Lección 9: Edición Maestros “El yugo de Jeremías” Para el 28 de Noviembre de 2015

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2015

 “El yugo de Jeremías”

Lección 9: para el 28 de noviembre de 2015

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Jeremías 28:1-17; 2 Timoteo 4:3, 4.

 

Enseña a tu clase a:

Saber analizar la diferencia entre la profecía verdadera y la falsa, y cómo la humanidad tiende a escuchar lo que desea oír.

Sentir algo de la soledad que Jeremías debe haber experimentado como resultado de la oposición constante al mensaje que Dios le daba.

Hacer la resolución de escuchar y obedecer el mensaje de Dios, aunque no sea necesariamente lo que uno quisiera escuchar.

 

 Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Profecías verdaderas y falsas
    1. ¿Cuáles son algunas de las señales que nos ayudan a diferenciar entre las profecías verdaderas y las falsas?
    2. ¿Por qué es más fácil aceptar un mensaje que es agradable a nuestros oídos? ¿Son automáticamente verdaderos todos los mensajes difíciles? Explica.
  2. Sentir: La soledad de Jeremías
    1. ¿Era justo Dios al pedir a Jeremías que se mantuviera soltero, y que se abstuviera de gozar y de hacer duelo por muertos? ¿Por qué sí, o por qué no?
    2. ¿Cuán lejos debe ir nuestra participación en la obra de Dios, en lo que toca directamente a nuestra vida personal y las relaciones de familia?
  3. Hacer: Doctrina sólida
    1. ¿Por qué es necesario seguir doctrinas sólidas en los tiempos en los cuales vivimos?
    2. ¿Qué tipo de mensaje proclamamos a otros? Si es un mensaje diluido, como lo que a la gente le gustaría escuchar, ¿de qué manera podemos cambiarlo a fin de entregar mensajes no tan populares (con amor)?

 

 Resumen

Jeremías vivió su mensaje de una manera muy personal, tal vez demasiado personal para nuestro gusto, ya que tuvo que abstenerse de mucha interacción social. Pero, todo esto comunicaba un mensaje poderoso. Aunque se enfrentó con mucha resistencia, al final se demostró su mensaje povenía de Dios.

 

 CICLO DE APRENDIZAJE

Pasajes destacados: Jeremías 16:1-13; Oseas 1:1-3.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Las vidas personales de los profetas del Antiguo Testamento a menudo estaban entretejidas con los mensajes que predicaban. Quizá Dios no nos pida que nos casemos con una prostituta, como en el caso de Oseas; o que nunca nos casemos, ni estemos de duelo, ni nos regocijemos, como en el caso de Jeremías. Sin embargo, Dios bien puede pedirnos que hagamos cosas que nos saquen de nuestra zona de confort. Necesitamos estar listos para eso.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: ¿Cuánto puede pedirnos Dios cuando lo seguimos? Es difícil ver una diferencia marcada entre el mensaje y la persona de los profetas del Antiguo Testamento. Tanto Oseas como Jeremías proveen ejemplos vívidos de cuán lejos la vida personal de los profetas puede ser absorbida en su mensaje. Oseas, por un lado, recibió la orden de Dios de casarse con una prostituta, mientras Jeremías, por instrucción divina, debió abstenerse de casarse durante toda su vida (el texto hebreo de Jeremías 16:2 es claro en eso). También debía evitar entrar en una casa de duelo o unirse a una ocasión festiva.

Todo esto servía para ilustrar en forma dramática el mensaje de Dios a su pueblo, y para moverlos a volverse a Dios y arrepentirse. La vida de Jeremías debe haber sido muy solitaria. Por otro lado, a veces nos sentimos incómodos cuando Dios nos pide que hagamos algo que va más allá de asistir los sábados a la iglesia.

Diálogo inicial: Jaime White y su esposa Elena tuvieron cuatro hijos. Edson y William llegaron a ser pastores adventistas. Herbert murió cuando todavía era niño pequeño. La breve vida de Henry, quien murió a los 16 años, ilustra cuánto impactó el ministerio de Elena G. de White sobre su vida familiar.

