El tema de la libertad es uno de los focos de la salvación. Somos pecadores, también esclavos de todo lo que listamos en el estudio del lunes. Pero perdonados, a partir de ese momento ya estamos libres de la muerte, aunque la transformación total todavía está por delante. Y por las promesas, se inicia una experiencia que se completará en el futuro, en que seremos libres para amar y ser amados. Por el momento, ser libre significa principalmente ayudar a otros a liberarse de las amarras, muchas veces vistas como placenteras, del pecado.
Como terminamos la última frase arriba, el pecado esclaviza principalmente por el placer que hace sentir en proceder mal. Por ejemplo, son miles de millones en el mundo que sienten placer en la bebida alcohólica, el tabaco, las drogas, la perversión sexual, y cosas así. Uno de los grandes problemas es desear ser libre de lo que le gusta, aunque sea esclavo sin saberlo.
