El pueblo o el ambiente de los judíos cada vez más se ponía caliente, esto solo provocaba el odio del profeta Jeremías, y no dejaba de traer cada vez más las órdenes de Dios. Esto quiere decir que Dios había seguido enviando advertencias a los judíos a través de Jeremías, cuando más hablaba Jeremías más irritaba a sus enemigos. Lo peor de todo es que los enemigos de Jeremías pensaban que ellos estaban en lo correcto, a pesar de estar equivocados. Así que esta también es una gran advertencia para hoy en día para nosotros. No debemos olvidar que dentro de la iglesia hay tres posibles posiciones, (dos de ellos mal) el liberalismo, el fanatismo y el resto. Sale a la vista no necesitamos tomar mucha atención para darnos cuenta que el liberalismo es la posición que más se propaga, pero el fanatismo está creciendo de manera alarmante, lamentablemente el pueblo ha sido debilitado por falta de conocimiento, por otro lado otra parte de la gente se ha endurecido por las actitudes extremistas en la aplicación del conocimiento, esto se debe esperar hasta el momento en que nos acercamos a la ley dominical, y la iglesia se está preparando para esos días para ser severamente perseguidos por las personas de dentro de sí misma.
Pero aquellos días ocurrió algo increíble, el profeta Jeremías fue acusado de profetizar contra el capital Jerusalén, y por lo tanto decían que era culpable de la muerte, aunque no todas las personas acusaban especialmente los ancianos eran los que ayudaron a Jeremías, los ancianos eran personas con más experiencia quienes tenían buen sentido. Ellos razonaban, y recordaron la historia pasada como el de rey Ezequías y el profeta Miqueas, el escuchó el mensaje de Dios, entonces ¿por qué no escuchar al profeta Jeremías y evaluar lo que decía?, así para evitar la destrucción de Jerusalén. Lo que debían hacer es orar, discutir, pedir más instrucciones, tener buen juicio y llevar la situación de manera equilibrada, sin embargo se dividieron por otro lado lo posicionaron junto a Jeremías al pueblo, y por otro lado estaban los profetas y sacerdotes todos ellos falsos.