Nacido en 1847, Henry contrajo neumonía a los cuatro meses. Mediante las fervientes oraciones de sus padres, milagrosamente se recuperó. Cuando tenía solo un año, fue confiado al cuidado de Frances Howland durante cinco años, mientras Elena y Jaime viajaban y ministraban por todo el este de los Estados Unidos.

Dejar a su hijo al cuidado de buenos amigos fue una decisión difícil. En realidad, Elena llamó a esto el “mayor sacrificio” que tuvo que hacer en relación con su ministerio, y ella sufrió como sufrió Jeremías.

A principios de diciembre de 1863, Elena y Jaime, mientras estaban de viaje, sintieron que debían terminar su viaje temprano y volver a sus tres hijos, que una vez más, estaban al cuidado de la familia Howland, en Topsham, Maine, EE.UU. Henry se enfermó solo cuatro días más tarde y murió el 8 de diciembre. Fue un golpe muy duro para la familia, y Elena expresó cuánto deseaba haber pasado más tiempo con sus hijos (ver Testimonios para la iglesia, t. 1, pp. 99-101).

¿Qué sacrificios te pidió Dios en relación con su llamado?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: “Comezón de oír” es una metáfora apropiada por la tendencia humana de crear una realidad que es más agradable que la que no se quiere afrontar. La sana doctrina se contrasta con un mensaje que satisface los deseos humanos, pero que no cambia la conducta pecaminosa. Estudia con la clase el contraste entre estos dos mensajes y qué hace que la gente prefiera uno sobre el otro (ver 2 Tim. 4:3, 4).

Comentario de la Biblia

Madera frente a hierro. El yugo que Jeremías había de llevar estaba hecho de madera, un material que es fuerte, pero que no necesariamente dura tanto como el hierro. Las excavaciones arqueológicas rara vez descubren resto de objetos hechos de madera. Como es un material orgánico, se pudre y desintegra.

Por otro lado, el hierro tiene propiedades mucho más duraderas y, además, es mucho más incómodo. El cambio de un yugo de madera por uno de hierro, en respuesta al mensaje falsificado de los falsos profetas, proporciona una fuerte advertencia: no debemos tomar los mensajes de Dios a la ligera.

I. Yugo de madera

(Repasa, con tu clase, Jer. 27:1-18.)

El acto simbólico del yugo de madera, en Jeremías 27, tiene un tono universal, ya que Jeremías inicialmente había sido llamado para ser un “profeta a las naciones” (Jer. 1:5). El mensaje había sido dado primero en tiempos del rey Joacim, en algún momento entre 609 y 605 a.C., y luego otra vez en el tiempo de Sedequías, alrededor de 594 a.C. El mensaje de Jeremías fue dirigido a tres audiencias diferentes: a los reyes de Edom, de Moab, de Amón, de Tiro y de Sidón, todas naciones hostiles que rodeaban a Judá (Jer. 27:1-11); al rey Sedequías (vers. 12-15); y a los sacerdotes y el pueblo (vers. 16-18). Los tres mensajes tenían en común una advertencia casi idéntica contra los falsos profetas (vers. 9, 14 y 16), lo que indica que había una lucha continua entre las profecías verdaderas y las falsificadas.

El mensaje mismo era sencillo y claro: sirvan al rey de Babilonia y vivirán (vers. 11, 12 y 17). El yugo simbolizaba el gobierno babilonio y servir a Babilonia era un acto de obediencia a Dios. Sin embargo, al mismo tiempo, Dios hizo claro que el tiempo de Babilonia también vendría (vers. 7: “hasta que venga el tiempo de su misma tierra”). Había un límite para el exilio, por ello, el yugo era de madera. En realidad, si Judá hubiera servido al rey Nabucodonosor y Sedequías no se hubiese rebelado contra él, entonces Jerusalén habría sido perdonada (vers. 17).

Considera: Dios castigó a Israel como resultado de su rebelión continua, pero ellos aún se rebelaron contra el castigo. ¿Por qué es tan difícil aceptar la disciplina en lugar de luchar contra ella?

