Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2021
“Servir y salvar”
Lección 9 :- Para el 27 de Febrero de 2021
RESEÑA
TEXTO CLAVE: ISAÍAS 41.
Hay una conexión entre Isaías 1 y 41. Lo vemos en el llamado a Judá en Isaías 1:18: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta”. Isaías 41:1 expresa una invitación similar: “Estemos juntamente a juicio”. Sin embargo, en este caso, la invitación abarca un ámbito más amplio y, por implicación, un acontecimiento más amplio: “los confines de la tierra” (vers. 5).
La expresión mišp̱āṭ (juicio, Isa. 41:1) en el idioma hebreo también podría traducirse como “disputa, caso”, “demanda legal” (L. Koehler y W. Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, t. 2, p. 651). Este concepto es bastante similar al significado de la palabra hebrea niwwāḵḥâ (alegar [en una demanda]) en Isaías 1:18 (L. Koehler y W. Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, t. 2, p. 410). Isaías 41:21 refuerza la idea de una disputa legal, y el versículo es casi un eco de Isaías 1:18: “Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas”.
En los siguientes versículos, se revelan las dos partes del caso. De un lado, el Señor, y del otro lado, Israel, el siervo.
En el capítulo 41, se describe al Señor de muchas maneras: “el Santo de Israel”, Redentor, Creador y Rey. E Israel o Judá se describen como “mi siervo”; “a quien yo escogí”; y “mi amigo”, una referencia a Abraham.
En este estudio se exploran tres temas principales: (1) el Dios del pacto; (2) Dios y otros títulos; e (3) Israel, el siervo.
COMENTARIO
El Dios del pacto
Dios es retratado de varias maneras en Isaías 41. Cuando se hace referencia a Dios en relación con su pueblo en una relación de pacto, la Biblia usa el nombre YHWH, “Jehová”. Isaías usa este nombre alrededor de 450 veces en su libro. La expresión aparece 6.828 en la Biblia hebrea (D. J. A. Clines, The Dictionary of Classical Hebrew, t. 4, p. 122).
El relato del Pentateuco brinda una percepción clara de este nombre. Este estudio analiza algunos versículos relacionados con el personaje al que alude Isaías: Abraham. Hay tres momentos en la relación del pacto entre Dios y Abraham, y el nombre divino que se usa aquí es YHWH: (1) Jehová (YHWH) llama a Abram y le promete que hará de él una gran nación (Gén. 12:1-3), (2) Jehová (YHWH) hace el pacto (15:1-21), y (3) Jehová (YHWH) confirma el pacto (17:1-27). Varias expresiones en Génesis 12 revelan una relación personal entre Jehová y Abraham. “Te mostraré. […] te bendeciré, y engrandeceré tu nombre” (12:1, 2).
La otra parte, Génesis 15, también comienza utilizando la expresión YHWH. La escena del pacto incluye expresiones de cuidado personal de Dios hacia Abram: “No temas, Abram; yo soy tu escudo” (15:1). Génesis 15:2 al 6 describe el análisis de una preocupación individual ante el Señor, en la que Abram expresa su preocupación por el cumplimiento del pacto. El Señor, en Génesis 15:7, le reitera su nombre a Abram. “Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra” (15:7). Y Génesis 15:18 nos muestra claramente el vínculo entre el nombre YHWH y el pacto. “En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra”.
En Génesis 17, Jehová (YHWH) nuevamente interactúa con Abram. La narración denota una relación personal (“anda delante de mí” [Gén. 17:1]), y nos dice que el pacto se concretará: “Pondré mi pacto entre mí y ti” (17:2). Se repite en Génesis 17:4, y también afecta el nombre personal de uno de los miembros del pacto, Abram: “Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham” (17:5).
A veces, en las fórmulas pactuales, la expresión ʾᵉlōhim (Dios) se añade al nombre YHWH. Por lo tanto, en este tipo de literatura, el sujeto de un pacto es YHWH, y a veces Jehová Dios o Jehová tu Dios. En la experiencia de Abraham, hemos visto que el nombre se asocia con el acto del pacto y la relación personal con YHWH, el Señor.
Hay elementos del pacto en Isaías 41. Inferimos esto no solo por el uso del nombre YHWH sino también por la referencia a Israel como “a quien yo escogí” (Isa. 41:8). La alusión a Abraham, un gran nombre en el pacto con Israel, es también otro factor que sugiere esos elementos. Sin embargo, como se ha dicho anteriormente, el nombre YHWH (Jehová) se asocia con la relación personal de Dios con su pueblo. Isaías 41 aclara la naturaleza personal de esta relación. Jehová llama a Abraham “mi amigo” (41:8), como la última de las expresiones en: “¿Quién ha hecho obras tan poderosas, llamando a cada nueva generación desde el principio del tiempo? Soy yo, el Señor, el Primero y el Último; únicamente yo lo soy” (41:4, NTV).
