Cada vez que mi padre decía, quiero hablar contigo yo sabía que era algo muy importante una conversación muy seria, generalmente era una llamada de atención a veces era comunicar algo muy importante. Cuando llegaba ese momento pues nuestro corazón pues latía muy fuerte y nos poníamos realmente nerviosos, él nos hacía ir a su escritorio comenzaba hacer algunas preguntas, yo no sabía si él conocía las respuestas pero si sabía una cosa, el mejor remedio en ese momento era decir la verdad, al final la conversación siempre terminaba bien, a veces lagrima arrepentimiento generalmente un abrazo y una oración.
El enfoque de la lección de esta semana es conocer la revelación de un Dios creador que está íntimamente relacionado con los menores y mayores milagros que suceden cada momento en el universo en nuestras vidas.
