Lección 9 Edición Adultos: “Los ritmos del descanso” Para el 28 de Agosto de 2021

Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2021

“Los ritmos del descanso”

Lección 9 :- Para el 28 de Agosto de 2021

Sábado 21 de agosto

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 1; Éxodo 20:8–11; 16:14–31; Deuteronomio 5:12–15; Salmo 92; Isaías 58:13.

Para Memorizar: “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Gén. 2:3).

¿Quién se puede imaginar cómo habrán sido las obras de la creación: la luz en medio de la oscuridad, los océanos rebosantes de vida, las aves que de repente levantan vuelo? ¿Y la creación sobrenatural de Adán y de Eva? Ni siquiera podemos empezar a comprender cómo lo hizo Dios.

Sin embargo, después de todo este proceso de creación activa, Dios centró su atención en algo más. A primera vista, no parecía tan espectacular como las ballenas saltarinas ni las deslumbrantes exhibiciones de plumas de las aves. Dios simplemente creó un día, el séptimo día, y luego lo hizo especial. Aun antes de que la humanidad se autoimpusiera una vida estresante, Dios estableció un mojón como una ayudamemoria vívida. Dios deseaba que este día fuera una ocasión para que nos detuviéramos deliberadamente a disfrutar de la vida; un día para ser, no para hacer, para celebrar el regalo de la hierba, el aire, la vida silvestre, el agua, la gente; y, sobre todo, al Creador de todo lo bueno.

Esta invitación continuó aun después de que la primera pareja fuera desterrada del Edén. Dios quería asegurarse de que la invitación pudiera resistir la prueba del tiempo, y por eso, desde el principio la tejió en la misma urdimbre del tiempo.

Durante esta semana, estudiaremos la maravillosa invitación de Dios a entrar en un reposo dinámico, una y otra vez, cada séptimo día.

 

Domingo 22 de agosto: Preludio del descanso

Dios estuvo allí en el principio. El Señor Dios habló, y existió. La luz divide el día de la noche; el firmamento, el cielo y los mares llegaron a la existencia en el segundo día; la tierra seca y la vegetación llegan al tercer día. Dios forma el contexto básico del tiempo y la geografía, y luego lo completa durante los tres días siguientes. Las lumbreras gobiernan el cielo de día y de noche. A diferencia de las historias de la mayoría de las culturas antiguas, el relato bíblico de la creación deja muy en claro que ni el sol, ni la luna ni las estrellas son deidades. Entran en escena recién al cuarto día y están sujetos a la palabra del Creador.

La descripción que Moisés hace del quinto y el sexto días (Gén. 1:20-31) está llena de vida y belleza. Aves, peces, animales terrestres, todos ocupan el espacio preparado por Dios.

¿Qué indica la evaluación de Dios sobre la creación? Lee Génesis 1:1 al 31.

Este no es simplemente un espacio cualquiera que Dios ha creado; es un lugar perfecto. Numerosas criaturas llenan la Tierra. Como el estribillo de una melodía pegadiza, Dios sigue diciendo que fue “bueno” después de cada día.

La creación de la humanidad, ¿en qué se diferencia del resto del mundo creado? Lee Génesis 1:26, 27; 2:7, 21–24.

Dios se inclina y comienza a dar forma al barro. La creación de la humanidad a imagen y semejanza de Dios es una lección objetiva de intimidad y cercanía. Dios se inclina y sopla vida en la nariz de Adán, y fue un ser viviente. La creación especial de Eva de la costilla de Adán agrega otro elemento importante a la semana de la creación. El matrimonio es parte del diseño de Dios para la humanidad: una sociedad sagrada de compañerismo entre ’ish e ’ishshah, “hombre” y “mujer”.

En esta ocasión, cuando Dios contempla todo lo que hizo en el sexto día, el estribillo suena diferente: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Gén. 1:31).

Plantéate cuán radicalmente diferente es la historia bíblica de la creación de lo que enseña la humanidad, sin la orientación de la Palabra de Dios. ¿Qué debería decirnos esto acerca de cuánto necesitamos depender de la Palabra de Dios para comprender la verdad?

