Lección 9: Edicion Adultos – “El juicio previo al advenimiento” Sabado 30 de Noviembre

 

Sábado 23 de noviembre

Lee Para el Estudio de esta Semana: Daniel 7; Génesis 3:8-20; 2 Timoteo 2:19; Salmo 51:4; 2 Corintios 5:10; Salmo 96:11-13.

Para Memorizar: “Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (Dan. 7:27).

COMO MUESTRA TAN CLARAMENTE el libro de Hebreos, después de su muerte Jesús comenzó una nueva fase de su obra para nosotros. Llegó a ser nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial. Las visiones en Daniel 7 y 8 revelan que en algún momento de la historia esta obra celestial de Cristo a favor nuestro había entrado en una fase nueva, el Juicio. Esto a veces se lo llama el “Día de Expiación Escatológico”: Escatológico, porque pertenece al Tiempo del Fin; Día de Expiación, porque fue prefigurado por el servicio del Día de Expiación en el Santuario terrenal.

Nos concentraremos en Daniel 7, que contiene una secuencia de reinos, simbolizados por cuatro animales, que es paralela a la secuencia en Daniel 2: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma.

Veremos que el Juicio es una buena noticia, porque nuestro Dios actúa a favor de su pueblo. Juzga a favor de ellos ante el universo que los mira, y les otorga entrada al eterno reino de Cristo, la culminación de todas sus esperanzas como seguidores der Dios.

 

Domingo 24 de noviembre:

La visión y el juicio

“Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos” (Dan. 7:10).

Lee Daniel 7:1 al 14. ¿Qué sucede aquí?

Después que Daniel vio las cuatro bestias, observó otro cuerno que subía entre los cuernos de la cuarta bestia. Este “cuerno pequeño” llegó a ser el principal enemigo de Dios y de sus santos. Entonces, de repente, la atención de Daniel se volvió de la Tierra oscura a una escena brillante de juicio en la sala del trono celestial (Dani. 7:9-14).

La escena del Juicio es el eje de toda la visión e involucra a dos figuras clave: el Anciano de Días y el Hijo del Hombre. También están allí los ángeles, testigos del Juicio. La escena se desenvuelve en tres pasos: primero está la escena del tribunal (vers. 9, 10), luego el resultado del Juicio sobre los poderes de la Tierra (vers. 11, 12), y finalmente la trasferencia del dominio y del reino al Hijo del Hombre (vers. 13, 14). Dios el Padre se describe como el majestuoso Anciano de Días, el sabio y prudente juez por excelencia. “El Hijo del Hombre” representa a la humanidad, a Jesús mismo, en el tribunal celestial. Jesús usó este título muchas veces para referirse a sí mismo, y por lo menos dos veces evocó claramente las imágenes de Daniel 7 (Mat. 24:30; 26:64).

El Día de Expiación actúa como el ambiente tipológico más natural para esta serie en el Templo celestial. De hecho, se describe como si el Sumo Sacerdote viene, rodeado por nubes de incienso, al Anciano de Días. En Daniel 7:10, “los libros se abrieron”. Los libros desempeñan un rol principal en el Juicio celestial. Aquí hay varios libros de origen celestial conocidos en la Biblia: el “libro de vida” (Sal. 69:28; Fil. 4:3; Apoc. 3:5; 13:8; 17:8), el “libro de memorias” (Mal. 3:16), los libros de las “acciones” (Apoc. 20:12), y un “libro” de Dios (Éxo. 32:32, 33; Sal. 56:8).

Imagínate que Dios te juzga (y lo hará). Imagínate que te juzgará por todo lo que alguna vez hiciste (y lo hará). Si tienes que basarte en tus registros, tus propias acciones, tus propias buenas obras, ¿qué esperanza tienes? Entonces, ¿cuál es tu única esperanza en el Juicio?

 

Lunes 25 de noviembre:

Modelo del juicio

Lee Génesis 3:8 al 20. ¿Qué hace Dios antes de pronunciar la sentencia?

