A sus discípulos, Jesús les dijo: “ Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. – Juan 12:32 – RV. Israel debía proclamar la solución para el problema del pecado por la fe en el sacrificio Sustitutivo típico. La iglesia recibió la misión de proclamar la gloria de la cruz, la esperanza para los pecadores oprimidos por el diablo. La cruz nivela a todos los seres humanos, culturas y etnias, como pecadores que “carecen de la gloria de Dios”. Cristo Jesús.
Bajo la iglesia fue puesta la responsabilidad de proclamar esta verdad y esperanza. Este es el llamado desafiador de Dios a su pueblo en esta hora repleta de acontecimientos inauditos. Es en nosotros, en nuestro carácter, que el cielo anhela ver con vehemente deseo la imagen limpia y perfecta de Cristo, para revelarlo a los pecadores necesitados de esperanza. Esto solo es posible mediante el poder del Espíritu Santo en nosotros. Israel falló en el cumplimiento de la misión ¿y nosotros?
