La Biblia sin la acción del ESPÍRITU SANTO es como cualquier otro buen libro. Sirve para muchos propósitos, muchas enseñanzas y la transmisión de buenos principios, pero puede hacer poco para cambiar el carácter. Si, dado a DIOS para leer con Él como instructor, como si nos hablara a través de los escritos, tendremos una influencia divina tan poderosa como la que creó los cielos y la Tierra.
Hace días estaba hablando con una persona tonta. Ella escribió lo que quería decir y lo leí. Así es la Biblia. DIOS no fue mudo, pero estamos muy lejos de Él por nuestra pecaminosidad. Luego nos habla a través de su Palabra escrita, y si no la leemos simplemente como leemos cualquier otro libro, DIOS nos transformará y nos transmitirá la vida eterna.