En los tiempos de Jesús las personas estaban formadas por intereses comunes, los fariseos y los escribas, ellos han creado cientos de reglas sobre cómo comportarse y cómo deberían santificar el día de reposo, hasta llegaron al punto de querer enseñar a Dios como ellos fueran Dios, en donde Satanás estaba actuando a través de ellos queriendo igualarse a Dios, los fariseos veían así mismo como si ellos fueran los guardianes de la ley de las costumbres de la nación, lamentablemente ellos no ven a sí mismo como pecadores, sin embargo ellos pensaron que estaban justificados, ellos creyeron que podían ver por encima de todos es más incluido Jesús, pero estaban equivocados.
Las estrategias de Jesús era mezclarse con las personas, pecadores, enfermos, ladrones entre otras, pero Jesús vino al mundo para mezclarse, con los más necesitados. Es por eso cuando Jesús comió con los publicanos y los pecadores. Los discípulos se preguntaron ¿Por qué vuestro maestro como con los publicanos y los pecadores? Entonces Jesús respondió y dijo. “Que no necesitan médico los sanos, sino más bien los enfermos, id pues y aprended lo que significa misericordia. No quiero sacrificio, porque no vine a llamar a los justos sino a los pecadores al arrepentimiento” (Mateo 9: 12-13) Jesús prefiere misericordia en lugar de sacrificio. Entonces nosotros como cristianos necesitamos mezclarnos con las personas que queremos alcanzar, con los que más necesitan, para lo cual tenemos que tener fe y tener sabiduría.