6. La Hora de Su Juicio (2T 2023-Tres Mensajes Cósmicos)
Material bíblico: Daniel 8, Daniel 9, Esdras 7, Mat. 3: 13–17, Rom. 5: 6–9, Marcos 15:38, Lev. 16:16; Rom. 13: 11, 12.
Citas
- Es importante notar que el tema central en todas estas Escrituras relacionadas con la obra del juicio es la justificación y vindicación de Dios, no del hombre. La gran preocupación es que Dios sea declarado justo. Solo cuando esto se vuelve verdad, los santos pueden ser proclamados justos. Es la vindicación de Dios y su trono lo que garantiza el triunfo y la vindicación del creyente. E. Heppenstall
- Por tanto, unidos a Aquel que es fiel en sus promesas y justo en sus juicios, sujetemos nuestras almas a Él que nos ha mandado no mentir. Clemente de Roma
- El Señor juzgará al mundo sin parcialidad. Cada uno recibirá según lo que haya hecho. Si es justo, su justicia lo precederá; si es malvado, la recompensa de la maldad está ante él. Cuidado, no sea que, descansando en nuestra comodidad, como los que son llamados, nos durmamos en nuestros pecados, y el príncipe malvado adquiera poder sobre nosotros y nos arroje lejos del reino del Señor. Pseudo-Barnabas
- Si pedimos al Señor que nos perdone, también debemos perdonar nosotros mismos. Porque estamos ante los ojos de nuestro Señor y Dios, y “todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, y cada uno debe dar cuenta de sí mismo”. Policarpo
- Soy menos ciegamente confiada de lo que solía ser, porque he estado aprendiendo una estimación más verdadera de mí misma, mis fallas y limitaciones, en estos días oscuros. He aprendido a esperar que si hay un Día del Juicio de algún tipo, Dios no nos verá con nuestros propios ojos, ni nos juzgará como nosotros mismos nos juzgamos. Vera Brittain
- Todo el que haya vivido siempre ha tenido su propio Día del Juicio privado que enfrentar, y todavía lo tiene. En cuanto a eso, nada ha cambiado en absoluto. Paul Bowles
Preguntas
¿Por qué es importante conocer la hora del juicio? ¿No ha juzgado Dios ya al mundo y al diablo también? ¿Por qué Dios nos da profecía para hacernos saber lo que viene? ¿Cómo vemos el juicio que viene y cómo debemos presentarlo a los demás? ¿Cuáles son los peligros de enfatizar “la hora de su juicio”?
Resumen bíblico
Daniel 8 es la profecía sobre el cuerno pequeño y Media y Persia. Daniel 9 es la oración de Daniel y la explicación de las setenta semanas. Esdras 7 detalla la llegada de Esdras desde Babilonia y el decreto del rey Artajerjes. Mateo describe el bautismo de Jesús (Mat. 3:13-17). “Porque, a su debido tiempo, cuando todavía éramos débiles, Cristo murió por los impíos. Ahora bien, apenas habiendo sido justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de él.” Romanos 5:6-9. El velo del Templo se rasga de arriba abajo (Marcos 15:38). Lev. 16:16 habla sobre el medio para lograr la expiación. “Y esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de levantarnos del sueño; porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando creímos.” Romanos 13:11, 12.
Comentario
Este estudio se refiere al aspecto temporal del juicio. Con demasiada frecuencia, el énfasis está en el juicio inminente, como si su cercanía fuera el motivo principal para tomar decisiones diferentes, en lugar de si algo es inherentemente correcto o incorrecto. Entonces, ¿cómo predicamos el juicio y la venida próxima de Jesús sin caer en la trampa de asustar a la gente para que vengan al reino?
Ellen White comenta sobre la tendencia a predicar el Fin cercano como un mecanismo para obtener conversión y arrepentimiento. “La brevedad del tiempo se insta con frecuencia como un incentivo para buscar la rectitud y hacer de Cristo nuestro amigo. Esto no debería ser nuestro gran motivo; porque huele a egoísmo. ¿Es necesario que los terrores del día de Dios se presenten ante nosotros, para que seamos obligados a actuar correctamente por el miedo? No debería ser así.” Lift Him Up, p.98.