El concepto de un juicio investigador es bíblico, el proceso judicial de Dios a menudo incluye una fase de investigación e indagación. Un primer ejemplo se presenta en Génesis 3, donde Dios investiga antes de pronunciar el veredicto (Gén. 3:8-19). El trato de Dios con Caín (Gén. 4), Babel (Gén. 11) y Sodoma (Gén. 18, 19) sigue un esquema similar. Vemos que Dios realiza la misma acción que requirió de los jueces en Israel; es decir, “tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia” (Deut. 13:14; ver también Deut. 19:18).

La investigación involucra deliberación y equidad. A menudo es pública. Dios permite que otros vean por sí mismos qué está haciendo. De este modo, cuando Dos anuncia el veredicto –sea de salvación o de condenación–, los que observan tendrán la certeza de que la acción de Dios es la mejor. Esto es exactamente la razón por la que el juicio celestial en Daniel 7 involucra libros. Los libros no son para Dios, para que recuerde más fácilmente, sino para beneficio de los seres celestiales que lo rodean quienes, a diferencia de Dios, no saben todas las cosas.

¿Cómo resulta el Juicio para los santos? Dan. 7:22.

Al hablar del Juicio, Elena de White escribió: “El hecho de que los hijos reconocidos de Dios están representados como de pie delante del Señor con ropas inmundas, debe inducir a todos los que profesan su nombre a sentir humildad y a escudriñar profundamente su corazón. Los que están de veras purificando su alma y obedeciendo la verdad tendrán una muy humilde opinión de sí mismos. […] Pero aunque debemos comprender nuestra condición pecaminosa, debemos fiar en Cristo como nuestra justicia, nuestra santificación y redención. No podemos contestar las acusaciones de Satanás contra nosotros. Solo Cristo puede presentar una intercesión eficaz en nuestro favor. Él puede hacer callar al acusador con argumentos que no se basan en nuestros méritos, sino en los suyos” (TI 5:446).

¿Cómo nos ayudan estas palabras a comprender por qué el Juicio es una noticia tan buena?

 

Martes 26 de noviembre:

El tiempo del juicio

Lee Daniel 7:7 al 10, 21, 22, 25 y 26. ¿Cuándo ocurre el Juicio de Daniel 7?

Tanto en la visión como en la interpretación angélica, el Juicio sigue a la respuesta de Dios ante la presunción del cuerno pequeño, y culmina con la transferencia del reino a los santos de Dios. La Biblia describe el Juicio como que sucede durante el tiempo cuando el poder del cuerno todavía existe (Dan. 7:8. 9). El dominio del cuerno es quitado solo después que el tribunal se reúne para juzgar; entonces, cuando termina el proceso judicial, todos los reinos de la Tierra serán destruidos (vers. 26).

Lo que esto significa, claramente, es que el Juicio debe ocurrir antes de la segunda venida. Es un juicio previo al advenimiento que comienza algún tiempo después del “tiempo, y tiempos, y medio tiempo” (vers. 25). ¿Cómo podría haber una recompensa o un castigo finales si no fuera por un juicio que los precede?

En realidad, los santos son recompensados en el momento del advenimiento de Cristo, que presupone que ya han sido juzgados. En forma similar, los impíos, incluyendo los poderes demoníacos, serán juzgados durante el milenio antes que Dios ejecute el Juicio Final. (Ver Apoc. 20.)

¿Por qué Dios necesita un juicio? ¿Acaso “no conoce el Señor a los que son suyos”? 2 Tim. 2:19.

Por supuesto, nuestro Dios omnisapiente sabe perfectamente quienes son de su pueblo. No necesita un juicio para decidir quién será salvo. Más bien, el juicio anterior al advenimiento muestra que el Juez es justo al salvar a su pueblo. Los seres celestiales necesitan estar seguros de que está bien que se salven los santos. Al procurar comprender el significado del Juicio, necesitamos recordar la realidad del escenario de la gran controversia, a la que se alude en estos textos, porque vemos que la hueste angélica es testigo del Juicio. Otros seres tienen interés en el resultado final del plan de salvación.

