Lección 3 Edicion Adultos “Un real sacerdocio” Para el 15 de abril de 2017

Segundo trimestre (abril-junio) de 2017

“Un real sacerdocio”

Lección 3:  Para el 15 de abril de 2017

 

Sábado 8 de abril

Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Pedro 2:1-3; Hebreos 4:12; 1 Pedro 2:4-8; Isaías 28:16; Éxodo 19:3-6; 1 Pedro 2:5, 9, 10.

Para Memorizar: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9).

Inmerso como estaba en la cultura, la religión y la historia judías, Pedro se refiere a los cristianos a los que escribe como una “nación santa, pueblo adquirido por Dios”. Al hacerlo, está tomando el lenguaje del pacto, que el Antiguo Testamento utiliza para referirse al antiguo Israel, y lo aplica aquí a la iglesia del Nuevo Testamento.

Y con razón: los creyentes gentiles en Jesús habían sido injertados en el pueblo del pacto de Dios; ahora también ellos son partícipes de las promesas del pacto. “Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti” (Rom. 11:17, 18).

En los pasajes para esta semana, Pedro señala a sus lectores la sagrada responsabilidad y llamado elevado que tienen como pueblo del pacto de Dios, aquellos que (en el lenguaje de Pablo) han sido injertados en el olivo. Y entre esas responsabilidades, se halla la misma que tenía el antiguo Israel: proclamar la gran verdad de la salvación ofrecida en el Señor.

 

Domingo 9 de abril:

Vivir como un cristiano

Primera de Pedro 2:1 comienza con “pues”, dando a entender que lo que sigue es el resultado de lo que vino antes. El capítulo 1, como vimos, es una realización ingeniosa con respecto a lo que Cristo ha hecho por nosotros y cómo debiéramos responder a ello. En el capítulo siguiente, Pedro vuelve a abordar este tema y lo desarrolla aún más.

Lee 1 Pedro 2:1 al 3. ¿Qué nos está diciendo Pedro acerca de la forma en la que deberíamos vivir?

Pedro utiliza dos imágenes diferentes para mostrar que los cristianos tienen un doble deber: uno es negativo, pues hay cosas deben ser descartadas; el otro es positivo, pues hay cosas que deberíamos tratar de hacer.

En su primera imagen, Pedro insta a los cristianos a deshacerse de toda malicia, engaño, hipocresía, envidia y maledicencia (1 Ped. 2:1). Al hacerlo, los cristianos se conducirán de un modo distinto al de muchos que los rodean. Al haber desechado la malicia, no desearán hacer daño a los demás sino, más bien, procurarán su bien. Debido a que los cristianos han descartado la insinceridad, no actuarán de manera tal que engañen a otros, sino que serán francos y honestos. Los cristianos no envidiarán a aquellos que tienen más que ellos ni harán declaraciones que dañen deliberadamente la reputación de otro. Estarán contentos con su propia vida y florecerán donde la Providencia los ha colocado.

La segunda imagen que utiliza Pedro, la de un bebé que desea leche (1 Ped. 2:2), provee el lado positivo de su instrucción. La vida cristiana no es meramente un asunto de desechar las cosas malas. Una vida así sería vacía. No, es un asunto de buscar alimento espiritual con la misma intensidad con la que un bebé hambriento llora por leche. Pedro señala les a sus lectores cuál es la fuente de ese alimento espiritual (ver también Heb. 4:12; Mat. 22:29; 2 Tim. 3:15-17): la Palabra de Dios, la Biblia. En la Palabra de Dios podemos crecer espiritual y moralmente, porque en ella tenemos la mayor revelación de Jesucristo que es posible obtener, al menos para nosotros. Y en Jesús tenemos la mayor representación del carácter y la naturaleza del Dios santo al que hemos de amar y servir.

