Leccion 5 Edicion Maestros. “Maldito el día” Para el día Sábado 29 de octubre 2016

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2016

 “Maldito el día”

Lección 5: Para el 29 de octubre de 2016

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Job 7:7-21; Salmo 8:4-6; Juan 11:11-14.

 

Enseña a tu clase a:

Saber el concepto bíblico acerca de la creencia en el estado de los muertos como lo comunican los lamentos de Job.

Sentir empatía con Job cuando expresa su sufrimiento con el lenguaje y las imágenes más dramáticas.

Hacer: Aceptar la visión bíblica de la humanidad, que encuentra en Cristo la más sorprendente expresión, al llegar a ser hombre y morir por nosotros.

 

 Bosquejo de la Lección

  1. Saber: El estado de los muertos
    1. ¿Cuánto ha penetrado en la cultura moderna la creencia en la inmorta­lidad del alma?
    2. ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de la creencia bíblica de que los muertos “duermen” cuando un ser amado muere?
  2. Sentir: Sufrir con Job
    1. ¿Qué es peor: el sufrimiento de Job o el nuestro? Explica.
    2. ¿De qué manera puedo mantener empatía frente a las noticias con sus imágenes constantes que documentan el sufrimiento humano alrede­dor del mundo?
  3. Hacer: El estado de los vivientes.
    1. ¿De qué modo responderías a la pregunta existencial de Job: “¿Qué es el hombre?”
    2. ¿En qué sentido la vida y la muerte de Cristo contribuyen a responder esa pregunta?

 

 Resumen

El sufrimiento y la muerte están entrelazados estrechamente en el libro de Job, y los pensamientos de morir (o el maldecir el día de su nacimiento) corren a través de los capítulos de los lamentos de Job. De su sufrimiento, aprendemos acerca de la muerte, pero también de la vida y de la manera en que Dios en Cristo conquistó la muerte y el pecado. Un conocimiento bíblico de estos temas de vida y muerte nos deberían preparar para tener empatía con la gente que sufre alrededor de nosotros.

 

 CICLO DE APRENDIZAJE

Texto destacado: Job 8:1-3.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La palabra compasión proviene del prefijo latino com (“junto”) y el verbo pati (“sufrir”). Cuando somos compasivos, sufrimos junto con la persona que experimenta el sufrimiento. El sufrimiento de Job, que lo llevó al umbral de la muerte física y emocional, nos invita a compartir su sufrimiento y aprender acerca de la vida y la muerte desde una perspectiva bíblica. Sin embargo, aunque nuestra capacidad de tener compasión siempre será limitada, Dios envió a su Hijo para sufrir con nosotros y por nosotros.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: El estudio de esta semana podría conside­rarse un tanto moribundo, al analizar los fuertes sentimientos de Job hacia sus sufrimientos: él maldice el día de su nacimiento (Job 3:1-10), pondera la futilidad de la vida, y contempla su propia muerte (Job 7:1-11). Sin embargo, es importante notar que estas reflexiones surgen de la cosmovisión bíblica de una persona que no considera el suicidio como una de sus opciones. Aunque Job definitivamente muestra signos de depresión, sus pensamientos acerca de la muerte se dirigen a querer que Dios le permita morir a fin de terminar con sus sufrimientos.

Diálogo inicial: Un antiguo proverbio nativo de los pueblos originarios en América del Norte dice que a fin de comprender a un hombre uno debería caminar un par de kilómetros en sus mocasines. Existen numerosas variaciones de este dicho, pero la idea es la misma: necesitamos ponernos en el lugar de la otra persona a fin de comprender realmente cómo le va a esa persona, y lo que está soportando.

El siguiente ejemplo ilustra este concepto. Al hijo menor de Martín le gusta ponerse las gafas de su padre, que tienen gruesas lentes. El niño siempre se asombra por el cambio de perspectiva, ¡cuán diferentes son las cosas al mirar las con los anteojos de su padre! Sin embargo, no puede usarlos por mucho tiempo; entonces, con alegría regresa a su propia realidad visual.

