Capitulo 4 La Creacion a traves de la Biblia – L. James Gibson (Libro complementario de escuela sabatica) Leccion 4 para el sabado 26 de Enero

La Creación a través de la Biblia

Génesis 1 al 3 es el fundamento del mensaje bíblico de salvación, y el eco de estos capítulos forman un tema central a través de todas las Escrituras. Brevemente repasaremos algunos de los textos bíblicos que se refieren a la semana de la Creación. 1 La Creación es un tema importante en los escritos de Moisés, aun aparte de Génesis 1 al 3. La imagen de Dios que poseen los seres hu- manos se menciona tres veces en el Génesis. 2 Las bendiciones y las maldiciones de Génesis 1 al 3 también tienen su eco en otras partes del Pentateuco. La bendición de la fertilidad, en la forma del mandato de “fructificad y multiplicaos”, fue dada en primer término a las criaturas del mar y del aire, y luego a Adán y a Eva. Esta bendición se repitió a Noé y a sus hijos, cuando salieron del arca (Génesis 9:1). Y bendiciones similares se le dieron a Abraham, a Isaac y a Jacob. 3 Vemos la maldi- ción sobre el suelo nuevamente, cuando Caín mató a su hermano (Gé- nesis 4:11, 12); y se repitió como un eco en el nombre dado a Noé. 4 Los Diez Mandamientos contienen una alusión dramática a la sema- na de la Creación. La razón para “guardar” el sábado en el séptimo día está basada en la obra creadora de Dios. Así como él creó en seis días y descansó en el séptimo, la humanidad ha de trabajar seis días y descan- sar en el séptimo (Éxodo 20:8-11). Dios mismo atestiguó respecto de la semana de la Creación cuando pronunció el cuarto Mandamiento (jun- to con los otros nueve) desde el Monte Sinaí; y luego lo escribió dos veces sobre piedra con su propio dedo (Éxodo 31:12-18; 34:28). Cuando Moisés repitió los Diez Mandamientos en su discurso de despedida, dio otra razón para la observancia del sábado: lo vinculó con la liberación divina de los Israelitas de la esclavitud en Egipto, en vez de hacerlo con su obra de creación (Deuteronomio 5:12-15. Pero, note que Éxodo 20:1 y 2 también basa el llamado de Dios a su pueblo a guardar toda la Ley en el hecho de haberlos libertado de la esclavitud de Egipto). La Creación y la Redención están vinculadas no solo aquí, sino también en otros contextos bíblicos. 5

