Lección 6 Edición Adultos: “Cómo hallar descanso en los lazos familiares” Para el 7 de Agosto de 2021

Tercer trimestre – 2021

“Cómo hallar descanso en los lazos familiares”

Lección 6 :- Para el 7 de Agosto de 2021

Sábado 31 de julio

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis 34; Hebreos 11:17–22; Deuteronomio 4:29; 1 Juan 3:1, 2; Génesis 39; Efesios 6:1–13.

Para Memorizar: “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” (2 Ped. 3:17, 18).

El joven inspeccionó cuidadosamente el horizonte. Entonces, finalmente, los vio. Llevaba días buscando a sus hermanos. Mientras se acercaba, saludando y llamando al grupo de aspecto sombrío, recibió de todo menos una cálida bienvenida. Sus hermanos realmente querían matarlo. Si no hubiera sido por Rubén, es posible que no hubiera podido contar la historia. Rubén convenció al resto de que solo le dieran una paliza y lo arrojaran a un pozo seco. Más tarde, a Judá se le ocurrió un gran plan para deshacerse de él y ganar un poco de dinero, vendiéndolo a algunos traficantes de esclavos que pasaban.

¡Qué ejemplo de disfunción familiar!

Podemos elegir muchas cosas en la vida, pero no a nuestra familia. Nadie es perfecto, y ninguno de nosotros tiene familias perfectas y relaciones familiares perfectas. Algunos tenemos la bendición de que nuestros padres, hermanos y otros miembros de la familia reflejen el amor de Dios, pero muchos tienen que conformarse con menos de lo ideal. Las relaciones familiares a menudo son complicadas y dolorosas. Esto nos preocupa, nos duele y nos pesa mucho emocionalmente, y a su vez, lo descargamos sobre los demás.

¿Cómo podemos encontrar el descanso de Dios en este ámbito de la vida? Esta semana volvemos a la historia de José y sus lazos familiares, para ver a Dios en acción trayendo sanidad y descanso emocional a pesar de las relaciones familiares disfuncionales.

 

Domingo 1 de agosto:

Disfunción en el hogar

José sabía de familias disfuncionales. Esto ya venía de sus bisabuelos, Abraham y Sara. Cuando Sara se dio cuenta de que era estéril, convenció a Abraham de que se allegara a su sierva Agar. Tan pronto como Agar quedó embarazada, comenzó la rivalidad. Al crecer en esta atmósfera, Ismael e Isaac trasladaron la tensión a sus propias familias. Isaac se propuso favorecer a Esaú, y Jacob se pasó la vida tratando de ganarse el amor y el respeto de su padre. Más adelante, Jacob fue engañado y se casó con dos hermanas que no se llevaban bien y competían entre sí en una carrera de natalidad, hasta tal punto que reclutaron a sus siervas para que tuvieran los hijos de Jacob.

Repasa el incidente que se detalla en Génesis 34. ¿Qué tipo de impacto emocional y relacional habrá tenido este incidente en toda la familia y también en el joven José?

La rivalidad entre las madres obviamente se extendió a los hijos, que crecieron dispuestos a pelear. Cuando eran adultos jóvenes, los hermanos mayores de José ya habían masacrado a todos los varones de la ciudad de Siquem. El hermano mayor, Rubén, desplegó dominio y desafió a su anciano padre al dormir con Bilha, la criada de Raquel y madre de varios de los hijos de Jacob (Gén. 35:22). Mientras tanto, el hermano de José, Judá, confundió a su nuera viuda con una prostituta y terminó teniendo gemelos con ella (Gén. 38).

Jacob añadió más leña al fuego de toda esta tensión familiar por su obvio favoritismo hacia José, al darle una costosa túnica de colores (Gén. 37:3). Si alguna vez hubo una familia disfuncional, la familia del patriarca podría haber competido con ella.

¿Por qué crees que Abraham, Isaac y Jacob figuran como héroes de la fe en Hebreos 11:17 al 22 a pesar de sus desordenadas relaciones familiares?

Los campeones de la fe de Dios a menudo no están a la altura de sus propias expectativas ni de las de Dios. Estos hombres se mencionan en Hebreos 11 no por sus relaciones familiares desordenadas, sino a pesar de ellas. Aprendieron, muchas veces por las malas, acerca de la fe, el amor y la confianza en Dios mientras luchaban con estos problemas familiares.

