Para prepararnos mejor para nuestros cruces, podemos estudiar los ejemplos de…
- Abraham (cuando Dios le dijo que sacrificara a su hijo Isaac) -Domingo
- Oseas (cuando Dios le ordenó recuperar a su esposa infiel) -lunes
- Job (cuando lo perdió todo para demostrar su lealtad a Dios) -Martes
- Pablo (cuando sufrió repetidas persecuciones y dificultades por seguir a Dios) -Miércoles
- El pueblo de Dios (cuando experimenta un calor extremo por causa de Dios)-jueves
Todas estas experiencias representan los momentos más duros para los elegidos de Dios. Y sin embargo. estos sobrevivientes recibirán su recompensa eterna en el cielo por su destacada lealtad y obediencia a Dios, a pesar del calor extremo de sus cruces.
Hay dos peligros de estos crisoles extremadamente calientes. Primero, podríamos negar y abandonar nuestra relación con Dios, no creyendo en Él en absoluto. O, quizás aún peor, podríamos tener una visión de Dios tan distorsionada que otros se desviaran por nuestras ideas malinterpretadas sobre Él. Podríamos empezar a odiar a Dios, y ese debe ser el resultado más desgarrador de todos para un Padre que nos ama tanto.
Texto de memoria: “Sin embargo, al Señor le agradó herirlo; lo hizo sufrir. Cuando hagas de su alma una ofrenda por el pecado, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor prosperará en su mano”. Isaías 53:10 LBLA