La Creación en el Antiguo Testamento La fuerza de la opinión de la comunidad científica ha convencido a muchos eruditos en el sentido de que el registro de la Creación en el Génesis no es confiable. Los eruditos bíblicos liberales han revisado cuidadosamente la Biblia, buscando evidencias de que contenga histo- rias de la Creación que se contradigan mutuamente. Probablemente, la crítica más importante que esta investigación ha producido es la posi- ción de que Génesis 1 y 2 se contradicen. Sin embargo, hay buenas ra- zones para considerarlos como complementarios, en vez de contradicto- rios. Veámoslo. Algunos críticos pretenden que la secuencia de los eventos en Géne- sis 2 contradice la secuencia de los eventos en Génesis 1. Un lector su- perficial podría pensar que Génesis 2 pone la creación de Adán antes que la de las plantas y los animales, y la creación de Eva después de todo lo demás (Génesis 2:5-22). Esta afirmación refleja una lectura su- perficial. El autor de estos dos capítulos difícilmente habría escrito ma- terial que él creyera contradictorio. En lugar que buscar maneras de interpretar estos pasajes como contradictorios, deberíamos comenzar con la suposición de que el autor sabía lo que hacía, y cooperar con él, 6 inclinándonos hacia las interpretaciones que armonicen entre sí. Desde esta perspectiva, vemos que Génesis 1 se refiere a toda la se- mana de la Creación, y tiene marcadores cronológicos obvios en todo el capítulo, mientras Génesis 2 se concentra en la historia de la creación de Adán y de Eva, introduciendo otros elementos de la historia de la Creación solo cuando fueron necesarios. En otras palabras: cuando Moisés escribió Génesis 2, tenía otros objetivos en la mente que no eran la secuencia cronológica de la Creación. Además, al hablar de las plan- tas “antes de que” aparecieran en Génesis 2, Moisés empleó términos que indican que se estaba refiriendo a las malezas y las plantas cultiva- das que se desarrollaron después de la caída de Adán. 7 Estas eran plantas que habían sufrido las maldiciones pronunciadas sobre el sue- lo, y fue “antes de que” estuvieran en existencia al momento de la creación de Adán y de Eva, en el sexto día de la Creación. No hay en desacuerdo aquí, de modo que la supuesta contradicción entre Génesis 1 y 2 no es sostenible. La Creación es un tema importante en Job, los Salmos y los Prover- bios. En Job 38, Dios pregunta a Job acerca de su conocimiento de la creación. En los versículos 4 al 11, Dios describe las separación de la tierra y el mar, un eco del tercer día de la creación; en los versículos 12 al 19, Dios se refiere a la oscuridad y la luz, que él estableció el primer día de la creación; en Job 39, él describe algunas de las criaturas que creó: las cabras monteses, los asnos monteses, los búfalos, los avestru- ces y gavilanes; en el capítulo 40, él describe al “behemot” (probable- mente, el hipopótamo), 8 del que dice: “el cual hice, como a ti”; y en el capítulo 41, él describe al “leviatán (probablemente el cocodrilo). 9 Los salmos se refieren con frecuencia a la Creación, alabando al Creador por sus maravillosas obras, con Génesis 1 como su contexto más amplio. No relatan la historia de la Creación: la dan por hecho. El Salmo 104 es el más extenso de los salmos de alabanza al Creador, 10 pero muchos otros Salmos contienen resonancias de Génesis 1. Ellos identifican al Señor que “hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:1, 2). Los salmos explican cómo Dios creó, afirmando que lo hizo por medio de mandatos: Dijo y fue hecho (Salmo 33:6-9; cf. 148:5). Dicen que Dios creó el día y la noche (Salmo 74:16; 104:2), tal como se describe en el registro de lo que ocurrió en el primer día. Dios “establece sus aposen- tos entre las aguas”, 11 y “pone las nubes por su carroza” (Salmo 104:3), 12 una referencia poética al día 2 de la Creación. Dios separó la tierra del mar (Salmo 95:5; 104:5-9) el tercer día de la creación. Creó el sol, y también el verano y el invierno (Salmo 74:16,17); y designó la luna y las estrellas para que gobernaran la noche (Salmo 8:3; cf. 104:19; 136:7-9), un recordatorio del día 4 de la Creación. Dios dio a los seres humanos el dominio sobre las otras criaturas (Salmo 8:6), un eco del sexto día de la creación. Y un salmista nos recuerda el vínculo entre la Creación y el sábado, al citar las palabras de Éxodo 20:11: “El cual hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” (Salmo 146:6). Isaías habla del Dios “Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos” (Isaías 42:5). Dios enuncia: “Formo la luz y creo las tinieblas” (Isaías 45:7); y también: “Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cie- los, y a todo su ejército mandé” (Isaías 45:12). Dios “no la creó en vano”, sino “para que fuese habitada” (Isaías 45:18). La idea de la Creación también es importante para la visión de Isaías del futuro, cuando “morarán el lobo con el cordero” (Isaías 11:6) y Dios creará “nuevos cielos y nueva tierra” (Isaías 65:17). Los escritos de otros profetas se refieren también a la Creación. Jere- mías habla del poder y la sabiduría de Dios al formar la tierra y exten- der los cielos (Jeremías 51:15). Amos se refiere a Dios como el Creador de las Pléyades y el Orión (Amos 5:8); y el que “edificó en el cielo sus cámaras” (Amos 9:6). Jonás se identificó como uno que adoraba al Dios del cielo, “que hizo el mar y la tierra” (Jonás 1:9). Zacarías señala a Dios como quien “extiende los cielos y funda la tierra” (Zacarías 12:1). Y Nehemías hace una clara alusión al Mandamiento del sábado de Éxodo 20: “Tú hiciste los cielos […] la tierra y todo lo que está en ella, los ma- res y todo lo que hay en ellos” (Nehemías 9:6). De esta manera, la Crea- ción está entretejida con todo el Antiguo Testamento.