 

Lunes 23 de agosto: El mandato de descansar

La creación puede ser “muy buena”, pero aún no está completa. La creación termina con el descanso de Dios y una bendición especial sobre el séptimo día, el sábado. “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Gén. 2:3).

El sábado es parte integral de la creación de Dios; por cierto, es la culminación de la creación. Dios hace el descanso y crea un espacio para la comunidad donde la humanidad (en ese entonces, el núcleo familiar de Adán y Eva) podía detener sus actividades diarias y descansar junto con su Creador.

Desafortunadamente, el pecado entró en este mundo y lo cambió todo. Se acabó la comunión directa con Dios. En cambio, hubo partos dolorosos, afán, relaciones frágiles y disfuncionales y demás; la letanía de infortunios que todos conocemos tan bien como la vida en este mundo caído. Y aun así, en medio de todo esto, el sábado de Dios continúa siendo un símbolo perdurable de nuestra creación, y también la esperanza y promesa de nuestra recreación. Si el descanso sabático era necesario antes del pecado, ¿cuánto más después?

Muchos años después, cuando Dios libera a sus hijos de la esclavitud de Egipto, les vuelve a recordar este día especial.

Lee Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué nos enseña esto sobre la importancia del día de reposo en relación con la creación?

Con este Mandamiento, Dios nos llama a recordar nuestros orígenes. Contrario a lo que muchos creen, no somos productos casuales de fuerzas frías, indiferentes y ciegas; al contrario, somos seres creados a imagen de Dios. Fuimos creados para confraternizar con Dios. No importa que los israelitas hayan sido tratados como esclavos de escaso valor. Cada sábado, de una manera especial eran llamados a recordar quiénes eran en realidad, seres creados a imagen de Dios mismo.

“Y puesto que el sábado es un monumento recordativo de la obra de la creación, es una se ñal del amor y el poder de Cristo” (DTG 248).

Reflexiona en la importancia de la doctrina de una creación de seis días. En definitiva, ¿qué otra enseñanza es tan importante que Dios nos ordena que dediquemos una séptima parte de nuestra vida, cada semana, y sin excepción, a recordarla? ¿Qué debería enseñarnos este solo hecho acerca de la importancia de recordar nuestros verdaderos orígenes, como se describe en el libro de Génesis?

 

Martes 24 de agosto: Circunstancias nuevas

Después de cuarenta años de vagar por el desierto, había una nueva generación con recuerdos vagos (por no decir ninguno) de Egipto. Tuvieron una experiencia de vida muy diferente de la de sus padres. Esta nueva generación había sido testigo de la repetida falta de fe de sus padres, y como consecuencia, ellos también tuvieron que vagar por el desierto mientras la generación de sus padres iba muriendo.

Tuvieron el privilegio de tener el Santuario en el centro del campamento y pudieron ver la nube que indicaba la presencia de Dios sobre el Tabernáculo. Cuando se movía, sabían que era hora de hacer las maletas y seguir. Esta nube que brindaba sombra durante el día y la columna de fuego que proporcionaba luz y calor durante la noche, eran recordatorios constantes del amor y el cuidado de Dios por ellos.

¿Qué recordatorio personalizado del reposo sabático tenían? Lee Éxodo 16:14 al 31.

A diferencia de la teología popular, estos versículos prueban que el día de reposo sabático es anterior a la promulgación de la Ley en el Sinaí.

¿Qué ocurrió aquí?

El alimento especial que Dios proveyó era un recordatorio diario del hecho de que el Creador sustentaba su creación. De una manera muy tangible, Dios suplía sus necesidades. Cada día era un milagro cuando la comida aparecía y desaparecía con el sol. Cada vez que alguien intentaba acumular para el día siguiente, se pudría y apestaba; y sin embargo, todos los viernes había suficiente para una ración doble, y lo que sobraba para comer el sábado se mantenía milagrosamente fresco.

Israel ahora tenía el servicio del Santuario y todas las leyes y los estatutos registrados en Levítico y Números. Aun así, el anciano Moisés convoca a todos, les repite su historia y repasa las leyes que Dios les ha dado (ver Deut. 5:6-22).