Piensa en las ocasiones de tu vida en que te pusiste los “anteojos” de otra persona, y recibiste una vislumbre de la perspectiva de ella. Esas ocasiones te permiten tener empatía o compasión por lo que otros están pasando. Basado en la experiencia de aquel hijo con los anteojos de su padre, ¿hasta dónde puede llegar la empatía? ¿Cuáles son sus limitaciones?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Al avanzar más allá de los capítulos iniciales de Job para estudiar los diversos discursos con más detalle, vemos primero cómo Job y luego sus tres amigos desarrollan sus discursos. Recordando este panorama, es importante comprender que, aunque los primeros dos capítulos y el último están escritos en prosa, los capítulos restantes (Job 3:3 a 42:6) están compuestos en poe­sía. Una de las características principales de la poesía hebrea es el paralelismo que existe entre las diferentes líneas de la poesía, como por ejemplo, Job 8:3: “¿Acaso torcerá Dios el derecho, o pervertirá el Todopoderoso la justicia?”

Más allá de eso, el otro elemento poético importante en Job es la abundancia de imágenes que se usan en todo el libro, que ilustran con poder los discursos; por ejemplo, la imagen de un operario contratado y sus dificultades, en Job 7:1 al 6, representan la vida de sufrimiento de Job, una vida “sin esperanza” (Job 7:6). Es importante mencionar estos elementos poéticos en los diálogos con nuestra clase a fin de percibir cómo ellos sirven para enriquecer nuestra comprensión de las Escrituras.

Comentario de la Biblia

Los lamentos de Job son un eco de la antropología bíblica que arroja luz sobre su visión de la vida y la muerte. Aunque sean solo eso -lamentos- y enfocan la muerte y lo negativo, también abren el camino a la comunicación con Dios. Si dirigimos a Dios aun nuestros lamentos más amargos, estamos en el lugar correcto, y Dios los acepta.

I. Estructura del libro de Job

(Repasa, con tu clase, Job 1-42.)

En este punto en nuestro estudio de Job puede ser interesante considerar la estructura literaria del libro, cuando Job y sus amigos comienzan a dar sus respectivos discursos. El siguiente es un bosquejo que se concentra en las partes más importantes del libro:

  1. Prólogo (Job 1; 2): escrito en prosa.
  2. El primer lamento de Job (cap. 3): de aquí en adelante hasta el capítulo 42:7, escrito en poesía.
  3. Primer ciclo de diálogos: Elifaz (caps. 4; 5); Job (caps. 6; 7); Bildad (cap. 8); Job (caps. 9; 10); Zofar (cap. 11); Job (caps. 12-14).
  4. Segundo ciclo de diálogos: Elifaz (cap. 15); Job (caps. 16; 17); Bildad (cap. 18); Job (cap. 19); Zofar (cap. 20); Job (cap. 21).
  5. Tercer ciclo de diálogos: Elifaz (cap. 22); Job (caps. 23; 24); Bildad (cap. 25); Job (caps. 26; 27).
  6. Monólogo de Job (caps. 28-31).
  7. Discurso de Eliú (caps. 32-37).
  8. Respuesta de Dios y arrepentimiento de Job (38-42:6).
  9. Epílogo (42:7-17): escrito en prosa.

Es interesante notar que, después del lamento inicial de Job en el capítulo 3, los primeros dos ciclos de diálogos están estructurados en forma casi idéntica: un amigo habla, y Job responde. El tercer ciclo es más breve. El discurso de Eliú sirve como intervalo antes de que Dios finalmente hable. Todo esto crea un fuerte movimiento hacia la respuesta de Yahvé, que sirve como el clímax literario del libro de Job. Después de su respuesta, el epílogo (escrito del mismo modo que el prólogo, en prosa), concluye el libro de Job, que definitivamente es una obra de arte literario hermosamente diseñada.

Considera: ¿Qué otras observaciones tienes cuando miras la estructura del libro de Job?

II. El estado de los muertos

(Repasa, con tu clase, Job 14; Juan 11:11-14.)

