que Él proveerá para ti. Ya sea que las cosas estén navegando sin problemas o que hemos llegado al fondo, Él siempre es fiel. Puedes contar con que el Dios Todopoderoso mantendrá su Palabra eterna. Charles Stanley

Para debatir
¿Por qué Dios habla desde el torbellino? ¿Qué pasó con la “suave voz”? ¿Responde Dios a las preguntas de Job? ¿Qué entendemos del discurso de Dios a Job y cómo se aplica esto a nosotros? ¿Qué hay de las preguntas de Dios y la respuesta de Job, ¿es suficiente? ¿Cuál es la relevancia de Behemoth y Leviatán, especialmente para nosotros?

Resumen bíblico
Job 38-41 marca un aspecto muy diferente a Job en que ahora Dios habla. A pesar de que el narrador afirma que Dios está respondiendo Job, Dios está en realidad estaba haciéndole preguntas fundamentales a Job. Gran parte del énfasis de Dios está en su poder creativo y su existencia eterna en comparación con Job. La respuesta de Job en 42: 1-6 es “me arrepiento en polvo y ceniza”, diciendo que simplemente ha hablado por ignorancia. En Juan 1:29 Juan Bautista identifica a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jesús preguntó a sus discípulos lo que la gente decía respecto a quien él era (Mateo 16:13). En 1 Cor. 1: 18-27 Pablo describe el mensaje de la cruz.
Lucas 5: 1-8 es el relato del llamado de los discípulos de Jesús.

Comentario
Pareciera que el discurso de Dios no era lo que ninguno de los participantes esperaba. También es interesante notar que en contraste Dios pareciera no tener ningún reproche respecto a ninguno de los argumentos hechos por Job o sus amigos. Una cosa es reconocer a Dios como creador, ¡pero otra cosa es estar en su presencia y responderle!
Incluso aquí continúa el estilo poético del libro de Job, así que caben muchas descripciones literarias, especialmente cuando se menciona a Behemot y a Leviatán.
Dios desafía a Job preguntándole: “¿dónde estabas tú?”—especialmente en el momento de la creación. Aquí Dios está aclarando que él tiene todo el conocimiento, y todo está bajo su control. Él no pierde tiempo debatiendo los argumentos de los amigos de Job, sino que lleva las cosas a otro nivel. Desde nuestra perspectiva habría sido muy
útil informar a Job sobre el “experimento” en el que estaba involucrado, explicándole que sus sufrimientos servirían como respuesta a las acusaciones del Diablo. Pero esto habría arruinado el “experimento” antes de terminar. Dios solo le recuerda a Job su poder divino. Quizás para Job era suficiente oír la voz de Dios y saber que no lo había
abandonado.
Luego Dios pasa de su actividad en la creación hasta su cuidado permanente por el mundo, incluyendo su cuidado por los animales y hasta el clima. Job se da cuenta de que no tiene respuestas ante tal sabiduría divina, y decide que lo mejor es no decir más nada.
La descripción poética de Behemot y Leviatán llaman la atención en cuanto a lo que estos personajes pueden representar. El asunto más debatido aquí es que debemos reconocer que Dios creó a estos animales también. Así que Dios está señalando tales ejemplos de la creación como una manera de recordarle no solo a Job sino a sino quizás
particularmente a sus amigos, que deben considerar con cuidado lo que dicen. Es posible que la narración de Dios donde describe su poder era más para beneficio de ellos ya que parecían estar en un estado de su desarrollo espiritual en el que necesitaban una demostración del poder de Dios para escuchar y obedecer.
Sin duda los amigos de Job no reciben ningún reconocimiento. Vale la pena notar las palabras exactas que Dios les dijo: “Aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz, el temanita: “Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. Ahora,
pues, tomad siete becerros y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Mi siervo Job orará por vosotros y yo de cierto lo atenderé para no trataros con afrenta por no haber hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job. Fueron, pues, Elifaz, el temanita, Bildad, el suhita, y Zofar, el naamatita, e hicieron como Jehová les
había dicho. Y Jehová aceptó la oración de Job.” 42:7-10 FBV.
Los versículos finales describen la restauración que Job recibió. Algunos han considerado que Job “se escabulló,” del destino porque en esta vida, al menos, no es así como funcionan las cosas. Pero no debemos ver esto como una recompensa por “buena conducta” necesariamente, sino como un reinicio de las condiciones del escenario antes
de que comenzara el “experimento.”

Comentarios de Elena de White
“Respondió Jehová a Job desde un torbellino” (Job 38:1), y reveló a su siervo la grandeza de su poder. Cuando Job alcanzó a vislumbrar a su Creador, se aborreció a sí mismo y se arrepintió en el polvo y la ceniza. Entonces el Señor pudo bendecirle abundantemente y hacer de modo que los últimos años de su vida fuesen los mejores.
{Profetas y Reyes, p. 120} La verdadera santidad y humildad son inseparables. Mientras más cerca esté el
alma de Dios, más completamente se humillará y someterá. Cuando Job oyó la voz del Señor desde el torbellino, exclamó: “Me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza”. Job 42:6. Cuando Isaías vio la gloria del Señor, y oyó a los querubines que clamaban: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos”, exclamó: “¡Ay de mí! que soy muerto”.
Isaías 6:3, 5. Cuando fue visitado por el mensajero celestial, Daniel dijo: “Mi fuerza se cambió en desfallecimiento”. Daniel 10:8. Pablo, después de haber sido arrebatado al tercer cielo y haber oído cosas que no es lícito que diga el hombre, habla de sí como el menor “que el más pequeño de todos los santos”. Efesios 3:8. Fue el amado Juan, que se
reclinaba sobre el regazo de Jesús, y contemplaba su gloria, quien cayó como muerto ante el ángel. Mientras más íntima y continuamente contemplemos a nuestro Salvador, menos procuraremos aprobarnos a nosotros mismos. {A fin de Conocerle, p. 175}

Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2016
Traducción: Shelly Barrios De Ávila

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