Esta nueva generación finalmente estaba preparada para ingresar a la Tierra Prometida. Israel estaba a punto de sufrir un cambio de liderazgo, y un Moisés anciano quería asegurarse de que esta generación recordara quiénes eran y cuál era su misión. No quería que repitieran los errores de sus padres. Y entonces repasa las leyes de Dios. Los Diez Mandamientos se repiten para que esta generación, a punto de conquistar Canaán, no se olvide de ellos.

En nuestra experiencia personal, la segunda venida de Jesús podría nunca ser más que unos instantes después de nuestra muerte. Por lo tanto, su regreso está siempre cerca; quizá más de lo que imaginamos. La observancia del sábado, ¿en qué medida nos recuerda no solo lo que Dios ha hecho por nosotros, sino también lo que hará por nosotros cuando regrese?

 

Miércoles 25 de agosto: Otra razón para descansar

Israel está acampado del lado oriental del Jordán. Ya habían tomado posesión de las tierras del rey de Basán y de dos reyes de los amorreos. Una vez más, en este momento crucial, Moisés reúne a Israel y les recuerda que el pacto hecho en el Sinaí no fue solo para sus padres, sino también para ellos. Luego continúa repitiendo los Diez Mandamientos, nuevamente para su beneficio.

Compara Éxodo 20:8 al 11 con Deuteronomio 5:12 al 15. ¿Cuál es la diferencia en la forma en que se expresa el Mandamiento del sábado en estos pasajes?

En Éxodo 20:8, el Mandamiento comienza con la palabra “Acuérdate”. Deuteronomio 5:12 comienza con la palabra “Guardarás”. La palabra “acuérdate” aparece un poco más adelante en el mismo Mandamiento (Deut. 5:15). En este versículo, se les dice que recuerden que fueron esclavos. Aunque las personas de esta generación crecieron siendo libres, todos habrían nacido en la esclavitud si no fuera por el rescate milagroso. El Mandamiento del sábado era para recordarles que el mismo Dios que estuvo activo en la historia de la creación también estuvo activo en su liberación: “Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido” (Deut. 5:15).

Esta verdad se ajusta a las circunstancias de los israelitas de ese entonces, que se encontraban por segunda vez en la frontera de la Tierra Prometida, unos cuarenta años después de que la primera generación fracasara tan miserablemente. Eran tan impotentes para conquistar esta tierra como sus antepasados lo fueron para escapar de Egipto. Necesitaban a este Dios que actúa con “mano fuerte” y “brazo extendido”.

El sábado está a punto de adquirir una dimensión adicional. Debido a que Dios es el Dios de la liberación, Israel debe guardar el día de reposo (Deut. 5:15).

Por supuesto, la creación no está lejos del Mandamiento del sábado, incluso en Deuteronomio 5, a pesar de que la motivación sea diferente. En cierto sentido, la liberación de Israel de la tierra de Egipto es el punto de partida de una nueva creación, similar a la historia de la Creación en Génesis. Israel, como pueblo liberado, es la nueva creación de Dios (ver también, p. ej., Isa. 43:15).

Y debido a que el Éxodo se considera un símbolo de la libertad del pecado, es decir, la redención, podemos encontrar en el sábado un símbolo tanto de la creación como de la redención. Por tanto, de una manera muy real, el sábado nos señala a Jesús, nuestro Creador y Redentor.

Lee Juan 1:1 al 13. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre Jesús como nuestro Creador y Redentor?

 

Jueves 26 de agosto: La observancia del sábado

Dios ordena a su pueblo que guarde el día de reposo. Junto con los Mandamientos de no matar y no robar está el de recordar el sábado, aunque la Biblia no nos da detalles sobre cómo debemos guardarlo exactamente.

¿Qué atmósfera deberíamos crear y promover el sábado? Ver el Salmo 92 e Isaías 58:13.

Debido a que guardar el sábado significa celebrar la creación y la redención, su atmósfera debe ser de gozo y deleite en el Señor, y no de tristeza.

La observancia del sábado no comienza el séptimo día. Como el primer sábado fue la culminación de la semana de la creación, deberíamos acordarnos del día de reposo toda la semana, y planificar con anticipación para poder dejar a un lado nuestro trabajo semanal y cuando llegue el sábado, “santificarlo”. Es clave prepararse intencionalmente durante la semana y especialmente en el día de preparación (Mar. 15:42), o viernes, y contribuye al deleite a medida que aumenta la expectativa para este día tan especial.