¿Qué disfunción familiar has heredado? Entregarte al Señor y sus caminos, ¿cómo puede ayudarte a romper con ese patrón, al menos en el futuro?

 

Lunes 2 de agosto:

Escoger un nuevo rumbo

José se lleva consigo el dolor, las relaciones complicadas y la ansiedad mientras viaja a Egipto, donde lo venderán como esclavo. Este no era un viaje de descanso. Mientras, se esforzaba por contener las lágrimas.

“Mientras tanto, José y sus amos iban en camino a Egipto. Cuando la caravana marchaba hacia el sur, hacia las fronteras de Canaán, el joven pudo divisar a lo lejos las colinas entre las cuales se hallaban las tiendas de su padre. Lloró amargamente al pensar en la soledad y el dolor de aquel padre amoroso. Nuevamente recordó la escena de Dotán. Vio a sus airados hermanos y sintió sus miradas furiosas dirigidas contra él. Las punzantes e injuriosas palabras con que habían contestado a sus súplicas angustiosas resonaban aún en sus oídos. Con el corazón palpitante pensaba en qué le depararía el futuro. ¡Qué cambio de condición: de hijo tiernamente querido había pasado a ser un esclavo menospreciado y desamparado! Solo y sin amigos, ¿cuál sería su suerte en la extraña tierra adonde iba? Durante algún tiempo José se entregó al terror y al dolor sin poder dominarse. […]

“Entonces sus pensamientos se dirigieron al Dios de su padre. En su niñez se le había enseñado a amarlo y temerlo. A menudo, en la tienda de su padre, había escuchado la historia de la visión que Jacob había presenciado cuando huyó de su casa como exiliado y fugitivo. […] Ahora, todas estas lecciones preciosas se presentaron vivamente ante él. José creyó que el Dios de sus padres sería su Dios. Entonces, allí mismo, se entregó por completo al Señor, y oró para pedir que el Guardián de Israel estuviese con él en el país adonde iba expatriado” (PP 214, 215, cursiva añadida).

Algunas culturas enfatizan el papel de la comunidad sobre la persona individual, mientras que otras culturas se inclinan a enfatizar el papel del individuo sobre la comunidad. Si bien encontramos un equilibrio entre estos dos en las Escrituras, evidentemente hay un llamado al compromiso personal y corporativo con Dios. José comienza a hallar descanso en sus relaciones al tomar la decisión personal de seguir a Dios.

¿Qué nos enseñan los siguientes versículos sobre el compromiso personal? (Deut. 4:29; Jos. 24:15; 1 Crón. 16:11; Sal. 14:2; Prov. 8:10; Isa. 55:6).

Para hallar descanso, cada uno debe tomar una decisión personal de seguir a Dios. Aunque nuestros antepasados hayan sido gigantes espirituales, esta fe y espiritualidad no se transmiten genéticamente. Recuerda: Dios solo tiene hijos, no nietos.

¿Por qué es importante que todos los días, a cada momento, decidas entregarte a Dios? ¿Qué pasa cuando no lo haces?

 

Martes 3 de agosto:

Cómo tener verdadera autoestima

Si José albergaba alguna esperanza de escaparse y encontrar el camino de vuelta, esta se frustró al llegar a Egipto, donde es revendido a una familia prominente. Génesis 39:1 nos dice que “Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas”. De repente, el joven se vio inmerso en un idioma y una cultura nuevos y extraños.
Nuestra familia y las relaciones cercanas son fundamentales en el desarrollo de la autoestima. José creció creyendo que él era especial: el hijo mayor de la esposa más amada (Gén. 29:18). Definitivamente, era el favorito de su padre y el único con un hermoso abrigo de muchos colores (Gén. 37:3, 4).

Pero ¿quién era ahora? Un esclavo, alguien que se podía comprar o vender a voluntad. Fíjate cuán rápido cambió su situación. Fíjate cuán rápido la vida parecía haberse vuelto contra él.

Sin duda, José aprende la lección que todos tenemos que aprender. Si dependemos de los demás para que nos digan cuánto valemos, entonces preparémonos para un camino difícil y lleno de confusión, porque no todos apreciarán quiénes somos ni cómo somos. Más bien, necesitamos hallar nuestra autoestima en lo que Dios piensa de nosotros, en la manera en que Dios nos ve, y no en nuestros roles actuales.

¿Cómo nos ve Dios a cada uno? (Isa.43:1; Mal.3:17; Juan 1:2; Juan 15:15; Rom.8:14; 1 Juan 3:1, 2).

