Leccion 3. Jesús y la visión de los apóstoles sobre la Biblia (2T 2020—Cómo interpretar las
Escrituras)
Textos bíblicos: Mateo. 4:1–11; Mateo. 22:37–40; Lucas 24:13–35, 44, 45; Lucas 4:25–27;
Hechos 4:24–26.
Citas
• Cristo es la Palabra de Dios. Jesús no está en ciertos escritos del Nuevo Testamento, por valiosos que sean; tampoco en ciertas palabras dichas por Jesús, por preciosas que sean. Es en la Palabra, donde se lleva a cabo la gran manifestación de Dios. Phillips Brooks
• Si leemos la Biblia preguntando primero: “¿Qué haría Jesús?” en lugar de preguntar “¿qué hizo Jesús?”, perderemos las buenas noticias que son las únicas que pueden liberarnos. Tullian Tchividjian
• Si quieres entender a Jesús, tienes que estudiar toda la Biblia. El deber cristiano no se define únicamente en las palabras en rojo.Randall Terry
• Tener ignorancia de las Escrituras es tener ignorancia de Cristo. Jerome
• Jesús se vio a sí mismo como la clave de las Escrituras y como la clave de sí mismo. J.I. Packer
• Como los apóstoles creyeron esto [El Antiguo Testamento], dejaron de lado sus opiniones a la luz de lo que decía la Palabra. Se dedicaron a las Escrituras, estudiándolas, memorizándolas, viviendo según ellas. J.D. Greear
Para debatir
¿Por qué son tan significativos los comentarios de Jesús sobre el Antiguo Testamento?
¿Qué lecciones hay aquí sobre la manera en que debemos aproximarnos al Antiguo Testamento?
¿Cómo usaron los apóstoles las Escrituras que estaban disponibles para ellos? ¿Por qué es importante ver la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento? ¿Cuál debe ser nuestro
enfoque hacia toda la Biblia en el contexto del carácter de Dios?
Resumen bíblico
Jesús usó las Escrituras para defenderse durante las tentaciones (Mateo 4: 1–11). Jesús citó el Antiguo Testamento para mostrar que la Ley se basaba en el amor (Mateo 22: 37-40). En lugar de anunciar su regreso a sus discípulos en el camino a Emaús, Jesús les mostró cómo las Escrituras apuntaban hacia él (Lucas 24: 13–35, 44, 45). Jesús mencionó de nuevo a la obra de Elías y Eliseo como profetas de Dios (Lucas 4: 25–27). Los creyentes cristianos usaron un salmo como base para su oración (Hechos 4: 24–26).
Comentario
El argumento más revelador para el Antiguo Testamento es la forma en que se usa en el Nuevo Testamento. Jesús apeló a sus verdades y los apóstoles escribieron sobre el cumplimiento de la profecía. Sin el Antiguo Testamento, gran parte del Nuevo Testamento sería difícil de entender, especialmente cuando se trata de símbolos utilizados en libros como Apocalipsis. Aunque algunos descartan al AT como irrelevante en su experiencia cristiana, hay mucho allí que es de gran provecho. Si bien puede haber algunas partes que son menos relevantes hoy en día, y la imagen de Dios difícilmente coincide con la revelación completa mostrada por Jesús, hay grandes ejemplos de fe en un Dios amoroso. Y quién no es sensible a la agonía de Dios por su pueblo como un padre amoroso, como lo describe Oseas. El mejor ejemplo de la vida de Jesús es cómo respondió a las tentaciones de Satanás en el desierto. Al apelar a estas declaraciones anteriores, mostró cuánto valoraba las Escrituras que había aprendido desde niño. Le dieron un gran apoyo, ya que se negó a ceder ante el Diablo, demostrando la confianza en la palabra de Dios que debería ser un ejemplo para nosotros. Jesús también hizo referencia a historias como Naamán y la viuda de Sarepta. Tampoco debemos olvidarnos de su respaldo al relato de la Creación, cuando se le preguntó sobre el divorcio, y al señalar que “no fue así al principio”. Jesús también usó las Escrituras para señalar su muerte venidera, reconociendo que tenía que ser así, a diferencia de sus discípulos quienes parecen haber estado ciegos a lo que venía. Sin embargo, fue en el camino a Emaús que Jesús mostró lo importante que era para él la Escritura, dándonos una gran lección sobre cómo dar un estudio bíblico. Podría haber abrumado fácilmente a esos dos discípulos mostrándoles de inmediato quién era él. Pero él quería que entendieran que todo estaba predicho en las Escrituras. “Entonces, comenzado desde Moisés y todos los profetas, les explicó todo lo que las Escrituras decían sobre él.”. Lucas 24:27 VBL. ¿El resultado? “Los dos discípulos se dijeron el uno al otro: se dijeron el uno al otro: “¿Acaso no