¿De qué manera están relacionadas estas dos ideas? Es decir, ¿por qué el buscar alimento espiritual de la Palabra nos ayudará a dejar de lado las malas acciones y actitudes de las que nos advierte Pedro?

 

Lunes 10 de abril:

La piedra viva

Lee 1 Pedro 2:4 al 8 (ver también Isa. 28:16; Sal. 118:22; Isa. 8:14, 15). ¿A qué verdad crucial se está refiriendo Pedro aquí? ¿Qué nos está diciendo acerca del modo en que deberíamos actuar en respuesta a Jesús?

Después de decir a sus lectores que busquen alimento espiritual, Pedro inmediatamente dirige su atención a Cristo Jesús, la Piedra viva (probablemente una referencia al Templo de Jerusalén). En 1 Pedro 2:4 al 8, el apóstol cita tres pasajes del Antiguo Testamento que resaltan la importancia de las piedras angulares, que representan el papel de Jesús en su iglesia. Pedro no es el único en aplicar estos versículos a Jesús. Jesús mismo utiliza el Salmo 118:22 al concluir una de sus parábolas (Mat. 21:42), al igual que Pedro, en su discurso a los líderes judíos de Hechos 4:11. Y Pablo utiliza Isaías 28:16 en Romanos 9:33.

El mensaje de Pedro es que, aun cuando Jesús fue rechazado y crucificado, fue elegido por Dios para convertirse en la piedra del ángulo de la casa espiritual de Dios. Los cristianos, entonces, son piedras vivas que forman parte de la edificación de esta casa espiritual. Al utilizar los términos “piedra del ángulo” y “piedras vivas” (ladrillos o bloques de construcción), Pedro presenta una imagen de la iglesia: la iglesia está fundada sobre Jesús, pero está constituida por aquellos que lo siguen.

Convertirse en cristiano significa llegar a formar parte de una comunidad cristiana o iglesia local. Así como un ladrillo ha de formar parte de una estructura mayor, los cristianos son llamados a ser seguidores de Jesús no aislados de los demás. Un cristiano que no adora, ni trabaja con otros cristianos para el avance del Reino de Dios es una contradicción de los términos. Los cristianos son bautizados en Cristo y, al ser bautizados en Cristo, son bautizados en su iglesia.

Pedro también habla acerca de la función de la iglesia. Es la de conformar un “sacerdocio santo” (1 Ped. 2:5) que ofrece “sacrificios espirituales”. En la Biblia hebrea, los sacerdotes mediaban entre Dios y su pueblo. Las palabras de Pedro y otros en el Nuevo Testamento provienen, a menudo, del lenguaje del Templo y el sacerdocio, para presentar a la iglesia como el templo viviente de Dios, y a su pueblo como sus sacerdotes. Pedro está haciendo referencia al sistema de adoración del Antiguo Testamento a fin de revelar verdades sobre el modo en que deberían vivir y actuar los cristianos hoy.

Lee 1 Pedro 2:5 nuevamente. ¿Qué significa “ofrecer sacrificios espirituales”? ¿De qué manera los cristianos, como parte de una comunidad en adoración, pueden hacerlo?

 

Martes 11 de abril:

El pueblo del pacto de Dios

Pedro está escribiendo mayormente desde la perspectiva del Antiguo Testamento. Y la idea del pacto es un tema sumamente central en esa perspectiva, y en las teologías judía y cristiana.

¿Qué es el pacto?

“Pacto” (berit, en hebreo) es una palabra que describe un tratado o acuerdo formal entre dos partes. Podía celebrarse entre dos individuos como, por ejemplo, Labán y Jacob (Gén. 31:44) o entre dos reyes, como Salomón e Hiram (1 Rey. 5:12; “pacto” en la RVR y “tratado” en la NVI). También podía celebrarse entre un rey y su pueblo, como fue el caso de David y los ancianos de Israel (2 Sam. 5:3).