¿Qué aspecto importante de la observancia del sábado se destaca en Levítico 19:3?

La observancia del sábado también significa fomentar nuestra relación con familiares y amigos. Dios provee tiempo para el compañerismo familiar, y esto abarca el descanso incluso para los sirvientes y los animales de la familia (ver Éxo. 20:8-11). El sábado y la familia van juntos.

Si bien el descanso y el tiempo en familia son principios importantes, la observancia del sábado también significa participar con nuestra familia de la iglesia de la adoración colectiva dedicada a Dios. Jesús asistió a los cultos de adoración y los dirigió mientras estuvo en la Tierra. (Ver Lev. 23:3; Luc. 4:16; y Heb. 10:25).

Aunque nuestras rutinas y ritmos semanales estén acelerados, en lo profundo de nuestro corazón hay un anhelo por el verdadero descanso del sábado, la verdadera comunión con nuestro Hacedor. Si nos acordamos de hacer un alto en todas nuestras actividades y hacemos planes de pasar tiempo con Dios y fomentar nuestras relaciones, podremos entrar en el ritmo y el descanso sabáticos.

¿Cuál ha sido tu experiencia con el sábado y las bendiciones que se pueden obtener al guardarlo? ¿Qué más podrías hacer para santificar este tiempo santo?

 

Viernes 27 de agosto

Para Estudiar y Meditar:

“Dios dio a los hombres el recordativo de su poder creador con el fin de que pudieran discernirlo en las obras de sus manos. El sábado nos invita a contemplar la gloria del Creador […]. En el santo día de descanso, más especialmente que en todos los demás días, debemos estudiar los mensajes que Dios ha escrito para nosotros en la naturaleza. […] Cuando nos acercamos íntimamente al corazón de la naturaleza, Cristo hace que su presencia sea real para nosotros, y habla a nuestro corazón de su paz y amor” (PVGM 14, 15).

“Una de las razones importantes por las que el Señor liberó a Israel de la esclavitud de Egipto fue para que pudieran guardar su santo sábado. […] Evidentemente, Moisés y Aarón renovaron la enseñanza acerca de la santidad del sábado, porque Faraón se quejó con ellos: ‘Vosotros les hacéis cesar [al pueblo] de sus tareas’ (Éxo. 5:5). Esto indicaría que Moisés y Aarón comenzaron una reforma sabática en Egipto.

“No obstante, la observancia del sábado no debía ser una conmemoración de su esclavitud en Egipto. La observancia como recuerdo de la creación debía incluir un recuerdo gozoso de la liberación de la opresión religiosa en Egipto, que dificultaba la observancia del sábado. De la misma manera, la liberación de la esclavitud encendería para siempre en su corazón un tierno respeto por los pobres y oprimidos, los huérfanos y las viudas” (EP 549, nota del apéndice).

Preguntas para Dialogar:

  1. Algunos cristianos, incluso algunos adventistas, consideran que la evolución teísta es una explicación viable de la Creación. ¿Cómo muestra el sábado que la evolución teísta y el adventismo del séptimo día son incompatibles? ¿Cuál es el propósito de santificar el sábado en conmemoración de miles de millones de años, especialmente cuando la Palabra de Dios es explícita acerca de su santificación después de los primeros seis días de la Creación?
  2. ¿Qué respondes al argumento de que el día no importa, siempre y cuando tengamos un día de descanso en la semana? O, por otro lado, ¿cómo respondemos a la afirmación de que Jesús es nuestro descanso sabático y, por lo tanto, no hay necesidad de guardar ningún día como día de descanso?
  3. La observancia del sábado, ¿cómo puede ser un recordatorio de libertad y liberación? ¿Cómo podemos evitar que sea restrictivo y legalista?
  4. Algunos afirman que guardar el sábado es un intento de abrirse camino hacia el cielo. Sin embargo, ¿cuál es la lógica al afirmar que al descansar el séptimo día, estamos tratando de abrirnos camino hacia el cielo?
Radio Adventista
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