Leccion 8 Edicion Adultos “Discernimiento: salvaguardia del reavivamiento” Sabado 24

Leccion 8 Edicion Adultos

 

“Discernimiento: salvaguardia del reavivamiento”

 

Sábado 17 de agosto

rclaroLee Para el Estudio de esta Semana: Juan 17:3; 1 Juan 2:3-6; Mateo 23:27, 28; 2 Tesalonicenses 2:9-12; 1 Corintios 12:4-7.

rojoPara Memorizar: “Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia. La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia” (Sal. 119:159, 160).

TEMPRANO EN MI MINISTERIO estudié con una familia que vivía en una zona rural. Un día, un hombre de gran porte entró en la habitación fumando un cigarro. Entonces, declaró que Dios lo había sanado de un cáncer al pulmón.

He reflexionado sobre este incidente a menudo. Este hombre creía sinceramente que el Espíritu Santo lo había sanado milagrosamente. Sin embargo, esa creencia de estar sano, ¿era verdadera? Las señales y las maravillas ¿son siempre evidencia de la obra del Espíritu Santo? ¿Podemos basar nuestra fe solo en señales y milagros? ¿Qué lugar pueden tener las señales y los milagros en un falso reavivamiento?

En el contexto del reavivamiento, preguntémonos: ¿Es posible que el diablo pueda crear una falsa excitación religiosa y dar la impresión de que ha ocurrido un reavivamiento genuino?

Esta semana estudiaremos los indicadores espirituales de un reavivamiento genuino, y los contrastaremos con los reavivamientos falsos. Saber la diferencia entre ellos nos ayudará a evitar los engaños del enemigo.

 

Domingo 18 de agosto:

La voluntad de Dios y su palabra

La verdadera espiritualidad se concentra en conocer a Dios y hacer su voluntad (Juan 17:3; Heb. 10:7). Cualquier “reavivamiento” que enfatice la experiencia en vez del compromiso de obedecer la Palabra de Dios está errado. El Espíritu Santo siempre nos llevará adonde la Palabra de Dios nos guía (2 Tim. 3:16). Es el fundamento y el centro de todo verdadero reavivamiento.

Los siguientes pasajes del Salmo 119 ¿qué revelan acerca del reavivamiento y la Palabra de Dios? Enumera las cualidades espirituales que desarrolla la Palabra en nuestras vidas. Sal. 119:25, 28, 49, 50, 67, 81, 105, 116, 130, 154. ¿Qué significan estas promesas en nuestra experiencia con Dios?

En el sermón sobre el Pan de Vida, Jesús explicó la esencia de todo reavivamiento y el fundamento de toda vida espiritual. Declaró: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Esta declaración es muy importante. El Espíritu Santo habla por medio de la Palabra de Dios y da, a quienes tienen fe, una profunda vida espiritual. El reavivamiento ocurre cuando el Espíritu Santo impresiona las palabras de Jesús en nuestra mente. Jesús dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4).

“En muchos despertamientos religiosos que se han producido durante el último medio siglo, se han dejado sentir, en mayor o menor grado, las mismas influencias que se ejercerán en los movimientos venideros más extensos. Hay una agitación emotiva, mezcla de lo verdadero con lo falso, muy apropiada para extraviar a uno. No obstante, nadie necesita ser seducido. A la luz de la Palabra de Dios, no es difícil determinar la naturaleza de estos movimientos. Dondequiera que los hombres descuiden el testimonio de la Biblia y se alejen de las verdades claras que sirven para probar el alma, y que requieren abnegación y desprendimiento del mundo, podemos estar seguros de que Dios no dispensa allí sus bendiciones” (CS 517, 518).

El verdadero reavivamiento es descubrir la voluntad de Dios manifestada en su Palabra. Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte, fue conducido por el Espíritu Santo y recibió poder de él.

 

Lunes 19 de agosto:

El amor de Dios y su ley

El reavivamiento trata de conocer a Jesús. Es un nuevo despertar de las facultades espirituales del alma. Es una experiencia personal y vital con el Salvador. Conocer a Jesús –realmente conocerlo como un amigo– es la esencia del reavivamiento. Desde la profundidad de su experiencia personal con Jesús, el apóstol Pablo compartió que él estaba orando para que los efesios pudieran “conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efe. 3:19).

Esto está en contraste con la historia de las vírgenes del tiempo del fin, cinco de las cuales tenían una forma exterior de piedad y religión, pero les faltaba una experiencia íntima con Jesús. Refiriéndose a su necesidad, Jesús dijo: “De cierto os digo, que no os conozco” (Mat. 25:12).

Conocer a Dios siempre conduce a la obediencia. La ley de Dios revela su amor. Una relación más profunda con Cristo lleva a un mayor deseo de agradarle. La obediencia es el fruto del amor. Cuanto más lo amamos a él, tanto más deseamos obedecerlo. Cualquier así llamado reavivamiento que no enfatice el arrepentimiento, cuando voluntariamente hemos quebrantado su ley, es sospechoso. El fervor religioso puede estimular una cumbre religiosa temporaria, pero el cambio espiritual duradero estará faltando.