II. Profecías falsificadas

(Repasa, con tu clase, Jer. 28:1-11; 2 Tim. 4:3, 4.)

El problema de los falsos profetas debe haber sido un desafío permanente en el ministerio de Jeremías. Llegó a una crisis cuando el falso profeta Hananías, en respuesta directa a los mensajes del yugo de madera de Jeremías en el capítulo 27, contradijo claramente al profeta de Dios.

Hananías usó la misma fórmula introductoria que había usado Jeremías (vers. 2: “Así habló Jehová de los ejércitos”), y el mismo tiempo perfecto profético (en hebreo) “quebranté el yugo”, como si la profecía fuera tan segura que se describía como que ya se había realizado. Además, él puso fechas definidas (vers. 3: “dentro de dos años”) y mencionó nombres definidos (vers. 4: Jeconías, otro nombre de Joaquín). Durante ese tiempo, Nabucodonosor estaba aplastando una revuelta interna, lo que le habría dado el valor necesario para hacer la profecía de Hananías.

Es interesante que la respuesta de Jeremías fue un sencillo “¡Amén!” No se defendió, sino solo señaló el contraste entre los mensajes populares y los difíciles, y estos últimos demostraron históricamente ser los verdaderos. Solo la historia prueba cuál de ellos era el correcto (ver Deut. 18:20-22).

En respuesta, el falso profeta realizó otro acto simbólico, es decir, tomó el yugo de madera del cuello de Jeremías y lo quebró. No podía ser más impresionantes o con más autoridad. La semejanza entre la profecía verdadera y la falsa era abrumadora. El pueblo había escuchado lo que deseaba oír, y Jeremías se dio vuelta y se alejó tranquilamente. Esta puede haber sido la causa de la posterior rebelión de Sedequías contra Babilonia, que finalmente trajo la destrucción de Jerusalén.

Considera: ¿Cómo podemos distinguir entre la verdad y el error, especialmente cuando ambos se parecen mucho?

III. Yugo de hierro

(Repasa, con tu clase, Jer. 28:12-17.)

Jeremías volvió, no por cuenta propia, sino con un mensaje de Dios. Su mensaje era doble. El yugo de madera quebrado sería reemplazado por un yugo de hierro, que no se podría quebrar, indicando que Judá ya no podría escapar de la destrucción babilónica y que las cosas serían mucho más difíciles de ese momento en adelante, así como el hierro es mucho más duro que la madera.

La segunda parte del mensaje estaba dirigido contra Hananías y predecía su muerte, que sucedió rápidamente, después de dos meses. La rebelión contra Dios y su profeta tiene su precio. Fue una triste confirmación del mensaje de Jeremías.

Considera: A veces es mejor permanecer en silencio (como hizo Jeremías) que defenderse. ¿Cómo podemos saber cuándo hacer lo uno o lo otro?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Las historias de los yugos de madera y de hierro son serias, considerando que terminaron con la muerte del falso profeta. Las narraciones hablan de rebelión y de la falta de sumisión. Necesitamos aprender a someternos cuando el momento de hacerlo y a mantenernos firmes cuando es tiempo de resistir.

Preguntas para reflexionar y aplicar:

  1. ¿Qué significa la sumisión a la voluntad de Dios para tu vida?
  2. Piensa en tu iglesia por un momento. ¿Qué tipo de mensaje está predicando en tu comunidad? ¿En qué sentido es un mensaje popular o impopular? Pero, más importante, ¿de qué modo es el mensaje de Dios?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: La madera y el hierro están en el centro del estudio de esta semana.

Actividades grupales o individuales:

  1. Trae un trozo de madera (o un yugo de madera, si es posible) y un trozo de hierro (tal vez una herramienta); dirige un torbellino de ideas acerca de las propiedades de cada objeto, y sus ventajas y desventajas. Si no dispones de los objetos, realicen la actividad sin las ayudas visuales.
  2. Como clase, preparen una escena donde repitan el diálogo entre el profeta verdadero (Jeremías) y el profeta falso (Hananías), basada en Jeremías 28, para presentar en la iglesia.
jeremias escuela sabatica 4° tri 2015
Radio Adventista
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