Sin embargo, entre estos temas, lo que se destaca es la relación de pacto especial que existe entre Dios y su pueblo escogido, los descendientes de Abraham.

Lee Génesis 17:1 al 4; y Éxodo 2:24, y 24:3 al 8. ¿Qué nos dicen estos textos acerca del pacto que Dios hizo con Israel?

El primer libro de la Biblia, Génesis, nos cuenta del pacto que Dios hizo con Abraham (Gén. 15:9-21; 17:1-26). Dios “se acordó” de este pacto cuando rescató a su pueblo de la opresión en Egipto (Éxo. 2:24). Dios renovó el pacto en el tiempo de Moisés, cuando dio los Diez Mandamientos y otras leyes al pueblo de Israel (Éxo. 19:1-24:8; especialmente Éxo. 24:3-8).

Pero las promesas del pacto no eran incondicionales. “El Señor pactó que, si eran fieles en la observancia de sus requerimientos, él bendeciría todas sus ganancias y toda la obra de sus manos” (TI 2:507). De hecho, los profetas advirtieron repetidamente a Israel sobre los peligros de la desobediencia a la Ley de Dios, a menudo utilizando una terminología asociada al pacto. Se ha argumentado que, con la posible excepción de las profecías de Daniel y de Apocalipsis, muchas profecías en la Biblia son condicionales. Así de central es la idea de la obediencia en relación con las promesas del pacto. Las profecías de bendición del pacto eran condicionales a la obediencia del pueblo a la Ley de Dios, y las profecías de fracaso solamente se aplicaban a los desobedientes.

¿Qué significa para ti estar en una relación de pacto con Dios? ¿Qué obligaciones conlleva para ti esta relación de pacto?

 

Miércoles 12 de abril:

Un real sacerdocio

En el capítulo 19 del libro de Éxodo, el Señor dijo a Moisés: “Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa” (vers. 3-6).

Aquí está el mensaje del evangelio, revelado milenios antes de la Cruz: Dios redime a su pueblo; y lo salva del pecado y de la esclavitud del pecado. Luego, le manda amarlo y obedecerlo, ante él y ante el mundo, como el pueblo especial del pacto.

Lee 1 Pedro 2:5, 9 y 10; y Éxodo 19:6. ¿Qué quiere decir Pedro cuando llama a los cristianos “real sacerdocio” y “nación santa”? Este vocabulario ¿qué nos dice a nosotros, como cristianos adventistas del séptimo día, acerca de nuestras obligaciones?

“Casa espiritual”, “linaje escogido”, “real sacerdocio”, “pueblo adquirido por Dios” son todos términos de honor que, en la Biblia, describen la relación especial que Dios tuvo con los descendientes de Abraham. Ahora, en el Nuevo Testamento, en el contexto de Jesús y de la cruz, Pedro está usando el mismo lenguaje del pacto y lo aplica a los miembros de la iglesia. Las promesas del pacto hechas a Israel son ahora ampliadas para incluir no solamente a los judíos que creen en Jesús, sino también a los creyentes gentiles. Sí; por medio de Jesús, los gentiles también pueden reclamar ser hijos de Abraham. “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gál. 3:29). Gracias a Cristo, cualquier persona, independientemente de su origen, puede formar parte de este “real sacerdocio”.

¿Una nación santa? ¿Un real sacerdocio? Frases como estas, aplicadas a nosotros mismos, ¿qué deberían decirnos con respecto a la clase de vida que vivimos, como individuos y como comunidad? ¿De qué manera podemos vivir más a la altura de este elevado llamado?

 

Jueves 13 de abril:

Proclamar las virtudes

Los paralelos con la iglesia del Antiguo Testamento no terminan en la salvación, y el ser llamados y elegidos por Dios. La pregunta es: “¿llamados y elegidos para qué?” Inmediatamente, Pedro da la respuesta.