Dios nos mira a cada uno con gafas teñidas de gracia. Ve un potencial, una belleza y un talento que ni siquiera podemos imaginar. De hecho, estuvo dispuesto a morir por nosotros para que pudiéramos tener la oportunidad de desarrollar todo el potencial para el que fuimos creados. Aunque nos muestra nuestra pecaminosidad y el gran precio que costó redimirnos, la Cruz también nos muestra nuestro gran valor para Dios. Independientemente de lo que los demás piensen de nosotros o incluso de lo que pensemos de nosotros mismos, Dios nos ama y busca redimirnos no solo del poder de los pecados ahora, sino también de la muerte eterna que estos traen consigo.

La pregunta clave, entonces, es siempre la misma: ¿cómo respondemos a la realidad del amor de Dios, según se revela en Jesucristo?

Hay muchos grupos y personas que nos dicen que nos amemos tal como somos y nos aceptemos sin crítica. ¿Por qué esto en realidad es un autoengaño? ¿Por qué es importante que nuestro valor provenga de fuera de nosotros mismos y de Aquel que nos creó y conoce nuestro verdadero potencial?

 

Miércoles 4 de agosto:

Relacionarnos a la manera de Dios

Inicialmente, la historia de José en Egipto da un giro positivo. José se encomendó a Dios, y él lo bendijo, por lo que llegó a alturas que no imaginaba en la casa de Potifar.

¿De qué formas prácticas se podrían ver las bendiciones de Dios en la vida de José? ¿Cómo eran las relaciones interpersonales de José? Lee Génesis 39:1 al 6.

Aunque José parece llevarse muy bien con Potifar, y sus relaciones con el personal de la casa y del campo parecen ser armoniosas, se avecinan problemas. Alguien en casa está impaciente.

¿Qué problema de relación enfrenta José? ¿Cómo decide abordarlo? Lee Génesis 39:7 al 10.

José tiene un problema con la esposa de Potifar. Quizá deberíamos reformular esta frase: la esposa de Potifar tiene un problema. Ella ve a los demás como “cosas” que se pueden manipular y usar. Quiere “usar” a José. A José se lo describe como “de hermoso semblante y bella presencia” (Gén. 39:6). La Biblia rara vez menciona los rasgos físicos de las personas, porque Dios “no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Sam. 16:7). En este caso, la buena apariencia de José parece ser más un obstáculo que una ayuda en su búsqueda de la pureza y la fidelidad a los principios de Dios.

A pesar de la insistencia de esta mujer malvada, José hace algo aparentemente contraproducente. Aplica los principios bíblicos a todas las relaciones, en este caso, con la esposa de Potifar. Los principios bíblicos para las relaciones no son anticuados, como puede atestiguar cualquiera (por no decir todos) que haya sufrido las consecuencias del pecado.
La narración bíblica señala que esta no es una tentación aislada. La esposa de Potifar lo persiguió vez tras vez (Gén. 39:10). José trató de explicar el motivo de su decisión (39:8, 9) pero parece que no funcionó.

José comprende que no puede controlar las decisiones de los demás. Sin embargo, decide vivir, amar y tratar a quienes lo rodean de una manera que honre a Dios. José ha aprendido a vivir en la presencia de Dios. Saber esto lo ayudó a resistir la tentación.

¿Has tratado de aplicar los principios bíblicos a todas tus relaciones, incluso aquellas en las que la otra persona no está “jugando limpio”? ¿Qué tal te fue? Lee Mateo 5:43 al 48. ¿Por qué es importante vivir así?

 

Jueves 5 de agosto:

El gran conflicto en la intimidad

Como sabemos al leer la historia (Gén. 39:11-20), José sufre debido a su decisión basada en principios. José es encarcelado. Como propiedad de Potifar, José podría haber sido asesinado en el acto, sin más preguntas. Potifar, obviamente, no le creyó a su esposa, pero tenía que proteger su reputación tomando medidas. Y aun así, a pesar de las horribles circunstancias, las Escrituras dicen que “Jehová estaba con José” (39:21).

La vida en el planeta Tierra no es justa. El bien no siempre se recompensa y el mal no siempre se castiga de inmediato. Sin embargo, hay buenas noticias: José puede hallar descanso, incluso en la cárcel, porque Dios está con él. En la cárcel, podría haber reflexionado en la injusticia de su situación, podría haber desistido o incluso renunciado a Dios.

