El primer santuario en la Tierra no era un edificio. No había necesidad de ello. Era la propia presencia de DIOS en la Tierra. Él andaba por el jardín junto con Adán y Eva. Miraban las puestas de sol juntos, cantaban juntos. Era una presencia natural, pues todos allí eran santos, no existía el agente separador: el pecado. Adán y Eva debían guardar y cultivar el Jardín del Edén, así como hicieron más tarde los levitas con el tabernáculo, y como deben hacer hoy los diáconos. Querubines guardaban la entrada al Jardín; otros, de oro, guardaban simbólicamente el local de la Shekinah en el templo.
Gracias hermanos por estos comentarios, este es un tema muy interezante y muy importate para nosotros los Adventistas, conociendolo podremos compartir este conociminto con otros hermanos cristianos que no lo conocen.
Excelente, una muestra que nos dio Dios de lo que es su Casa en el tercer cielo.
Hermanos gracias pq tenemos el previlejio deq se llege ese dia para conocer el tabernaculo celestial
hermoso tener la oportunidad de estudiar la palabra de Dios y compartirla y aprender k el tabernaculo no fue invento de moises sino mandato de DIOS y sigue vijente y siempre seguira. BENDICINES.