Bosquejo de la leccion 4
La cosmovisión es el filtro a través del cual miramos e interpretamos el mundo que nos rodea. El sistema educativo adventista se basa en la cosmovisión cristiana, y esta cosmovisión tiene como fundamento la Biblia.
El propósito de la lección de esta semana es reconocer el significado de la cosmovisión bíblica en la educación cristiana.
Sean todos bienvenidos al bosquejo de la lección de la Escuela Sabática.
Estamos en la lección 4, que tiene como título: “Los ojos de Jehová: La cosmovisión Bíblica”
Veremos en el bosquejo de la lección de esta semana tres ingredientes fundamentales de la cosmovisión Bíblica.
1. La doctrina de la creación
2. La doctrina de la redención
I. La doctrina de la creación.
La Biblia comienza con una declaración sobre Dios como creador.
Génesis 1:1
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”
En el creacionismo Dios no puede ser un agente pasivo. Dios crea porque puede, es un Dios transcendente que supera los límites y capacidades del ser humano y de la naturaleza que le rodea.
Al crear y relacionarse con el ser humano percibimos su inmanencia, o sea es un Dios dialogante y cercano.
El concepto de Dios en el corazón humano no puede ser la respuesta de un proceso evolutivo.
Por ejemplo:
El animal salvaje que es amansado por un domesticador jamás hubiera podido concebir por sí mismo el cuidado al que es sometido, si no fuese por una influencia externa.
Eso mismo ocurre con el concepto de un Dios amoroso y receptor.
Para el evolucionismo la persona no es más que material genético del proceso evolutivo.
En el creacionismo el ser humano es una persona y no una cosa.
La familia es el espacio donde se forman, se instruyen, y se potencian personas.
La procreación es el resultado de un proyecto de amor que no sólo transmite material genético sino tradiciones, gustos, afectividades y creencias.
El creacionismo aporta escatologías y, por ello, proporciona propósito a la existencia.