La Creación en el Nuevo Testamento Jesús claramente afirmó el informe de la creación del Génesis. Se re- firió a la creación de los seres humanos: “El que los hizo al principio, varón y hembra los hizo” (Mateo 19:4-6; Marcos 10:6-9). Jesús citó Gé- nesis 1:27 y 2:24, mostrando así que los dos capítulos son complemen- tarios. También, declaró que “el sábado fue hecho por causa del hom- bre, y no el hombre por causa del sábado” (Marcos 2:27, 28). El ejemplo de Jesús mismo es suficiente afirmación de la veracidad de la historia de la Creación del Génesis. Lucas se refirió a Adán, el primer ser humano, como “hijo de Dios” (Lucas 3:38). Y en su libro de Hechos, describe a Pedro y a Juan apelan- do a Dios como Creador cuando los amenazaron con la persecución: “Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay” (Hechos 4:24). Esta es otra alusión al Manda- miento del sábado de Éxodo 20. Pablo y Bernabé usaron el mismo tema cuando la gente de Listra quiso adorarlos (Hechos 14:15). Y Pablo apeló al Dios Creador, en su sermón a los estoicos y los epicúreos sobre la colina de Marte (Hechos 17:24-31). Es importante que Jesús y sus se- guidores más íntimos hayan creído en la historia de la Creación como está en el Génesis, y la afirmaron. Juan comenzó su Evangelio con un eco de Génesis 1:1: “En el princi- pio […]” El Creador, el que “fue hecho carne, y habitó entre nosotros”, era el Verbo [la Palabra] (Juan 1:1-3,14). Juan enfatizó el poder creador de Jesús en las historias que escogió para consignar en su Evangelio. Se advierte la virtud creadora cuando volvió el agua en vino, en el nuevo nacimiento, en la oferta de agua viva, en las curaciones, en la alimenta- ción de los cinco mil, al caminar sobre el mar y al resucitar a Lázaro. 13 Cada uno de estos actos tomados como ejemplos fue realizado por la Palabra, literalmente por medio de las palabras de sus mandatos, que nos recuerda la Creación por la Palabra, descrita en Génesis 1. Pablo se refirió varias veces a las historias de la Creación y de la Caída. Identificó a Adán como el primer hombre (1 Corintios 15:45), y dijo que fue formado antes que Eva (1 Timoteo 2:3). Citó la declaración de Génesis 2:24, de que el hombre y la mujer debían ser “una carne” (Efesios 5:31).

Mencionó que el pecado y la muerte entraron en el mun- do por el pecado de Adán (Romanos 5:12; 1 Corintios 15:22), con el re- sultado de que toda la creación ahora está gimiendo bajo la maldición (Romanos 8:20-22). Pablo también se refirió al tiempo en que Dios “mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz” (2 Corintios 4:6). Su afirmación de la historia de la Creación es realmente importante, al ayudarnos a entender el problema del mal natural, el “gemir” de la creación. 14 El autor de Hebreos 15 afirmó la historia de la Creación dada en Gé- nesis. Se refirió al “principio”, cuando Dios “fund[ó] la tierra” (Hebreos 1:10). 16 Y hace una de las declaraciones más claras en las Escrituras respecto de la creación ex nihilo (a partir de la nada): “Por fe entende- mos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3). Tam- bién, se refirió al dominio dado al hombre en la Creación: “[…] le pusis- te sobre las obras de tus manos” (Hebreos 2:6-8). 17 Y al hablar del sá- bado, se refiere al descanso de Dios en el séptimo día (Hebreos 4:3, 4). Esta es una referencia importante a Génesis 2:1 al 3, porque indica que la obra de Dios durante la semana de la Creación es diferente de su obra de sustentar al mundo. 18 Santiago se refirió a la creación de la humanidad a la imagen de Dios (Santiago 3:9). Y Pedro escribió una fuerte declaración acerca del escepticismo de los últimos días, prediciendo que la gente negaría que Dios actuara en la historia: no creerán en la Segunda Venida porque no creen en la Creación ni en el diluvio; pero “ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos los cielos, y también la tierra, que proviene del agua [Creación] y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua [Diluvio]” (2 Pedro 3:5, 6).

