El pueblo de Dios de los últimos días tiene mucho en común con otras denominaciones cristianas. Sin embargo, nuestro conjunto de creencias forma un sistema único de verdades bíblicas. Bienvenidos al bosquejo de la Escuela Sabática, estamos en la lección 8, que tienen como título: Unidad en la fe
En esta lección examinaremos cuatro creencias adventistas centrales que dan sentido a nuestra unidad en la fe:
1. La salvación por medio de Jesús
2. El ministerio de Cristo en el Santuario celestial
3. La segunda venida de Cristo
4. El sábado
I. La salvación por medio de Jesús
Los adventistas afirman inequívocamente que la salvación es únicamente posible a través de Jesucristo. El apóstol Pablo les dijo a los Corintios: «Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo» (2 Cor. 5: 19). La única forma de lograr nuestra reconciliación con el Padre, era la muerte de Cristo, sólo de esta forma se podía cubrir el abismo dejado por el pecado. Él ha realizado un sacrificio tal que no necesita repetirse (Heb. 7: 23-27). La unidad de la iglesia es el resultado de esa reconciliación y es algo que surge de la muerte de Jesús en el Calvario.
II. El ministerio de Cristo en el santuario celestial
Otra creencia distintiva de los adventistas del séptimo día se refiere al ministerio de Jesús en el santuario celestial. La biblia describe dos fases del ministerio de Jesús en el cielo.
1. Su ministerio en el lugar santo que era caracterizado por intercesión, perdón, reconciliación y restauración.
2. Y en el lugar santísimo, que es caracterizado por dos aspectos: Juicio y purificación.
Comprender la intercesión de Jesús en el Santuario celestial nos ayuda a valorar el precio que pagó para reconciliar el mundo con Dios. Al experimentar la reconciliación divina, somos llamados a reconciliarnos unos con los otros. La unidad en la iglesia es sólo posible por causa de la muerte de Jesús y a su ministerio en el santuario celestial.
III. La segunda venida de Cristo.
Los apóstoles y los primeros cristianos llamaron al regreso de Cristo la «esperanza bienaventurada» (Tito 2: 13) La Biblia nos asegura repetidamente que Jesús regresará a buscar a su pueblo redimido. No sabemos la fecha del regreso de Cristo, Mat. 24: 36: «Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre»Pero eso no significa que debemos descuidar la preparación, al contrario, debemos estar atentos y vigilantes. El Evangelio de Mateo nos muestra cinco parábolas que nos exhorta a estar vigilantes en relación a su Segunda Venida. La esperanza en la Segunda Venida de Jesús enseña un concepto importante sobre el que se debe apoyar nuestra unidad en Cristo: La esperanza en la resurrección será el momento en que todos los redimidos se reúnan para vivir juntos para siempre.
IV. El sábado
El sábado es un don de Dios para la humanidad desde la creación (Gén. 2: 1-3).Existen por lo menos seis dimensiones del sábado:
1. Primero, el sábado es un recordativo perpetuo de la creación (Gén. 2: 1-3; Éxo. 20: 8-11)
2. Es un memorial de la liberación divina del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto (Deut. 5: 12-15)
3. En tercer lugar, el sábado es una señal de santidad y santificación (Éxo. 31: 13)
4. Cuarto, implica lealtad. El sábado también significa lealtad porque es el único mandamiento que menciona el nombre de Dios (Éxo. 20: 10-11;
5. Una quinta dimensión es el compañerismo.
6. Una sexta dimensión consiste en la oportunidad de descansar en Cristo.
Aplicaciones:
1. Cuando tenemos una buena relación con Dios, porque entendemos realmente lo que hizo y hace por nosotros. Entonces sabremos como relacionarnos con los demás.
2. Sin duda que las doctrinas de la biblia, definen nuestra identidad y nuestra misión.
3. Una pregunta clave es: Como dejar que Dios internalice las grandes verdades doctrinales de la biblia, de tal manera que pueda impactar en nuestra manera de vivir.
¿Cual sería la mejor manera de prepararnos para la venida de Jesús?
Velando y orando. Necesitamos ser más fervientes y perseverantes en el estudio diario de la biblia y la lección de la Escuela Sabática.