David fue músico, compuso versos y melodías. Aparentemente, él era de los buenos, porque para complacer a un rey debería tener regalos por encima del promedio. Fue el quien dejó la mayoría de las composiciones en la Biblia. De hecho, solo escribió poemas, nada en forma de prosa. Él retrata sus emociones a través de canciones de alabanza. Es interesante notar que David siempre es optimista sobre la ayuda de Dios, incluso en su peor momento. Nunca perdió su fe, ni siquiera cuando se le reprendió severamente después de matar al marido de una bella mujer.
Los salmos nos sirven para fortalecer la fe, especialmente cuando tenemos problemas serios que resolver. Así como Dios consideró a David en la más alta consideración, siendo un pecador como lo conocemos, pero siempre nos arrepentimos sin demora, así también nosotros podemos obtener el favor de Dios. Estos salmos son un gran consuelo para todos nosotros.