ardían nuestros pensamientos cuando él nos hablaba y nos explicaba las Escrituras?” Lucas 24:32 VBL. Los apóstoles usaron las Escrituras de muchas maneras. Curiosamente, a menudo citaron la Septuaginta, la traducción griega que se produjo unos 200 años antes. Esta es la razón de algunas diferencias con el texto hebreo masorético que tenemos hoy. Con frecuencia citan el AT para probar cómo Jesús cumplió la profecía. Sin embargo, también reconocieron que los tiempos habían cambiado y, en su interpretación, a menudo reemplazaron al Israel literal con el Israel espiritual. En Hechos 15, respetando la ley mosaica, redujeron los requisitos para los gentiles a solo cuatro. Esto muestra una comprensión continua y en desarrollo de la inspiración y la aplicación. Pablo hace esto en Romanos, usando muchos textos del AT y mostrando cómo se aplicaban ahora en su época. Lo mismo ocurre en Hebreos: un libro para Jesús mostrando cómo Jesús y el cristianismo fueron el desarrollo de las creencias y prácticas del AT. Lo que está claro de Jesús y los apóstoles es la convicción de que las Escrituras están inspiradas por el Espíritu Santo. Es esta creencia la que lo une todo, proporcionando principios fundamentales que son eternamente válidos. Solo si leemos la Biblia de la misma manera, será cierta para nosotros hoy.
Comentarios de Elena de White
Las escrituras del Antiguo Testamento presentaban claramente todo detalle del ministerio de Cristo, y repetidas veces citaba él de los profetas y decía: “Hoy se ha cumplido esta escritura en vuestros oídos.” Si ellos hubiesen escudriñado honradamente las Escrituras, sometiendo sus teorías a la prueba de la Palabra de Dios, Jesús no habría necesitado llorar por su impenitencia. No habría necesitado declarar: “He aquí vuestra casa os es dejada desierta.”3 Podrían haber conocido las evidencias de su carácter de Mesías, y la calamidad que arruinó su orgullosa ciudad podría haber sido evitada. {El Deseado de Todas las Gentes, p. 208}
El Antiguo Testamento era toda la Escritura existente hasta ese entonces, pero no estaba escrita solo para los antiguos; fue dada para todas las edades y para todas las personas. Jesús haría que los maestros de su doctrina buscaran diligentemente en el Antiguo Testamento esa luz que establece su identidad como el Mesías predicho en la profecía, y revela la naturaleza de su misión al mundo. El Antiguo y el Nuevo Testamento son inseparables, porque ambos son las enseñanzas de Cristo. La doctrina de los judíos que aceptan solo el Antiguo Testamento no es para salvación, ya que rechazan al Salvador cuya vida y ministerio cumplieron la ley y las profecías. Y la doctrina de aquellos que descartan el Antiguo Testamento no es para salvación, porque rechaza lo que es testimonio directo de Cristo. Los escépticos comienzan ignorando el Antiguo Testamento, y dan un paso más para negar la validez del Nuevo, y por lo tanto ambos son rechazados. {5BC 1094} [ Traducción libre] “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.” Hay en el mundo quienes leen las Escrituras pero no pueden entender su significado. Se necesitan, pues, hombres y mujeres que conozcan a Dios para explicar la Palabra a estas almas. {El Cristo Triunfante, p. 308 y Servicio Cristiano p. 177}
Preparado y escrito por: © Jonathan Gallagher 2020
Traducción: Shelly Barrios De Ávila