Para el apóstol Juan, ¿cuáles son las evidencias de que uno realmente conoce a Dios? 1 Juan 2:3-6; 4:7, 8, 20, 21.

En estos pasajes, Juan presenta dos puntos vitales. Primero, conocer a Dios conduce a guardar sus mandamientos. Segundo, amar a Dios lleva a amarnos unos a otros. El punto de Juan es claro. La espiritualidad genuina resulta en una vida cambiada. El centro del reavivamiento no es una cálida sensación de sentirse cerca de Jesús. Es una vida transformada llena con el gozo de servir a Jesús. La gran meta de Dios en todos los reavivamientos es acercarnos más a él, profundizar nuestra entrega a sus propósitos para nuestras vidas, y liberarnos para testificar y ministrar en su causa.

¿Cómo estás en tus propias relaciones personales? ¿Qué te dicen esas relaciones acerca de tu caminar con Dios? ¿De qué modos podrías necesitar avanzar en tu relación con Dios como con los demás?

 

Martes 20 de agosto:

Formalismo, fanatismo y fe

Uno de los desafíos del verdadero arrepentimiento es atravesar la helada superficie del frío formalismo, mientras, al mismo tiempo, evitar las ardientes llamas del fanatismo. El formalismo está rígidamente encerrado en el statu quo. Está satisfecho con la cáscara externa de la religión, mientras niega la realidad viviente de la fe. El fanatismo tiende a ir a los extremos. Se va por las tangentes religiosas. Tiende a ser desequilibrado, concentrándose en un aspecto de la fe y descuidando todos los demás. El fanatismo a menudo es farisaico y dado a las críticas. El apóstol Pablo anhelaba que en la iglesia cristiana “ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” (Efe. 4:14).

¿Qué aprendemos acerca del frío formalismo en la condenación que pronunció Jesús sobre los fariseos? Mat. 23:27, 28; Luc. 11:39, 40; Mar. 7:5-9.

¿Qué aprendemos acerca de aquellos que creían que las señales y los milagros demostraban que eran fieles seguidores de Jesús? Mat. 7:21-23.

El problema más profundo en ambas experiencias es el compromiso del corazón. Las señales y los milagros nunca pueden ocupar el lugar de una auténtica fe bíblica. No son un sustituto de la entrega de la voluntad a la Palabra de Dios. La esencia del verdadero reavivamiento es una fe muy profunda que conduce a una vida de obediencia comprometida en hacer la voluntad de Dios. Un reavivamiento basado en la Biblia es como un eco de las palabras de Juan: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5.4).

“¿Qué clase de fe vence al mundo? Es la fe que hace de Cristo su Salvador personal; esa fe que, reconociendo su impotencia, su total incapacidad para salvarse a sí mismo, se aferra del Auxiliador que es poderoso para salvar como su única esperanza” (RJ 13).

¿Hacia qué lado tiendes a inclinarte: el formalismo y la tradición, o más hacia la experiencia y la excitación? Si, tal vez, te inclinas demasiado hacia un lado o el otro, ¿cómo puedes encontrar el equilibrio correcto?

 

Miércoles 21 de agosto:

El ministerio y los milagros

Los falsos reavivamientos a menudo ponen su mayor énfasis en los milagros. Los reavivamientos genuinos se concentran en el ministerio. Los reavivamientos falsos enfatizan las señales y los milagros espectaculares; los genuinos reconocen que el mayor milagro es una vida transformada.

Los milagros de curación de Jesús testificaron del hecho de que él era el Mesías. Como nuestro Redentor compasivo, el Salvador está preocupado por aliviar el sufrimiento humano. Pero él estaba aún más preocupado por la salvación de todos los que él tocaba con su gracia sanadora. El propósito del ministerio redentor de Jesús era “buscar y salvar” a la humanidad perdida (Luc. 19:10). Hablando a los líderes religiosos con respecto al paralítico, Jesús declaró: “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa” (Mat. 9:6). La reacción de la multitud a este milagro fue glorificar a Dios (Mat. 9:8).

Los milagros eran un fruto del ministerio redentor de Jesús, pero no fueron la razón principal por la que vino a la Tierra.

¿Qué podemos aprender de los siguientes textos acerca de cómo la gente puede ser engañada en los últimos días? 2 Tes. 2:9-12; Mat. 24:11-13, 24; Apoc. 19:20.

Estas personas fueron engañadas por los falsos milagros “por cuanto no recibieron el amor de la verdad”. Cuando el deseo de lo espectacular es mucho más importante que el deseo de una nueva vida en Cristo, la mente está abierta al engaño. La parábola del rico y Lázaro concluye con las palabras perspicaces de Jesús: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Luc. 16:31). En otras palabras, las señales espectaculares y los milagros maravillosos nunca pueden ocupar el lugar de comprender y luego seguir la Palabra de Dios. La obediencia a Dios es primaria; las señales y los milagros, si es que ocurren, siempre son solo secundarios.

