El Plan de Salvación no es una idea como consecuencia del pecado, sino es la respuesta anticipada de Dios para el problema del pecado. Dios no ordenó el pecado, lo previó, sin embargo, cuando idealizó el Universo poblado por criaturas que fueron dotados de su libre albedrío y que pudieran hacer las elecciones correctas. Antes de crear criaturas con esta libertad “Dios, que creó todas las cosas”, estableció el plan de salvación, la solución para el problema de la elección equivocada generando el pecado.
