Escuela Sabática Texas USA Lección 2: “El origen y la naturaleza de la Biblia” Sabado 11 de abril de 2020

Los israelitas, cuando todavía no se había escrito nada de la Biblia, habrían recibido nuevas revelaciones de Dios si hubieran puesto en práctica lo que ya habían aprendido. Pero ellos, aunque tenían todo el tiempo en el desierto del mundo, querían regresar. Esto dificultó en gran medida el proceso de aprendizaje mediante el cual se convertirían en ganadores contra el enemigo. “Durante este período de espera [para Moisés que había escalado el Monte Sinaí para recibir los Diez Mandamientos], hubo tiempo para meditar en la ley de Dios que habían escuchado, y para preparar sus corazones para recibir nuevas revelaciones lo que Moisés traería de la montaña, y más que podía hacerles a ellos. No tenían demasiado tiempo para este trabajo; y si hubieran estado buscando una comprensión más clara de los mandamientos de Dios y humillaran sus corazones ante Él, habrían estado protegidos de la tentación. Pero ellos no hicieron esto; y pronto se volvieron descuidados, desatentos y desordenados ‘(Patriarcas y Profetas, 315). De alguna manera, la experiencia en el desierto se puede repetir con nosotros si estamos relajados en la práctica de lo que ya sabemos. Si hacemos esto, la Biblia se cerrará y dejaremos de obtener nuevos conocimientos, incluso escuchando sermones todos los sábados, domingos y miércoles.

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