Después de que JESUS ascendió al cielo, después de Pentecostés, Los primeros cristianos se reunían para grandes encuentros y para pequeños encuentros, éstos eran en las casas. Dá la impresión de que planeaban todas las comidas juntos y todos los días, seguramente algunos dias eran almuerzos, tal vez otra vez santa cena, de ahí para todo el grupo. Pero la alegría de ellos era recibir nuevos conversos en esas comidas, eso ayudaba a los nuevos a conocerse, participar en la amistad y aprender muchas cosas sobre el estilo de vida de los cristianos, que es bastante diferente de los paganos. La enseñanza para los interesados, como hoy se llama, era diverso, no sólo estudios bíblicos formales. Antes incluso del bautismo, ya procuraban extender la amistad a ellos para que participar en la gran familia de creyentes. De tal forma fue bueno que personas que ni participaban de los creyentes se admiraban y les gustaba verlo, y por supuesto, pasaban a desear formar parte del grupo. No era por el alimento que eran atraídos, sino por la amistad fraterna que generaba felicidad.
Asc. Metropolitana MX Lección 11: “La unidad en la adoración” Sabado 15 de Diciembre de 2018
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