Nosotros somos seres sociales, vivimos juntos, no fuimos creados para ser ermitaños. Necesitamos hablar unos con otros, y, además, necesitamos los unos de los otros. Nuestras actividades son complementarias, nadie puede vivir bien solo. Más aún en estos tiempos de alta tecnología. Necesitamos de los demás en términos medicinales, de Internet, de automóviles, de alimentación, de transporte, de educación, de comunicación y de miles de otras cosas más, que no conseguimos proveer adecuadamente sin otras personas. Cuanto más tecnología existe, más nos volveremos dependientes unos de otros; cuanto más conocimiento sea desarrollado, más nuevas actividades surgirán y nosotros necesitaremos de otros profesionales para una vida adecuada. Un ejemplo puede ser el experto en tecnología de teléfonos móviles. No hace mucho tiempo no existía ese profesional, pero hoy es indispensable, no vivimos más sin él. Y para citar un ejemplo menos tecnológico, pero también muy exigido, son los profesionales que cuidan la salud de los perros y gatos. También muchos no viven más sin estrés que faltan a esas personas. Pero un ser del que siempre necesitamos es de nuestro Salvador, Él es siempre indispensable. Un día podremos relacionarnos con Él no sólo por oración, sino cara a cara, como hizo Moisés.
Escuela Sabática VIVA. Leccion 1 – “Los ritmos de la vida” – Sábado 6 de Abril – HopeMedia.es
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