No obstante, Pedro esperaba la creación de “cielos nuevos y tierra nueva” (versículo 13). El Apocalipsis se refiere a la antigua creación y a la nueva creación. Juan repite el lenguaje de Éxodo 20, al escribir que el que “creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar”, en una clara alusión al Mandamiento del sábado en Éxodo 20, vinculando el sábado con la Creación. El libro concluye con una des- cripción de la nueva creación, en la cual ya no habrá muerte ni sufri- miento, y Dios mismo estará presente con su pueblo (Apocalipsis 21, 22). La Biblia comienza con la Creación (Génesis 1-3) y termina con la Creación (Apocalipsis 21, 22). Este acto de Dios no está confinado a una porción específica de las Escritura, en forma aislada del resto de la Pa- labra de Dios; en cambio, es fundacional para todo lo que declara la Escritura. Imaginen cuán difícil sería explicar el significado de todas las alusiones a Génesis 1 al 3 y sus ecos, si nos faltaran esos capítulos. La Creación no es una idea periférica en la Escritura sino central, tanto para la adoración como para la salvación, los cuales son temas clave del Libro.

La Creación y la ciencia La creación, por definición, es un evento causado de forma sobrenatural. La ciencia, según su definición corriente, es naturalista. Se debería esperar tensión entre las ideas que están basadas sobre presu- posiciones tan profundamente diferentes. Felizmente, la mayoría de las preguntas científicas son de naturaleza experimental, y no producen conflicto entre la Creación y el naturalismo científico. La tensión entre estos dos sistemas de creencias está restringida a cuestiones históricas, tales como explicar el origen de una característica física específica y estimar cuándo ocurrió un evento. El conflicto surge cuando las presuposiciones que difieren producen interpretaciones conflictivas. Por ejemplo, cada organismo viviente tiene un código genético que especifica la forma y la función de ese organismo. Curiosamente, los códigos genéticos de todos los organis- mos vivientes, no importa cuán diferentes sean, son casi idénticos. Los creacionistas consideran que este es el caso por el cual el código fue diseñado con inteligencia, y es apropiado para todas las formas de vi- da. Los científicos naturalistas, por otro lado, mencionan que se debe a que todos los organismos evolucionaron a partir de un antepasado que todos tienen en común.

El conflicto se suscita cuando las observaciones parecen ser incon- sistentes con las Escrituras. Por ejemplo, la datación de rocas con ra- dioisótopos a menudo señala edades de centenares de millones de años. Los creacionistas no tienen una explicación plenamente satisfac- toria para las fechas consignadas por estas mediciones con radioisóto- pos; pero otras evidencias señalan que la tierra existió por un tiempo mucho más corto. 19 Hay también otros desafíos a la teoría creacionista para los cuales no tenemos todavía respuestas satisfactorias. Los creacionistas han respon- dido de diversas maneras. La respuesta que favorezco personalmente es reconocer que, por definición, la creación sobrenatural yace fuera de los límites de la ciencia naturalista. Dios tiene métodos de acción que no nos son accesibles mediante la revelación ni el descubrimiento científico. La Escritura contiene lo que Dios nos expresó por medio de sus acciones en la historia. La ciencia nos ayuda a comprender cómo Dios gobierna el mundo actualmente, y puede proporcionar indicios acerca del pasa- do; pero debería ser interpretada a la luz de las Escrituras. Cuando encontramos tensión, deberíamos actuar con responsabi- lidad. 20 Primero, las declaraciones en conflicto deben examinarse cui- dadosamente con las Escrituras. Algunas de estas declaraciones están equivocadas. Segundo, debemos examinar la Escritura con cuidado, de modo de comprobar lo que realmente dice acerca del punto en discu- sión, y determinar las implicaciones de los diferentes conceptos. Terce- ro, debemos reconocer la tensión donde existe. No sabemos todas las cosas, y algunas veces tenemos que ejercer fe mientras esperamos más información. Adoptar una posición por causa de nuestra fe en las Escrituras es consistente con la enseñanza cristiana. Pero, negar la tensión donde realmente exista es ser irresponsables. Aunque no podemos responder siempre a todas las preguntas, podemos esperar que el estudio conti- nuado nos acerque a una comprensión de la Creación que armonice con las Escrituras.

