Escuela Sabática Texas USA Lección 6: Porque ¿qué nación grande hay…? – Sábado 6 de Noviembre de 2021

Números 25:1-15 describe un episodio vergonzoso en la historia de Israel. Al desear a las mujeres paganas, se vieron arrastrados a la idolatría. Moisés decidió mencionar este incidente en Deuteronomio 4:3, 4 con la esperanza de alertarlos sobre desafíos similares que tendrían al entrar en Canaán.

Aunque nos resulta difícil entender los detalles mortales de esta historia de una cultura antigua, esto fue un ejemplo para ellos, y para nosotros, de cómo pecar con nuestros cuerpos lleva a pecar también espiritualmente. Algunos profetas llamaron a su alejamiento de Dios prostitución: estaban cometiendo promiscuidad/adulterio contra su Dios Creador. Ver Oseas 4:12-14.

El pecado de cualquier tipo nos hace endurecer nuestra conciencia y hundirnos más en un estilo de vida que no glorifica a Dios. Seguramente, esto siempre ha sido así, y debemos estar siempre atentos a nuestras asociaciones y tendencias malsanas. ¿Nos acercan a Dios o nos alejan de Él?.

Moisés los elogió por aferrarse a Dios (Deuteronomio 4:4). Esta misma palabra hebrea para referirse a la adhesión a Dios se utiliza también en Génesis 2:24, donde se habla de un hombre que deja a su familia y se une a su esposa.

La relación de Dios con su pueblo debía ser muy estrecha. Al entregarse a Dios, recibirían fuerza y guía de Él. Era realmente una relación de entrega de principio a fin. Se entregaron por completo a su Creador, y Él, a cambio, les dio todas las bendiciones que los convertirían en una gran nación.

Tomar la decisión de “aferrarse” a Dios siempre ha sido para nuestro beneficio. Él es capaz de evitar que caigamos (Judas 24). En la medida en que seamos fieles, así será Dios (1 Corintios 10:13).

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