El apóstol señala que esta relación especial tiene un propósito. Los cristianos han de anunciar “las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9). Esto es lo que debía hacer el antiguo Israel. Dios los había llamado para ser testigos de él ante el mundo. El propósito de Dios era bendecir al mundo entero por medio del antiguo Israel, su pueblo del pacto.

Lee los siguientes textos. ¿Qué es lo que todos ellos tienen en común? Deut. 4:6; 26:18, 19; Isa. 60:1-3; Zac. 8:23.

El antiguo Israel, como pueblo del pacto, tenía una misión de alcanzar al mundo con el evangelio, la salvación ofrecida por el Señor. Los cristianos tienen la misma misión divina. Son llamados a compartir con otros su experiencia y su conocimiento de Dios y de lo que él ha hecho por el mundo a través de Cristo.

Lee 1 Pedro 2:10. ¿Por qué este texto es tan importante para toda la misión y el propósito de los cristianos?

El mundo está inmerso en pecado, en muerte, en la ruina inminente. Pero Jesús dio su vida para salvar a todos de esta destrucción. Al igual que con el antiguo Israel, los términos de honor también son términos de responsabilidad. Los cristianos tienen un estatus extraordinariamente alto: el de ser “el pueblo de Dios”. Y esto conlleva la responsabilidad de invitar a otros a ser partícipes de ese estatus. Como lo afirma 1 Pedro 2:10, los cristianos ahora conforman un pueblo propio. Antes no lo eran, pero ahora han recibido la gracia de convertirse en un pueblo santo (ver Ose. 1, 2). En la Biblia, “santo” generalmente tiene el significado de apartar algo con un propósito de adoración. Por lo tanto, como una nación “santa”, los cristianos han de mantenerse separados del mundo, una distinción que se verá en el tipo de vida que llevan. También han de ser como un fuego en una noche fría, que atraerá a otros a su calor. Los cristianos han recibido la responsabilidad de compartir con los demás la gloriosa salvación de la que han sido hechos partícipes.

 

Viernes 14 de abril

Para Estudiar y Meditar:

“La iglesia es muy preciosa a la vista de Dios. Él la valora, no por sus ventajas externas, sino por la sincera piedad que la distingue del mundo. La estima de acuerdo con el crecimiento de los miembros en el conocimiento de Cristo, de acuerdo con su progreso en la vida espiritual.

“Cristo anhela recibir de su viña el fruto de santidad y abnegación. Busca los principios de amor y bondad. Toda la belleza del arte no puede compararse con la belleza del temperamento y del carácter que se han de revelar en los que son representantes de Cristo. La atmósfera de la gracia que rodea el alma del creyente, el Espíritu Santo que trabaja en la mente y el corazón, son los que hacen de él un sabor de vida para vida, y permiten que Dios bendiga su obra” (PVGM 239).

Preguntas para Dialogar:

  1. ¿Qué significa ser llamado de las tinieblas “a su luz admirable”? Si fueras a explicar esta idea a alguien que no cree en Jesús, ¿qué le dirías? ¿Qué son las tinieblas? ¿Qué es la luz? Y ¿cuál es la diferencia entre ambas en el contexto en lo dicho por Pedro?
  2. “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?” (Deut. 4:5-8). Estas palabras ¿de qué maneras se aplican a nosotros, como adventistas del séptimo día, y a lo que Dios nos llamó a hacer por causa de todo lo que nos fue dado?
  3. Lee 1 Pedro 2:3. ¿Qué quiere decir Pedro cuando expresa: “si es que habéis gustado la benignidad del Señor”? ¿Has “gustado” (probado) la benignidad del Señor?
  4. Mira a tu alrededor, a tu iglesia local. ¿Qué tiene que la hace atractiva a aquellos que no saben nada acerca de los adventistas del séptimo día o de aquello en lo que creemos?
Radio Adventista
1 comment… add one
  • es muy reconfortante esttdiar la escuela sabatica pq se aprende mucho en nuestra vida diaria.

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