“Conoce el Señor a los que son suyos”. ¿Cómo puedes estar seguro de que eres uno de los “suyos”? ¿Cuál es la única manera de estar seguros? (Rom. 8:1).

 

Miércoles 27 de noviembre:

¿Cuándo terminará el juicio?

Lee Daniel 7 otra vez. ¿Cuáles son los resultados del juicio anterior al advenimiento?

El Juicio resulta en varias acciones de largo alcance:

  1. El Hijo del Hombre es coronado. Recibe “dominio, gloria y reino” (Dan. 7:14).
  2. Los santos reciben el reino para siempre. El Juicio es para beneficio de los santos que recibirán el reino de Dios (Dan. 7:22). Sin lugar a dudas, el Hijo del Hombre y los santos tienen una relación muy estrecha. Cuando el Hijo del Hombre reciba su reino, invita a los santos a unirse a él. Su reino es el reino de ellos (Dan. 7:27). Este juicio conduce a momento cuando el Rey del reino eterno se reúne con su pueblo. Esta es su mayor recompensa y también la de él.
  3. La rebelión es derrotada y destruida. Los enemigos del pueblo de Dios son juzgados. Después que el cuerno hizo guerra contra los santos, es derrotado él mismo y destruido para siempre (Dan. 7:25, 26).
  4. Se demuestra la absoluta justicia de Dios. Siendo que el Juicio en el tribunal celestial es público y los ángeles asisten a la investigación de los asuntos humanos, todos pueden ver por sí mismos que Dios es ecuánime en sus actos. Él es capaz de sostener tanto el amor como la justicia. De este modo, al final, Dios mismo será vindicado, y todos reconocerán que Dios es justo y que Dios es amor. Todo el procedimiento asegura que el universo será un lugar seguro por la eternidad (ver Sal. 51:4; Rom. 3:4).

El juicio previo al advenimiento resulta en el cumplimiento de las esperanzas tanto de Dios como de los creyentes. El deseo de Dios es salvar a su pueblo y erradicar el pecado no dejando dudas acerca de su amor y su justicia. El ansia de la humanidad es tener la salvación del pecado y de su opresión en toda forma, y de gozar vida eterna en la presencia del Dios que los ama. El Juicio así llega a ser la garantía de una relación eterna y confiada entre Dios y su creación.

“El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor” (CS737).

 

Jueves 28 de noviembre:

Seguridad responsable

Lee Salmo 96:11 al 13. ¿Por qué toda la creación se regocija?

¿Por qué alguien pediría: “Júzgame, oh Jehová?” (Sal. 7:8). La razón es sencilla: el Juicio significa salvación: “Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme” (Sal. 54:1). El Salmo 26 es una súplica de justicia y misericordia. David expresó en forma maravillosa la idea de que Dios, el Juez, está siempre del lado de su pueblo leal, y que su juicio es más que deseable (Sal 26:1; 35:24; 43:1: 54:1). El Juicio implica vindicación.

¿Amenaza el Juicio previo al advenimiento nuestra seguridad de salvación? No, porque el resultado de este juicio es seguro. Dios “emitió juicio en favor de los santos” (Dan. 7:22, NVI). La obra de Dios en el Juicio reafirma nuestro perdón e intensifica la seguridad al hacer que nuestro pecado sea eternamente irrelevante. El Juicio es otra muestra de que la salvación es nuestra. El Juicio no es el momento cuando Dios decide aceptarnos o rechazarnos; más bien, es la ocasión cuando Dios acepta como final nuestra elección si lo hemos aceptado, como lo revelan nuestras obras.

El Juicio aumenta la seguridad del creyente. Más radicalmente, el Juicio está en el centro de la doctrina de la seguridad cristiana y la experiencia de la salvación.

Lee Romanos 14:10 al 12, y 2 Corintios 5:10. ¿Cómo la realidad del Juicio debe impactar la manera en que vivimos?

La Biblia no enseña que los justos están exceptuados del Juicio. Aunque los justos son vindicados en el Juicio y sus pecados son borrados para siempre, la expectativa del Juicio los anima a vivir una vida de lealtad y responsabilidad. La seguridad de la salvación acompaña a la motivación para una conducta moral. Como Dios hizo tanto por nosotros, lo amamos y procuramos expresar ese amor mediante la fidelidad en todo lo que él pide de nosotros.