¿Qué clase de milagros has experimentado en tu propia vida, en tu propio caminar con Dios? ¿Qué aprendiste de ellos? ¿Cuán importantes son para tu fe?

 

Jueves 22 de agosto:

Frutos y dones

¿Cuáles son algunas de las razones principales por las que Dios da los dones del Espíritu Santo a su iglesia? 1 Cor. 12:4-7; Rom. 12:4-8; Efe. 4:11-16.

Los dones del Espíritu Santo pueden dividirse en dos categorías: algunos dones son cualidades, otros dones son vocaciones. Por ejemplo, los dones de ayuda, hospitalidad, exhortación y enseñanza son cualidades que Dios imparte a creyentes individuales (Rom. 12:6-8). Los dones como ser apóstoles, profetas, evangelistas y pastores/maestros son vocaciones dadas a creyentes individuales (Efe. 4:11, 12). Ambas categorías sirven a un propósito similar. Han sido impartidos por el Espíritu Santo para fortalecer la vida espiritual de la iglesia y equiparla para la misión. Los dones espirituales no son un fin en sí mismos. Fueron dados por Dios para el beneficio de su iglesia.

¿Qué quiere decir Pablo cuando usa la expresión: “Andad en el Espíritu”, en Gálatas 5:16? Lee Gálatas 5:22 al 25, y registra los aspectos que provienen de andar en el Espíritu. Ver también Juan 15:1-7.

Cualquier así llamado reavivamiento que tiene poco interés en el fruto del Espíritu pero está obsesionado con poseer los dones del Espíritu es peligroso. Si Dios diera dones del Espíritu en abundancia a los creyentes que no estén manifestando el fruto del Espíritu, la iglesia llegaría a ser el centro de un exhibicionismo egoísta. Si Dios abriera el poder del cielo cuando las líneas del poder espiritual están deterioradas, produciría solo resultados desastrosos. Cuidado con los movimientos que se concentran en los dones y el poder del Espíritu Santo en vez de hacerlo en la obediencia a la voluntad de Dios y en un carácter transformado que revele el fruto del Espíritu.

¿Qué le dices a alguien que ha experimentado lo que juzga ser una manifestación sobrenatural de Dios? ¿Cómo podrías ayudarlo a saber si es verdaderamente de Dios o de alguna otra fuente? ¿De qué modo nuestra comprensión de la realidad de la gran controversia nos ayuda cuando buscamos comprender quién o qué está detrás de los milagros?

 

Viernes 23 de agosto

Para Estudiar y Meditar:

La promesa del Espíritu no se aprecia como se debiera. Su cumplimiento no se comprende como se podría. La ausencia del Espíritu es lo que hace tan impotente el ministerio evangélico. Se puede poseer sabiduría, talentos, elocuencia, todo don natural o adquirido, pero sin la presencia del Espíritu de Dios no se conmoverá a ningún corazón ni ningún pecador será ganado para Cristo. Por el otro lado, si están relacionados con Cristo, si los dones del Espíritu son suyos, los más pobres y los más ignorantes de sus discípulos tendrán un poder que hablará a los corazones. Dios los convierte en los instrumentos que ejercen la más elevada influencia en el universo” (PVGM 263).

“Las fervientes súplicas del apóstol no fueron estériles. El Espíritu Santo obró con gran poder, y muchos cuyos pies habían sido descarriados por caminos extraños volvieron a su primera fe en el evangelio. Desde entonces, se mantuvieron firmes en la libertad con que Cristo los había hecho libres. En sus vidas se revelaron los frutos del Espíritu: ‘Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza’. El nombre de Dios fue glorificado y muchos se unieron al grupo de creyentes en toda esa región” (HAp 320).

Preguntas para Dialogar:

  1. Medita en el contraste entre el frío formalismo y el fanatismo sin freno. O, ¿hay siempre un contraste entre ellos? Es decir, ¿podría ser fanática una iglesia y, al mismo tiempo, ser fríamente formal? Si es así, ¿cómo se manifestaría eso? ¿Por qué cualquiera de los extremos, o ambos, son perjudiciales para el reavivamiento y la reforma? ¿Qué sucede en tu propia iglesia local? ¿Dónde se encuentra en esta área? ¿Cómo podrías ayudarla a encontrar el equilibrio correcto?
  2. ¿Qué evidencia, si la hay, podemos ver de falsos reavivamientos que ocurren en el mundo? ¿Cómo podemos saber que son falsos? Por otro lado, ¿sería equivocado creer que Dios está obrando un reavivamiento entre aquellos que, aunque aman al Señor, no saben las cosas que nosotros sabemos?
  3. En la clase, repasen las respuestas que dieron a la pregunta del jueves con respecto a alguien que piensa que ha tenido una experiencia sobrenatural con Dios. ¿Qué puedes aprender de la respuesta de cada uno?
Radio Adventista
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  • ES ACCESIBLE EN I TRABAJO. ME RECONFORTA

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