El libro de Hebreos se distingue de otras epístolas paulinas. Se cree que es un sermón que Pablo predicó, más que una carta que escribió. Las palabras de exhortación contenidas en sus trece capítulos hablan en su mayoría de aliento para la iglesia primitiva en dificultades.
Aunque se cuestiona la autoría e incluso la audiencia de Hebreos, hay mucho en el libro que suena a Pablo en su estilo y temas. Ellen G. White afirma que Pablo es el autor de Hebreos, y hay muchos estudiosos de la Biblia que están de acuerdo con ella. El público puede haber sido una mezcla de cristianos judíos y gentiles. Quienquiera que fuera, era el pueblo de Dios y necesitaba consuelo y fortaleza ante la persecución que sufría a causa de su fe.
Estos primeros cristianos tuvieron una experiencia que tuvo tres fases.
Comenzó con la evangelización. Quedaron cautivados por el testimonio y los milagros que acompañaban a su nueva fe. Su amor por Cristo era fuerte y conmovedor.
Pero luego comenzó la persecución y su experiencia pasó de la alegría al dolor y al sufrimiento. A menudo se quedaban sin medios económicos ni apoyo físico de ningún tipo.
La tercera fase consistió en un desánimo espiritual que los mantuvo en un estado de depresión. Su servicio y adoración a Dios flaquearon al decaer su ánimo tras los continuos ataques de los miembros de sus comunidades eclesiásticas.
