Es útil cuando aprendemos a distinguir entre tipo y antítipo. El tipo es la persona, cosa o evento que ocurre primero. Nos apunta a un antítipo que viene después. Por suerte, el Nuevo Testamento señala muchos de estos tipos y explica cuál es el antítipo específico.
Los tipos tienen al menos un tipo de plenitud que nos enseña más sobre Dios. Sin embargo, hay tres tipos principales de satisfacción que debes buscar:
- el cumplimiento cristológico (cómo se relaciona con Cristo),
- lo eclesiástico (cómo se relaciona con la iglesia), y
- el escatológico (cómo se relaciona con los últimos días y el fin de los tiempos).
Al estudiar estos cumplimientos, la palabra de Dios puede enseñarnos más sobre ser como Jesús, salvarnos y tener esperanza en el futuro. Nos abren los ojos a gran parte de lo que ocurrió en el Antiguo Testamento, incluyendo el éxodo, el santuario y el asentamiento de Israel en Canaán. El Nuevo Testamento también es más fácil de entender, cuando se combina con los acontecimientos anteriores a Cristo.
Algunos pasajes bíblicos son especialmente difíciles de discernir. Pero al ver cómo armonizan con el resto de las Escrituras, podemos obtener una bendición y una nueva apreciación por ellas. Esto se hace con la ayuda del Espíritu Santo y estudiándolos profundamente junto con otros estudiosos bíblicos experimentados.