Un creyente expresó su temor a Dios y especialmente al Juicio. ¿Cómo puedes ayudar a esa persona a comprender la buena noticia acerca del Juicio y desarrollar un sentido personal de seguridad con respecto a la salvación?

 

Viernes 29 de noviembre

Para Estudiar y Meditar:

“Aquel que vive en el Santuario celestial juzga con justicia. Se complace más en sus hijos que luchan contra la tentación en un mundo de pecado que en las huestes de ángeles que rodean su trono” (PVGM 139).

“Satanás tiene un conocimiento exacto de los pecados que por sus tentaciones ha hecho cometer a los hijos de Dios e insiste en sus acusaciones contra ellos; declara que por sus pecados han perdido del derecho a la protección divina y reclama el derecho de destruirlos. Los declara tan merecedores como él mismo de ser excluidos del favor de Dios. […] Sin embargo, aunque los seguidores de Cristo han pecado, no se han entregado al dominio de los agentes satánicos. Se han arrepentido de sus pecados, han buscado al Señor con humildad y contrición, y el Abogado divino intercede en su favor. El que más fue ultrajado por su ingratitud, el que conoce sus pecados y también su arrepentimiento, declara: ‘¡Jehová te reprenda, oh Satán! Yo di mi vida por estas almas. Sus nombres están esculpidos en las palmas de mis manos. Pueden tener imperfecciones de carácter, pueden haber fracasado en sus esfuerzos, pero se han arrepentido y las he perdonado y aceptado’” (PR 432, 433).

Preguntas para Dialogar:

  1. ¿Dónde se plantearon primero dudas acerca de la justicia de Dios, la ley y su equidad, en la Tierra o en el cielo? ¿Cuáles son las implicaciones de tu respuesta, especialmente en el contexto de ayudarnos a comprender por qué hay un juicio de cualquier clase en el cielo?
  2. La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha proclamado el mensaje del Juicio por muchos años. Cristo no ha regresado todavía. ¿Cómo hemos de responder a lo que parece ser un tiempo muy largo? ¿Por qué es tan importante recordar que, como humanos, tenemos una comprensión muy limitada del tiempo mismo? Piensa acerca de algunas profecías de tiempo muy largas en la Biblia y cómo alguien que vivió en esos tiempos podría fácilmente haberse desanimado acerca de lo que, desde su perspectiva, parecía demorar una eternidad.
  3. Muchos cristianos creen en el concepto bíblico del Juicio. (¿Cómo podrían no hacerlo? Está por toda la Biblia.) Sin embargo, ¿cómo vincular el Juicio con el Santuario ayuda a revelar verdades vitales acerca de la naturaleza del Juicio y de la seguridad que nos ofrece?
Radio Adventista
8 comments… add one
  • Gracias por esta publicacion de Escuela Sabatica

    Reply
  • que Dios les bendiga mucho,

    Reply
  • muchas gracias por esa ermosa escuelas sabatica aprendis muchos de los k es el jusio y para k beneficios sirben amen

    Reply
  • Gracias por poner la lección de escuela sabática en la internet.

    Reply
  • Hola, les escribo desde Villahermosa, Tabasco. Muchas gracias por su apoyo con esta página. Dios les siga bendiciendo

    Reply
  • Las lecciones del manual son claras y suficientes para el aprendizaje de cualquier persona, me resultan además muy bien documentadas con pasajes de la Biblia y comentarios completentarios, sobre todo de Elena G. de Withe. Aunque no pertenezco a la Iglesia Adventista del Séptimo Día asisto al culto de los sábados.

    Reply
  • cree o que las lecciones son marravillosa espero recibir todos los materiales que puedan enviarme por favor en espeñola

    Reply
  • deseo que la misericordia de Dios me alcance cada día pues deseo estar preparada y ayudar a prepara ha otros

    Reply

Leave a Comment

Cancel reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.