Aunque Job muy probablemente no tenía la intención de que se usara su narración como una introducción a la doctrina bíblica del estado de los muertos, las afirmaciones a lo largo de sus discursos muestran claramente que él entendía la muerte como un sueño inconsciente, idea que aparece en todo el resto de la Biblia. Es interesante notar que de los dos libros (Job y Génesis) que fueron el comienzo de la Biblia, el libro de Job trata con los temas del sufrimiento y la muerte, problemas que a través de las edades han sido distorsionados para representar mal el carácter de Dios y conducir a la gente a creer en la inmortalidad del alma.

Ambos temas señalan la mentira inicial de Satanás en el Edén (cf. Gén. 3:1-5). Job habla de la vida humana como fugaz (Job 14:2), contrastando la mortalidad humana con la inmortalidad exclusiva de Dios (1 Tim. 6:16). Luego compara la muerte humana con un sueño (Job 14:10-12; cf. Sal. 13:3; Jer. 51:39, 57; Dan. 12:2), durante el cual no hay un estado consciente (Ecl. 9:5, 6).

Siendo que hay armonía en las Escrituras y continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo, esta imagen de la muerte como un sueño es retomada en el Nuevo Testamento y aplicada de la manera más dramática por Jesús mismo a la muerte de su amigo Lázaro (Juan 11:11-14). Sus discípulos y apóstoles reiteraron esta comprensión de la muerte como un sueño (Hech. 7:60; 1 Cor. 15:51, 52; 1 Tes. 4:13-17; 2 Ped. 3:4). Finalmente, las escenas culminantes del libro del Apocalipsis se refieren a un tiempo en que no habrá más sufrimientos ni muerte (Apoc. 21:4), precedido por una resurrección para vida eterna, o destrucción final (1 Cor. 15:26; Apoc. 2:11; 20:14; 21:8).

Considera: ¿Por qué la creencia en la inmortalidad del alma está tan difundida entre las iglesias cristianas? ¿De qué modo afecta nuestra imagen de Dios?

III. Estado de los vivos

(Repasa, con tu clase, Job 7:17-21; 14:13-15; 19.25, 26; Juan 3:16.)

Ninguna antropología bíblica sería completa si mirara solamente la muerte humana. En realidad, la metáfora bíblica de la muerte como un sueño implica un despertar, que conduce a la doctrina de la resurrección, y a su vez nos conduce a Jesucristo. La gran pregunta de: “¿Qué es el hombre?”, en Job 7:17, solo pue­de ser respondida considerando la vida, la muerte y la resurrección del Hijo de Dios, cuyo retorno a la vida sirve como una garantía de nuestra victoria sobre la muerte (Juan 5:28, 29). Job ya tenía una idea de la resurrección (Job 19:25, 26). El Padre que envió a su Hijo para morir por nuestros pecados responde a todas las preguntas sobre la vida y la muerte de una vez y para siempre (Juan 3:16).

Considera: ¿De qué manera has luchado con el concepto de la teodicea? ¿Cuál ha sido tu respuesta?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Cada uno de nosotros tiene momentos en los que la tristeza nos envuelve y nuestro sufrimiento llega a ser demasiado grande para soportarlo. Los lamentos de Job pueden ayudarnos a dirigir nuestras angustias en la dirección correcta.

Preguntas para reflexionar:

  1. Algunos cristianos se sienten culpables de sus pensamientos depresivos. ¿Por qué crees que pasa eso?
  2. ¿Cómo te enfrentas con la realidad de los pensamientos negativos y la depresión?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: La depresión es un problema muy latente dentro y fuera de la iglesia. Es importante ocuparse de este problema desde una perspectiva cristiana.

Actividades:

  1. Invita a un orador, tal vez el pastor o un psicólogo de tu iglesia, para presentar el tema de la depresión a tu clase de Escuela Sabática. Sería bueno que incluya algunas estrategias prácticas en la presentación, sobre cómo tratar la depresión.
  2. Busca alguna persona que esté pasando por una depresión, y comparte con ella tus nuevas percepciones del tema. No te olvides de orar con ella.
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Radio Adventista
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