Moisés dijo repetidamente a los hebreos que recordaran cosas. Esta semana veremos qué, por qué y cómo debían recordar los eventos que involucraban…
- El Diluvio (domingo)
- El Éxodo (lunes)
- Su idolatría (martes)
- Su prosperidad en Canaán (miércoles)
- Su antigua esclavitud (jueves)
Después del arrepentimiento, era importante que el pueblo de Dios se detuviera y recordara…
- Nuestra libertad de nuestro pasado cargado de pecados
- El Dios amoroso que nos apoya continuamente
- Y el futuro que Él promete a todos los que permanecen fieles.
Texto de memoria: “¡Recuerda! No olvides cómo provocaste la ira del Señor tu Dios en el desierto. Desde el día en que saliste de la tierra de egipto hasta que llegaste a este lugar, has sido rebelde contra el Señor’. ” Deuteronomio 9:7 LBLA
Básicamente, todos estamos llamados a recordar, y a no olvidar, la intervención de Dios en nuestras vidas, tanto a nivel corporal como individual. Dios estaba especialmente interesado en preservar la relación de alianza que hizo con los hijos de Abraham. Desde el Jardín del Edén, ha deseado restaurar todo lo que se rompió cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios.
Por la misericordia paciente y perdonadora de Dios, se nos pide que recordemos todo lo que nuestro Padre ha hecho con tanto amor por nosotros, a pesar de nuestro comportamiento y actitudes persistentemente rebeldes.
No hay duda de que Dios recuerda las promesas de su pacto. El problema radica en nuestra tendencia a olvidar Sus promesas al descuidar el seguimiento fiel de Sus requisitos. Sus mandamientos están diseñados para preservar nuestra relación con Dios, a pesar de los intentos de Satanás por alejarnos de Él.