¿Qué hace José mientras está en prisión? ¿Cómo se relaciona con quienes lo rodean? Lee Génesis 39:21 al 40:22.

En prisión, José trabaja con lo concreto, no con lo ideal. Hace contactos; ayuda a los demás, a pesar de que las relaciones en la cárcel distaban mucho de ser ideales. Y José no tiene reparos en pedir ayuda y volverse vulnerable. Pide ayuda al copero luego de interpretarle el sueño.

¿Cuál es la perspectiva general de las relaciones que presenta Pablo en Efesios 6:1 al 13?

Nuestras relaciones son un reflejo en miniatura del Gran Conflicto entre Dios y Satanás que se viene librando a lo largo de los siglos. Por tanto, esto significa que no hay relaciones perfectas. Toda relación debe tener una dinámica de crecimiento, y Satanás tiene un interés personal en usar a su favor todas nuestras relaciones, especialmente las más cercanas a nosotros, para herir y frustrar la voluntad de Dios para nuestra vida. Podemos estar agradecidos de que él no nos deja pelear estas batallas en soledad. La Palabra de Dios establece principios para nuestras relaciones. Su promesa de darnos sabiduría (Sant. 1:5) también se extiende a nuestras relaciones. Y así como estaba con José, promete estar con nosotros cuando nuestras relaciones resulten complejas.

Reflexiona en la promesa de Dios en Santiago 1:5 y tómate un momento para orar pidiendo sabiduría para tus relaciones. ¿Cómo puedes mostrarte abierto a las impresiones del Espíritu Santo al relacionarte con estas personas?

 

Viernes 6 de agosto

Para Estudiar y Meditar:

En el contexto de lo que le ocurrió a José con la esposa de Potifar, Elena de White escribió: “Aquí tenemos un ejemplo para todas las generaciones de creyentes que habrían de vivir sobre la Tierra. […] Dios será un pronto auxilio y su Espíritu será un escudo. Aunque estén rodeados de las más terribles tentaciones, hay una fuente de fortaleza a la cual pueden recurrir para resistirlas. […] Había puesto su reputación y sus intereses en las manos de Dios. Y aunque se permitió que fuera afligido por cierto tiempo, para prepararlo con el fin de que ocupara un puesto importante, el Señor protegió esa reputación que había sido ensombrecida por una malvada acusadora, y más tarde, a su debido tiempo, permitió que aquella resplandeciera. Dios usó incluso de la prisión como un camino que lo conduciría a su elevación. La virtud proporcionará a su debido tiempo su propia recompensa. El escudo que protegía el corazón de este joven era el temor de Dios, que lo indujo a ser fiel y justo con su amo, y leal a su Señor. Despreciaba esa ingratitud que lo llevaría a abusar de la confianza de su amo, aunque su amo tal vez nunca lo supiera” (HR 104, 105; SP 1:132).

 

Preguntas para Dialogar:

Ser cristianos de nombre o adventistas “culturales” no nos ayudará a hallar descanso en nuestras relaciones. ¿Cuáles son las diferencias entre un adventista “cultural” y un verdadero creyente?

La hermana X acaba de unirse a la iglesia. Está casada con un no creyente. Ella ama a su esposo, pero a él no le gustan los cambios que ve en ella. ¿Cuál sería tu consejo, sobre la base de los principios bíblicos, para esta nueva hermana de iglesia?

El autor ruso León Tólstoi escribió: “Todas las familias felices son iguales; cada familia infeliz es infeliz a su manera”. Todas las familias, de una manera u otra, sufren disfunciones, porque todas están compuestas de pecadores, a las cuales cada uno trae su propia disfunción a la relación familiar. ¿Cómo podemos, por la gracia de Dios, mostrarnos abiertos a seguir los principios bíblicos del amor, el perdón, el sobrellevar la carga y demás para aportar algo de sanidad a nuestras relaciones familiares?

Muchos han tenido la experiencia de que las cosas les iban bien a ellos y a su familia cuando, de repente, inesperadamente, ocurre una tragedia. En momentos como este, ¿por qué es primordial aferrarse a la fe y a las promesas de la Palabra de Dios? Especialmente cuando los tiempos son buenos, ¿por qué es importante estar preparado espiritualmente para los malos tiempos?

Radio Adventista
1 comment… add one
  • Muy buena esc sabatica que ayudan a comprender la palabra de Dios

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