John Oswalt explica la expresión “yo lo soy” en los siguientes términos: “Él está con nosotros, para bien o para mal, dependiendo de nuestra respuesta a él. Él no se asemeja a ningún otro; él es el único ser no contingente en el universo, el único que puede decir ‘Yo Soy’” (The Book of Isaiah, Chapters 40-66, The New International Commentary on the Old Testament, p. 84).
Oswalt también ve alguna conexión aquí con Isaías y el Nuevo Testamento. Él dice: “La traducción habitual de la Septuaginta de ʾᵃnı̂ hûʾ, “Yo Soy”, es egō eimi. El hecho de que Jesús aplicara tranquilamente esta frase a sí mismo (comparar con Juan 8:58; 18:5) dice mucho acerca de su sentido de identidad propia” (The Book of Isaiah, Chapters 40-66, The New International Commentary on the Old Testament, pp. 84, 85).
Dios y otros títulos
Isaías 41 enfatiza características adicionales del Señor. Él es el Santo. “Yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor” (Isa. 41:14). Una idea similar se expresa en Isaías 41:20: “La mano de Jehová hace esto, y […] el Santo de Israel lo creó”.
“El Santo” es uno de los títulos principales para Jehová en el libro de Isaías, y constituye uno de los temas principales del libro. La expresión “Santo” se usa 33 veces en Isaías. Como se muestra en la Lección 2, “santo” se refiere a “la pureza, la perfección, la gloria oculta de YHWH”. La santidad es la esencia de su ser. El título “Santo” implica la norma moral para la nación. Este llamado a la santidad está arraigado en la ley mosaica, basada en la autoproclamación de Dios de su perfección: “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios” (Lev. 19:2).
El profeta Isaías usa el título “Santo” para conectar otras dos características de Dios que están relacionadas: Dios como Creador y Redentor. La idea de Dios como nuestro Creador se expresa en un bello paralelismo en Isaías 41:20: “Que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó”.
El Señor aparece como Redentor en Isaías 41: “El Santo de Israel es tu Redentor” (vers 14). La palabra hebrea comúnmente traducida como Redentor significa “reclamar como propio” o “pretender para sí” (L. Koehler y W. Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, t. 1, p. 169).
Las características de Jehová como Creador (en este caso, de Israel) y como Redentor de Israel se evidencian en esta sección del libro. Un ejemplo es Isaías 43:1: “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”.
Otro título que Isaías utiliza en forma paralela para Jehová es “el Rey de Jacob” (Isa. 41:21). No cabe duda de que este es un título mesiánico.
Por lo tanto, Isaías 41 revela diferentes nombres y títulos para describir a Dios. Curiosamente, el autor usa en Isaías 43:15 casi la misma expresión para referirse a Dios: “Yo Jehová, Santo vuestro, Creador de Israel, vuestro Rey”.
Israel, el siervo
El Señor recibe diferentes títulos en Isaías 41. En su relación de pacto con Dios, Israel también ha recibido varios títulos. Por ejemplo, Israel en relación con Dios es “el siervo”, “a quien yo escogí” y “mi amigo”.
En muchas partes del libro de Isaías, Israel o, en especial, la nación de Judá, es el siervo de Jehová. Entre otros versículos, compara Isaías 41:8 y 9; 44:1 y 21; 45:4; 48:20; y 49:3.
Isaías 41:8 supone muchas cosas importantes sobre el siervo: “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo”
Alec Motyer identifica cuatro características del siervo en este versículo: “En primer lugar, que Israel llegó a ser el siervo del Señor por elección divina (Isa. 41:8b, 9d; Efe. 1:4). En segundo lugar, que la relación comenzó con Abraham. Tu amigo (2 Crón. 20:7; [Sant.] 2:23) es literalmente ‘mi amado’/‘el que me amó’. En tercer lugar, nos dice que la ampliación de la promesa del pacto a los descendientes de Abraham (lit. ‘semilla’, Gén. 17:7) sigue en pie (te escogí […] no te deseché).Y, en cuarto lugar, que en su elección y llamado de Abraham el Señor demostró que su poder se extiende hasta los confines de la tierra […] tierras lejanas. En todo esto no hay nada de ninguna función que el siervo pueda realizar; solo que Israel tiene una posición honrada” (J. A. Motyer, Isaiah: An Introduction and Commentary, Tyndale Old Testament Commentaries, t. 20, p. 286).
APLICACIÓN A LA VIDA
Nuestro Dios se presenta en la Biblia de muchas maneras. Él es el gran ʾᵉlōhim, el Soberano del universo y el Dios trascendente. Sin embargo, Dios también es un Dios personal, y para demostrarlo, los autores bíblicos usan el nombre YHWH, Jehová, o el Señor. YHWH es el Dios del pacto, el Dios de la interacción personal con los seres humanos.
¿Cómo puedes distinguir esos dos aspectos de Dios en relación con sus criaturas? Lee Génesis 1:1; y 12:1 para ayudarte a responder la pregunta.
Isaías 41 revela a Dios de muchas maneras diferentes. El libro se refiere al Señor como “el Santo de Israel”, Redentor, Creador y Rey. ¿Cuál de estos títulos es particularmente relevante para ti en tu vida y por qué?