Instar a que “Jesús estará aquí en solo unos pocos años cortos” podría equipararse a predicar fuego y azufre. El deseo “egoísta” de evitar los aspectos negativos del juicio es equivalente a sacar un seguro contra incendios.
Tenemos que hacernos la pregunta, ¿qué es lo más importante aquí? ¿Es el tiempo de la venida, o la certeza de la venida? ¿Es nuestro mensaje predicar fechas en el futuro inmediato (ya sea que demos fechas exactas o simplemente digamos dentro de x años), o predicar la esperanza “segura y cierta” que se cumple en el regreso de “este mismo Jesús”?
James White escribió sobre la dificultad de vivir en los tiempos “intermedios”. “La posición de suspense no es la más feliz”. [J. White, Life Incidents, Vol. 1, (Battle Creek, MI: Steam Press of the Seventh-day Adventist Pub. Assn., 1868), p.337.] Reconoció los problemas de mantener una expectativa ansiosa por la venida cercana, sin caer en la trampa de predecir la fecha. Sin embargo, hacerlo nos prepara para una caída fuerte.
En una reunión de trabajadores, un pastor expresó sus sentimientos de decepción. “Aquí estoy, al borde de la jubilación”, dijo a sus colegas ministros. “He estado predicando el mensaje del Adventismo por más de cuarenta años. Discutí con los hermanos sobre la necesidad de ir a la universidad antes de entrar al ministerio, porque creía que no tendría tiempo para completar el curso antes de que Jesús regresara. Ahora soy viejo y decepcionado. ¿Por qué no ha venido Jesús?”
Si estamos predicando una doctrina de “juicio dentro de x años”, ese tipo de decepción será inevitable antes de la venida. Porque se centra en el momento, no en el significado y propósito del evento.
Sin embargo, “los viajes terminan en encuentros de amantes”, dice Shakespeare, y si realmente amamos a Jesús, entonces su llegada no será un evento temido sino el día en que nuestro Mejor Amigo regresa.
No necesitamos fechar la venida, ¡necesitamos conocer a “este mismo Jesús” ahora! Porque su regreso es “la esperanza bendita” solo si él es bendito para nosotros en el presente, si tenemos una relación de amor.
“Dios es amor. El que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él. De esta manera, el amor se completa entre nosotros para que tengamos confianza en el día del juicio, porque en este mundo somos como él. No hay temor en el amor. Pero el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor tiene que ver con el castigo. El que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros amamos porque él nos amó primero.” (1 Juan 4:16-19 NVI).
Y si postergamos el juicio hasta el final, ¿qué hacemos con las palabras de Jesús: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” (Juan 12:31 NVI)? “El príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.” (Juan 16:11 NVI). Con la presencia de Jesús, el mundo y el diablo ya fueron juzgados y condenados. Si bien el resultado final aún es futuro, el juicio ya ha ocurrido al determinar lo correcto y lo incorrecto en la gran controversia.
Comentarios de Ellen White:
Vi un número de compañías que parecían estar unidas por cuerdas. Muchos en estas compañías estaban en total oscuridad; sus ojos estaban dirigidos hacia abajo a la tierra, y parecía no haber conexión entre ellos y Jesús. Pero dispersos entre estas diferentes compañías había personas cuyos semblantes parecían luminosos, y cuyos ojos estaban levantados al cielo. Rayos de luz de Jesús, como los rayos del sol, les eran impartidos. Un ángel me ordenó mirar cuidadosamente, y vi a un ángel que vigilaba sobre cada uno de aquellos que tenían un rayo de luz, mientras que ángeles malvados rodeaban a aquellos que estaban en la oscuridad. Oí la voz de un ángel que clamaba: “Temed a Dios, y dadle gloria; porque la hora de su juicio ha llegado.” (El Conflicto de los Siglos, p. 647).