Conclusiones

La Creación es el contexto en el cual se brinda el mensaje de la Biblia. Es el primer tema de Génesis, y el último del Apocalipsis. Los escritores bí- blicos suponen la exactitud de la historia de la Creación en Génesis 1 y 2, y a menudo edifican sus enseñanzas sobre ella sin repetirla ni anali- zarla en detalle. Los puntos principales de la historia de la Creación se repiten varias veces, y demandan una respuesta de quienes fueron creados a imagen de Dios. No existe indicio en Génesis 1 para que no se lo tome literalmente. Quienes niegan su naturaleza literal quedan con el problema de explicar las muchas otras partes de la Escritura que se refieren a ella como a una historia literal. En un sentido real, Génesis 1 al 3 es como un hilo de oro que une toda la historia bíblica en un todo coherente. La historia de la Creación registrada en esos capítulos pro- porciona la respuesta a nuestras preguntas más profundas, y es la base de nuestra esperanza más intensa.

Referencias

1 Ver también Shea, W. M. “Creación”, en el Tratado de Teología adventista, G. W. Reid, ed. general (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), pp. 473-516. 2 Génesis 1:26, 27; 5:1, 2; 9:6. 3 Génesis 12:1-3; 26:4; y 35:11, respectivamente. 4 Génesis 5:29. El nombre de Noé significa “Descanso”, y su familia anhelaba el descan- so del trabajo de labrar el suelo. 5 Por ejemplo, Salmo 146:6; Juan 1:1-14; Apocalipsis 14:6. 6 Collins, J. C. Genesis 1-4. A Linguistic, Literary and Theological Commentary (Phillips- burg, NJ: P & R Publications, 2004), p. 7. 7 Younker, R. “Genesis 2: A Second Creation Story?” en Baldwin, J. T. Creation, Catas- trophe and Calvary: Why a Global Flood is Vital (Hagerstown, MD: Review and Herald®, 2000), pp. 69-78; Moskala, J. “A Fresh Look at Two Genesis Creation Accounts: Contra- dictions?”, Andrews University Seminary Studies 49/1 (2011), pp. 45-65. 8 No identificado con certeza, pero a menudo considerado el hipopótamo, que ahora está extinto en Israel. 9 De identificación incierta, pero se sugiere el cocodrilo, que vivió en Israel hasta co- mienzos del siglo XX. 10 Davidson, R. “Creation in Psalm 104”, manuscrito no publicado presentado al Conci- lio sobre Fe y Ciencia, revisado en octubre de 2010. 11 La referencia parece ser a la morada de Dios por sobre las aguas del cielo atmosféri- co. 12 Proverbios 8:27 al 29 también se refiere a los eventos de los días segundo y tercero de la Creación. 13 Respectivamente, Juan 2:6-11; 2:19; 3:3; 4:10; 4:50; 5:1-9; 9:1-7; 6:1-14; 6:15-21; 6:35, 51; y Juan 11. 14 Este problema es virtualmente intratable para la teoría evolucionista. Ver Southgate, C. The Groaning of Creation: God, Evolution and the Problem of Evil (Louisville, KY: West- minster John Knox Press, 2008). 15 La opinión está dividida sobre si se trató de Pablo o alguien cercano a él. 16 Citando Salmo 102:25 al 27.
17 Citando Salmo 8:4 al 6. 18 Juan 5:17; ver también Colosenses 1:16 y 17; Hebreos 1:3. 19 Roth, A. A. Origins: Linking Science and Scripture (Hagerstown, MD: Review and Her- ald ®, 1998), capítulos 12 al 15. Ver Brand, L. Faith, Reason, and Earth’s History. 2ª ed. (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2009). 20 Ver Brand, L. Faith, Reason, and Earth’s History. 2ª ed. (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2009).

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