El Libro de Job nos proporciona información valiosa sobre la gran controversia que se juega entre Dios y Satanás. La historia comienza con una reunión del consejo celestial y un diálogo entre Dios y su enemigo Satanás. Satanás atacó el carácter de Job al acusar que solo era obediente a Dios debido a las muchas formas en que Dios lo había bendecido. Esta afirmación también se reflejó en el carácter de Dios, lo que implica que su tratamiento de Job fue injusto y se hizo solo para asegurar su lealtad.
También aprendemos del diálogo que Dios colocó restricciones sobre cuánto control tenía sobre la vida de Job. Al principio, a Satanás solo se le permitía quitar esas bendiciones, pero no dañar el trabajo él mismo. Cuando eso no funciona como se esperaba para Satanás, Dios le dio permiso para atacar el cuerpo de Job, pero para evitar su vida.
Por lo tanto, aprendemos que hay reglas de compromiso en esta lucha cósmica que incluyen restricciones sobre lo que Satanás puede y no puede hacer a las criaturas de Dios aquí en la tierra, especialmente aquellos fieles como Job.