Después de unos dos mil años de historia en que la gente de DIOS enfrentó muchos tiempos exitosos y muchos fracasos, cuando finalmente fueron expulsados de su tierra natal y más de 70 años dominados por un país extranjero, finalmente parecen haber aprendido que La vida es buena con Dios. Fue entonces cuando se preocuparon por su vida espiritual, con los sacerdotes, con los levitas y con el Templo. Querían repoblar la ciudad santa y dar un nuevo impulso a una vida santificada dirigida por Dios. Hicieron un propósito público a este respecto. Al menos esto sirvió para existir hasta la venida del Señor Jesucristo. Se advierte que no siguieron sus propósitos de ser fieles a Dios. Uno de los grandes problemas de la gente de DIOS es la simpatía por la vida que lleva a las personas que no adoran al verdadero DIOS. Hoy en día, es un afecto por las iglesias cristianas, pero interpretan la Biblia de manera diferente a lo que desea el gran autor. Y nosotros los adventistas estamos en grave riesgo porque todavía somos Laudicea, pensando que no necesitamos nada de Dios.
Asc. Metropolitana MX Lección 9: “Pruebas, tribulaciones y listas” Sabado 30 de Noviembre de 2019
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